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La hsunción de la Virgen {vigilia y día) (15 de agosto) 1. Arca de la nueva Alianza (ICrón 15,3-4.15-16; 16,1-2 -vigilia-; Ap 11,19a; 12,1.3-6a.lO-día-) Las dos primeras lecturas (Vigilia y Día) hacen referencia al arca. Encerrada en su interior, la voluntad expresada por Yavé para su pueblo. Algo tan propio del Señor, sus «quereres», en el seno de aquella arca venerada. No fue difícil encontrar el paralelismo entre el arca y su contenido con María y la fecundidad divina de su seno. En la piedad popular, así la llamamos en las letanías: «Arca de la nueva alianza». El traslado del arca al lugar que Dios le había asignad es causa de una especial alegría-, cantos festivos, instru mentos, arpas, cítaras, platillos... Y el arca fue colocada en el centro de la tienda. Se nos va la mirada hacia el defi tivo lugar: María, colocada como arca de la nueva alianza en el corazón mismo de la morada de Dios, el cielo (Vigilia). Ligada con el arca de la alianza, la mujer, «figura portentosa», rodeada de todos los atributos de majestad y belleza: vestidos, diademas... Lo creado está a su servi-
ció: su vestido, el sol; su corona, doce estrellas; como pedestal, la luna. Pero el Apocalipsis subraya más la misión de la mujer. Dar a luz un niño. Niño esperado, pero amenazado; niño, suyo, pero entregado: «Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios». Una vez en su lugar, la mujer desaparece discretamente, huyó al desierto, después de haber dejado para todos el fruto de sus entrañas. 2. «La muerte ha sido absorbida en la victoria» (ICor 15,54-57-vigilia-; ICor 15,20-27a -día-) Dos textos de la primera Carta a los corintios girando en torno a la misma temática: la resurrección de ]esús. Y es qu la asunción de María no es sino una participación anticipad en la gloria del Resucitado. El marco de la Asunción es la Resurrección de Jesús. Para María, «esto corruptible» se «ha revestido ya de inmortalidad» y se ha cumplido en ella de manera definitiva la afirmación de san Pablo: «La muerte ha sido absorbida en la victoria». Una victoria que nos es dada a todos: «Dios nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo». Por él también se la dio a María Sin él nada hubiera sido posible. Ella es la primera incorporada al triunfo total de Jesús. Pero, nosotro no somos meros espectadores y cantores de aquella obra de la gracia. Somos también «implicados»: «Dios nos da la victoria». Con sus ritmos, pero la asunción de María es también «nuestra victoria» (Vigilia). Porque, igual que para María, también para nosotros, Cristo resucitado es primicias. En esas primicias ya estamos todos consagrados. María ya ha obtenido la pleni-
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a Palabra leditación y poesía (ci
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Pedro laramillo Rivas, sacerdote de
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Primer domingo de Adviento 1. Un ca
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La vigilia preocupada de Noé lo sa
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Con el Espíritu del Señor, habrá
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Retoño salvador Del tocón de Jes
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Novedad maravillosa que, en medio d
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El Señor está cerca i Cómo emula
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NAVIDAD «Un niño nos ha nacido-,
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Envuelto en pañales Fueron cuarent
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Latido de eternidad Cronos saca hoy
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Germinó la Palabra Germinó la Pal
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Caminar tras la estrella Ni el perf
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la prisión, y de las mazmorras a l
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El siervo es el Hijo Llega la Navid
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Miércoles de Ceniza 1. «La bendic
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entregada; ni nacer ayuno que ser p
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de estar desnudos por dentro es una
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Vivir en el desierto Saltar al suel
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Desde Ur al Tabor ¡Transfigurar la
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2. «La esperanza no defrauda» (Ro
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El agua que no cesa \ laz brotar de
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porque no estaba previsto que entra
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De la noche a la luz Juzga Tú mi p
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mente contra la muerte y «vuestra
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La esperanza enamorada Desde el cal
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1. La ayuda del Señor (Is 50,4-7)
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es pregunta burlona de enemigos , e
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jueves Santo {en la Cena del Señor
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3. «Los amó hasta el extremo» (J
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1. Varón de dolores (Is 52,13-53,1
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Vigilia Pascual 1. Noche de vela (e
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2. Una resurrección «compartida»
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Soledad y silencio Soledad y silenc
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Domingo de Resurrección 1. «Nos l
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Tercer domingo de Pascua 1. Un resu
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3. En Jesús, camino, verdad y vida
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Sexto domingo de Pascua 1. Se rompe
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modo diferente a la que habían exp
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1. Misión y testimonio (He 1,1-11)
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por una seguridad inquebrantable:
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Pentecostés 1. Las maravillas de D
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La Santísima Trinidad 1. Dios, com
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TIEMPO ORDINARIO El humilde caminar
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Luz de las naciones Ya está el «S
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en tu presencia como se gozan al se
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Una luz les brilló Siempre hay alg
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La pobreza integral El «resto» ci
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el gesto amenazador y la maledicenc
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Sal y luz del servicio Tú, que bus
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Saber elegir ¡La libertad! Ese vit
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La razón del amor El odio es Satan
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La angustia del mañana Cierto. Es
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mentira» (designación de los fals
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Los dos caminos ¡Lo sé, Señor, l
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Más que los gorriones No sé si po
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aquella anciana y rica mujer de Sun
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2. Nuestra deuda es con el Espírit
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Un rey manso y humilde El Rey de Pa
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sin ella, quedarían en el misterio
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la Palabra no se encuentra asegurad
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¡Esperad a la siega! Si con el pec
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La escucha de la Palabra alimenta p
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Panes y peces Te afanas por el pan,
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Caminar sobre el agua Escala hasta
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Los hijos y los perros «Porque rig
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Las llaves del Reino ¿Quién dices
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La respuesta comienza a hacerse fie
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Negarse a sí mismo ¡Acoged la pal
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La corrección fraterna El amor es
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Perdonar... Ser perdonado Perdonar
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2. El dilema de partir o de quedars
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Un denario de amor ¡Regresar a la
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