IN LAK´ECH Saludo Maya

el ser o no ser, la indiferenciación y ansiedad confusional frente a otro yo, o
yo otro radica esa pregunta en la pluralidad. ¿Somos o no somos?
Borges interpela en conversación a su doble (en el fragmento citado)
que parece contestarnos: Somos y no somos. Esta proposición resuelve la
pregunta formulada en el título mismo de esta tesis. La diferencia lingüística
entre un conector disyuntivo (o) reemplazado por uno aditivo (y) es, a su vez,
lo que determina en el cuadro de variación el giro de una lógica por la otra.
En síntesis, esa máxima existencial en la literatura que es ser o no ser, para
el doble se formula en plural, porque ya son dos, se lo hace ante el doble
reemplazando la o por la y. Un doble siempre es y no es.
El doble es presencia coexistente simultáneamente con la de su
original. Se dan al mismo tiempo. La existencia de los dobles implica
coexistencia, o no son dobles sino simples entes. Hasta ahora quien aportó
a la problemática del ser es, como vimos Parménides que en diálogo virtual
con Heráclito, puesto que nunca tuvo lugar, problematizan la temática del
cambio y la permanencia. Caben algunos comentarios sobre este filósofo.
Oscuro en sus expresiones Heráclito explicaba como una persona no se
puede bañar dos veces en el mismo río, a la segunda vez uno ya no es el
mismo. El fragmento 49 resulta revelador para nuestras ideas:
..."descendemos y no descendemos a los mismos ríos, somos y no
somos...”.
Un discípulo suyo más extremo, Crátilo, al que ya nos referimos por
intermedio de Platón, al parecer afirmaba que ni siquiera era posible bañarse
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