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CANTO XXIIII.
Viendo el aprieto,y la fatiga viendo,
Y que era el conferuarie ya impofsible,
A los fuyos Cortes fue recogiendo,
Con termino halagueño y apazible:
Lamento duro en lo interior haziendo,
Con vn tofpiro y otro mas terrible,
Y encubriendo el dolor con entereza,
A confolarlos delta fuerte ernt ieça.
O comparieros,cuyos altos hechos •
A los rnay ores con razon exceden,
De quien podeis eflar bien fatisfechos,
Que cantarte con trópaheroyca pueden:
Puescó nóbre inmortal í ardiétes pechos
Hazeys que losfamofos fin el queden,
En ella aduerlïdad tened paciencia,
Pues fin ella el valor no es excelencia.
Bien veys el duro golpe irreparable,
Conque nueftra maldad caftiga el cielo,
Nueftra mortal ruyna ineuitable,
Llena de lamentable defconfuelo:
El eftado abatido rnifprable,
En que nos tiene nueftro vano zelo,
De mil viciofos tratos ocupado,
Deuiendo yr folo a Dios encarninadoa.
Con-
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