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Ensayo - Cátedras

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tendía, amarrados con cadenas los pies y las manos, en carros llenos de retama,<br />

tirados por bueyes, y así se los quemaba. A aquellos que actúan apoyados en las<br />

capacidades propias de la condición humana se les perdona que hagan tan sólo lo que<br />

pueden. Pero a esos otros que vienen engañándonos con las seguridades de una<br />

facultad extraordinaria, que está fuera de los alcances de nuestro conocimiento, ¿no se<br />

debería castigarlos por no mantener sus promesas y por lo temerario de su impostura?<br />

Los Caníbales hacen la guerra contra las naciones que viven del otro lado de las<br />

montañas, en el interior de la tierra firme. En estas luchas todos van desnudos, y como<br />

únicas armas tienen arcos o espadas de madera afiladas por un extremo, parecidas a la<br />

hoja de un venablo. Es terrible lo encarnizado de estos combates, que siempre acaban<br />

con gran matanza y derramamiento de sangre, pues no conocen ni la derrota ni el<br />

pánico. Cada cual lleva como trofeo la cabeza del enemigo que ha matado y la coloca a<br />

la puerta de su casa. Después de haber tratado bien a sus prisioneros durante un largo<br />

tiempo y de haberles dado todas las comodidades imaginables, su amo reúne a sus<br />

amigos en una asamblea. Sujeta con una cuerda uno de los brazos del cautivo, y por el<br />

extremo de ella lo mantiene a algunos pasos, a fin de no ser herido; y da a su amigo<br />

más querido el otro brazo para que lo sostenga de igual modo. Y los dos, en presencia<br />

de toda la asamblea, lo destrozan a golpes de espada. Hecho esto, lo asan, se lo<br />

comen entre todos, y envían algunos trozos a los amigos ausentes. Y no se lo comen<br />

para alimentarse, como antiguamente hacían los escitas, sino para llevar la venganza<br />

hasta el último extremo. Seguramente ésta y no otra es la razón que lo llevaba a actuar<br />

de este modo. He aquí la prueba: al advertir que los portugueses, aliados de sus<br />

adversarios, al tomarlos prisioneros los enterraban hasta la cintura y les lanzaban luego<br />

gran número de flechas sobre el cuerpo para después ahorcarlos, pensaron que estos<br />

hombres venidos del otro mundo (que habían difundido muchos vicios entre los pueblos<br />

vecinos y eran más expertos que ellos en todo tipo de maldad) no debían perpetrar sin<br />

razón aquel tipo de castigo. Por eso desde entonces abandonaron su antigua forma de<br />

venganza y adoptaron la de los portugueses, ya que pensaron que debía ser más cruel<br />

que la propia.<br />

No dejo de reconocer la barbarie y el horror que supone el comerse al enemigo,<br />

pero sí me sorprende que comprendamos y veamos sus faltas y seamos ciegos para<br />

reconocer las nuestras. Creo que es más bárbaro comerse a un hombre vivo que<br />

comérselo muerto; desgarrar por medio de suplicios y tormentos un cuerpo todavía lleno<br />

de vida, asarlo lentamente, y echarlo luego a los perros o a los cerdos. Esto, no sólo lo<br />

hemos leído, sino que lo hemos visto recientemente, y no es que se tratara de antiguos<br />

enemigos, sino de vecinos y conciudadanos, con el agravante de que para cometer tal<br />

horror quienes lo perpetraron se sirvieron del pretexto de la piedad y la religión 7 . Esto es<br />

más bárbaro que asar el cuerpo de un hombre y comérselo después de muerto.<br />

Crisipo y Zenón, maestros de la secta estoica, opinaban que no había<br />

inconveniente alguno en servirse de nuestros despojos para cualquier cosa que nos<br />

fuera útil, ni tampoco en servirse de ellos como alimento. Cuando nuestros antepasados<br />

7 Montaigne alude aquí a las guerras de religión entre católicos y protestantes que tuvieron lugar<br />

en Francia durante la segunda mitad del siglo XVI (entre 1562 y 1599, año en el que el edicto de<br />

Nantes les puso fin) y de las que él fue testigo. Durante la época de las guerras de religión,<br />

Montaigne, de origen católico, trató de actuar como conciliador entre los dos bandos<br />

enfrentados. (N. del T.)<br />

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