IN LAK´ECH Saludo Maya

heterónimos disposibles para cada actor en escena constituye la Asamblea
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de almas por donde circula el duende que fluye en el misterio de los
encuentros (sean estos terapéuticos, personales, de formación, de
creatividad, etc.)
Los heterónimos configuran los personajes que desarrollan la ficción
de la novela personal al vincularse entre sí y con los otros. Pessoa los
interiorizó, sólo los dejó escribir libros y poemas, pero los encerró en un baúl
e implotaron dentro de él sin que nadie lo advirtiera. En cambio, Kesselman
los estimulo a corporizarse en la escena, a exteriorizarse, haciéndose
visibles y audibles, y a través de la Multiplicación Dramática trato de
descubrir qué heterónimos posibles acompañan a quienes circulan por la
escena mostrativa. Heterónimos, también se imponen, como a Pessoa, en la
vida cotidiana personal y profesional.
Los disposibles comenzaron con un juego personal que se le impuso
a Kesselman emocional y reflexivamente, multiplicando, jugando con los
heterónimos, reflexionando irónicamente con las patologías que lo
capturaron en soledad y empezó a bautizar con nombres propios a los
personajes que lo habitaban en sus peores y mejores estados, por ejemplo:
Erik -El Fantasma de la Ópera, Clark Kent, Bartleby, etc. Este juego lo
ejercito con su familia, algunos amigos, colegas, discípulos y pacientes, en el
trabajo cotidiano de su vida profesional.
En Pessoa se encarnaron Ricardo Reis, Álvaro do Campos y Alberto
Caeiro, y en Kesselman como disposibles: José Todavía No (primo hermano
de Bartleby, el escribiente), fortísimo para la potencia de no actuar y