IN LAK´ECH Saludo Maya

VII.2.4.6. Monólogo
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El doble puede acompañar al protagonista aun cuando la
dramatización no suponga ninguna interacción personal especifica, es decir,
en un monologo. Ejemplos de este son escenas de “camino a casa”,
“reflexiones antes de dormir” o el simple recorrido del escenario con el doble,
para “hablar con uno mismo en voz alta”.
Por ejemplo citando a Moreno: “El paciente se retrata a si mismo, se
le solicita a un yo auxiliar que también lo represente, que “establezca
identidad con él”, se mueva, actué y se comporte como el paciente.
El paciente se prepara para levantarse por la mañana, todavía está en
la cama. El yo auxiliar se acuesta en el suelo a su lado, tomando la misa
postura corporal. El doble puede comenzar a hablar: “¿Para qué
despertarme? No tengo nada por qué vivir”. El paciente: “Si, es verdad, no
tengo ninguna razón para vivir”. Yo auxiliar: “Pero soy un artista de talento,
hubo momentos en que la vida era satisfactoria”. El paciente: “Si, pero
parece que fue hace tanto tiempo”. Yo auxiliar: “Podría levantarme y
empezar a pintar”. El paciente: “Bueno, tratemos de levantarnos primero y
ver qué ocurre”. Ambos, paciente y yo auxiliar, se levantan, se lavan, se
afeitan, se cepillan los dientes, moviéndose juntos como si fueran uno. El yo
auxiliar se convierte en el vinculo a través del cual el paciente trata de
alcanzar el mundo real.”