jaramillo, pedro - l..

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12.04.2013 Views

Navidad (Misa de medianoche) 1. «Un niño nos ha nacido» (Is 9,1-3.5-6) En medio de las tinieblas alumbra la esperanza En medio de la opresión germina la liberación Todo se inunda de la luz y del gozo que brotan de la presencia de Dios Todos «se gozan en tu presencia» (en metáfora agrícola «Como gozan al segar», en metáfora guerrera «Como se alegran al repartirse el botín») La presencia de Dios destruye la opresión Dios mism quebranta la vara, el yugo, el bastón del opresor Una opresión ejercida hace, estrépito y empapa de sangre los vestidos Y una opresión castigada «Serán combustible, pasto del fuego» En medio de tanta violencia, es entrañable la señal «U niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado» Un niño con atributos de Dios, porque lo es Un niño con misión Salvador para sostener y consolidar el Reinado nuevo de David «con la justicia y el derecho», en cumplimiento de promesas que tienen a Dios por autor «El celo del Señor lo realizará»

2. «Ha aparecido la gracia de Dios» (Tit 2,11-14) La gracia de Dios aparece en-carnada y en pleno dinamismo: «Trae la salvación para todos los hombres». El nacimiento de Jesús es el más logrado momento de una historia de gracia y de gracias. La gracia que jamás nadie hubiera pensado. Pero ha aparecido. Ha tenido historia y un destino concretos. Su aparición se hace nacimiento visible de un niño. Se hace historia real y concreta de un hombre. Se hace entrega generosa que lleva a la muerte. Se hace rescate de resurrección y de vida. Y se hace promesa de vuelta en comunión solidaria con todos. No puede el hombre olvidar su inmersión en esta histo de gracia. La espera de «la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo» da al conjunto de la vida una tensión salvadora. Y al gozo entrañable del recuerdo del nacimiento del Niño se une la gracia de una existencia nueva: «Llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa». Una vida en espera: el Señor vino y vendrá. Venidas de Dios la historia del hombre. Expresión permanente de su gran amor que nos lleva a re-nacer y a esperar. 3. «Os ha nacido un Salvador» (Le 2,1-14) Promesa (primera lectura) y cumplimiento (evangelio) lleno de desconcierto. La espera mesiánica había engrandecido las señales de la aparición. El cumplimiento ahonda la realidad que se muestra y envuelve las señales en una chocante pobreza.

Navidad<br />

(Misa de medianoche)<br />

1. «Un niño nos ha nacido»<br />

(Is 9,1-3.5-6)<br />

En medio de las tinieblas alumbra la esperanza En medio<br />

de la opresión germina la liberación Todo se inunda<br />

de la luz y del gozo que brotan de la presencia de Dios<br />

Todos «se gozan en tu presencia» (en metáfora agrícola<br />

«Como gozan al segar», en metáfora guerrera «Como se<br />

alegran al repartirse el botín»)<br />

La presencia de Dios destruye la opresión Dios mism<br />

quebranta la vara, el yugo, el bastón del opresor Una<br />

opresión ejercida hace, estrépito y empapa de sangre los<br />

vestidos Y una opresión castigada «Serán combustible,<br />

pasto del fuego»<br />

En medio de tanta violencia, es entrañable la señal «U<br />

niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado» Un niño<br />

con atributos de Dios, porque lo es Un niño con misión<br />

Salvador para sostener y consolidar el Reinado nuevo de<br />

David «con la justicia y el derecho», en cumplimiento de<br />

promesas que tienen a Dios por autor «El celo del Señor<br />

lo realizará»

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