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C ANTO. II.
Dizele,o gran varon del Cielo eletlo,
Para tan alta,y fingular emp; effa;
Sabe que al fumo Dios es muy aceto
Zelo,en que tantas almas in tereffa.
No temas el furor del mar inquieto;
Mas camina Cortes,camina aprie1I
AlOcidente, donde el angel vano,
Nombre,y afsicnto vfurpa al Soberano.
Que por tu mano la diuina effencia,
Quiere que fu foberuia fea abatida,
Y del tumulto Indiano la infapiencia;
Al camino de luz reftituyda.
Departe de la Suma Prouidencia,
Te rebeló efperança tan cumplida,
Y el profpero fuceffo vitoriofo,
De dignas alabanças tan copiofo.
Calló,y ceñido del intaE&o viento,
No a las fublimes partes fe leuanta;
Mas figuiendo el fupremo mandamiéto;
Al templado Ocidente fe adelanta:
Do el principe del reyno del lamento,
arda a que Cortes ponga la planta,
Para hazerle fangrie,nta refiftencia,
Con gente armada,y la infernal potécia.
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