jaramillo, pedro - l..

Redención que, sin distinciones, alcanza a todo aquel
que, en y desde la fe, responde con apertura a la llamada
de Dios.
3. «Obras son amores, y no buenas razones»
(Mt 7,21-27)
«Escuchar la Palabra y ponerla en práctica» es la dinámica
que ¡esús pide a sus discípulos. Una respuesta de meras p
labras, aunque sean tan sagradas como el Nombre del Señor,
no vale para nada. Se precisa la respuesta de las obra
«Cumplir la voluntad del Padre que está en el cielo».
De una buena armonización de estas dos dimensiones
depende la consistencia de la construcción creyente. No
«haber profetizado en nombre de Jesús, de haber echado
demonios en su nombre, o en su nombre haber hecho
milagros». Los que simplemente se quedan en eso, escuchan
palabras duras de labios de Jesús: «¡Malditos, no
os conozco!».
La casa sobre roca y la casa sobre arena son imágene
cuentes. Está, en efecto, en juego la consistencia madura
del creyente. Sólo escuchando y practicando, puede
el creyente considerarse en camino. La escucha sin la
práctica es construcción sobre arena («pan para hoy y
hambre para mañana»).
¡Qué bueno sería cumplir el propósito al que nuestro
soneto invita!: «Endereza mis pasos peregrinos/y..., pues
decir "Señor" no es lo certero,/ haré de tu voluntad con
todo esmero/ tratando de encauzar mis descaminos».