jaramillo, pedro - l..

Elias, ni un simple profeta: «Tú eres el Mesías, el Hijo de
Dios vivo». Confesión que, también en Mateo, prepara la
encomienda. En el cuarto evangelio, el pastoreo; en Mateo,
la firmeza a la construcción de la Iglesia naciente. Para
ella, Pedro será roca y, en ella, podrá cerrar y abrir, porque
se le entrega «el poder de las llaves».
Pero ni el pastoreo del cuarto Evangelio, ni el cimiento
de la construcción en Mateo, describiendo el «oficio
de Pedro», suprimen la insustituible presencia de }esús e
Iglesia: Jesús seguirá siendo siempre el Buen Pastor que
conduce al rebaño; y la piedra angular que da consistencia
a la construcción de la Iglesia (Día).
Proclamar el mensaje
Proclama el firmamento tu mensaje
e inunda su pregón la tierra entera.
Habla cada profeta a su manera
y da Dios eficacia a su mensaje.
Susurra el viento, el agua y el paisaje...,
grita el día su luz al día y se entera...,
cada noche en su noche es pregonera
con los mudos destellos de su encaje...
Llora Pedro sus torpes negaciones
y su dolor golpea en los rincones
de cada corazón arrepentido.
Ciega Pablo sus ojos a la ciencia
de su origen y extiende la presencia
de Jesús por un mundo pervertido.