jaramillo, pedro - l..

Transfiguración del Señor
(6 de agosto)
1. Miles y miles le servían
(Dan 7,9-10.13-14)
La Transfiguración es anticipo de la gloria del Resucitado.
Aquel «entreven) lo definitivo de quien estaba conviviendo
con los suyos, en la asumida condición de «ser uno
de tantos».
Se nos presenta la visión de Daniel. Aquella figura misteriosa,
como hijo de hombre, como ser humano elevado
a la gloria del Altísimo, no es una figura en solitario. La
escena tiene sabor y expresión de multitud. Todo da a
entender que alguien «adviene» al lugar que le es propio,
en medio de una multitud de redimidos.
El poder y la gloria se le otorgan en medio de los
miles y millones que servían y adoraban al anciano en e
momento de celebrar Consejo. Y el poder no será solamente
sobre aquellos; lo será sobre «todos los pueblos,
naciones y lenguas». Se inaugura el Reino universal y sin
fin de quien está llamado a dominar las naciones.
Más allá del lenguaje imaginativamente apocalíptico
de Daniel, se adivina la llegada del Hombre (el hijo del
hombre) a la morada de Dios, en un acontecimiento de
comunión divino-humana.