JESUS y EL ESPIRITU

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88 Jesús y el Espirita carismáticos (Mt 7, 22 s.) 21 hace muy improbable que Mateo quisiera apartarse de su camino para poner de relieve el cotejo entre Jesús y los entusiastas 22. e) Si es difícilmente probable que Mateo quisiera cambiar «dedo» por «Espíritu» es completamente posible que Lucas cambiara el Espíritu» de Q por «dedo», a pesar de su inclinación por las referencias al «Espíritu», pues aunque Lucas no tiene la misma tipología señalada por Moisés, como Mateo, él tiene una clara y distintiva tipología del Exodo 23. Bien puede ser la consecuencia que Lucas prescinda de una referencia original Q al Espíritu (como él hace en Le 20, 42 y quizá también en 21, 15) en orden a proponer una semejanza entre los milagros que liberaron a Israel de la esclavitud (Ex 7, 4 s.; 8, 19; 9, 3. 15) y los milagros por los que el «hombre fuerte» del nuevo Exodo expolió a Satán de sus cautivos (Le 11, 19-22). De modo semejante, él utiliza la metáfora casi idéntica, «mano del Señor» (ef. más adelante), en diversos pasajes de los Hechos donde «Espíritu» pudo haber sido como más apropiado (Heh 4, 28 ss.; 11, 21; 13, 11). d) Una cuestión más especulativa brota de las tres etapas de la perspectiva de Lucas sobre la Historia de la Salvación. He sugerido en otra parte 24, que Lucas pensó que en esta segunda etapa, el período del ministerio de Jesús, éste fue el único horn- 21. A. FRIIlRICHSEN, The Problem 01 Miracle in Primitive Cbristianity, 1925, ET Augsburg 1972, 147·52; E. KASEMANN, NTQT 83 s.; G. Barth en Bornkann-Barth-HeTd 159-64. Pero este texto no se debería interpretar, con todo, en el sentido de que Mateo fuera anticarismático; véase E. SCHWEIZER, Observanee 01 the Law and Charismatie Aetivity in Matthew, NTS 16 (1969.70) 213-30. 22. Cf. 7, 22 - to so onómati daimónia exebálomen; 12, 28 - en pneúmati tbeoú ego ekbálló td daímónía. 23. Le 1, 67 ss.; 2, 30 (d. Is 52, 10); 2, 38 (d. Is 52, 9); 12, 32 (

La experiencia de Jesús acerca de Dios. El Espíritu 89 bre ungido por el Espíritu, aunque todavía no era Señor del Espíritu (una autoridad que vino sólo con la exaltación y Pentecostés, Hch 2, 33). Lucas puede, en consecuencia, haber dudado en utilizar una frase que podría ser mal interpretada para significar que el Espíritu estaba ya antes de Pentecostés, subordinado a Jesús; que el Espíritu, incluso durante su ministerio terreno, era meramente el instrumento de la voluntad de Jesús 25. Debo confesar que encuentro difícil obtener una opinión definitiva sobre si «Espíritu» o «dedo» fue 10 original en Q, aunque las consideraciones arriba aducidas parecen, ciertamente, inclinar la balanza en favor de «Espíritu» 26. Sin embargo, la cuestión puede ser demasiado académica, puesto que, de hecho, los dos conceptos son sinónimos. «Espíritu» y «mano del Señor» (dedo de Dios, d. Ex 3, 20; 8, 19)27 son utilizados como conceptos equivalentes en numerosas ocasiones del Antiguo Testamento (Ez 3, 14; 8, 1-3; 37, 1; d. Sal 8, 3; 33,6; 1 R 18, 12 con 2 R 2, 16; 1 Crón 28, 12, con 28, 19; t, 8, 11) 28. Esto es natural, ya que ambos son modos de describir la acción poderosa de Dios. La ecuación, dedo de Dios = poder de Dios = Espíritu de Dios, es lo único que surge directamente de la comprensión hebraica de la acción de Dios (cf. más adelante nota 31), Y 10 único que fue obvio a Mateo o a Lucas cuando alteró la Q original. Así, cualquiera que sea el lenguaje preciso de Q en este punto, su significado es totalmente claro: Jesús reclamaba que sus exorcismos eran realizados por el poder de Dios. 25. A esto se pudiera deber también la supresión del ego en 11, 20; "e trata de algo textualmente incierto, pero lo más probable es que el ego no es original. 26. Cf. C. S. RODD, Spirit or Finger, ExpT 72 (1960-61) 157 s.; ]. E. YATES, Lukés Pneumatology and Luke 11, 20, en Studia Eoangeiiea U-1, 1964, 295-99; R. G. HAMERTON-KELLY, A Note on Mattbew 12, 28 par. Luke 11, 20, NTS 11 (1964-65) 167 ss. 27. LOVESTAM 36 s,; H. WINDISCH, [esus und der Geist naeb synoptiseber Überliejerung, en Studies in Early Cbristianity, ed. S. ]. Case, New York 1928, 229, muestra que como quiera que fuera a Moisés se le consideraba pneumático (d. AssMos 11, 16; FILÓN, VitMos 2, 37 ss.). Más al caso vendría Filón, MutNom 120. 28. C. K. BARRETT, Holy Spirit 63; HAMERTON-KELLY 168 s.; G. R. BEASLEy·MuRRAY, [esus and tbe Spirit, en Mélanges Bibliques en bommage au R. P. Béda Rigaux, ed. A. Descamps - A. de Halleux, Gembloux 1970,469 s.

La experiencia de Jesús acerca de Dios. El Espíritu 89<br />

bre ungido por el Espíritu, aunque todavía no era Señor del<br />

Espíritu (una autoridad que vino sólo con la exaltación y Pentecostés,<br />

Hch 2, 33). Lucas puede, en consecuencia, haber dudado<br />

en utilizar una frase que podría ser mal interpretada para significar<br />

que el Espíritu estaba ya antes de Pentecostés, subordinado<br />

a Jesús; que el Espíritu, incluso durante su ministerio terreno,<br />

era meramente el instrumento de la voluntad de Jesús 25.<br />

Debo confesar que encuentro difícil obtener una opinión definitiva<br />

sobre si «Espíritu» o «dedo» fue 10 original en Q, aunque<br />

las consideraciones arriba aducidas parecen, ciertamente, inclinar<br />

la balanza en favor de «Espíritu» 26. Sin embargo, la cuestión<br />

puede ser demasiado académica, puesto que, de hecho, los dos<br />

conceptos son sinónimos. «Espíritu» y «mano del Señor» (dedo<br />

de Dios, d. Ex 3, 20; 8, 19)27 son utilizados como conceptos<br />

equivalentes en numerosas ocasiones del Antiguo Testamento (Ez<br />

3, 14; 8, 1-3; 37, 1; d. Sal 8, 3; 33,6; 1 R 18, 12 con 2 R<br />

2, 16; 1 Crón 28, 12, con 28, 19; t, 8, 11) 28. Esto es natural,<br />

ya que ambos son modos de describir la acción poderosa de<br />

Dios. La ecuación, dedo de Dios = poder de Dios = Espíritu de<br />

Dios, es lo único que surge directamente de la comprensión hebraica<br />

de la acción de Dios (cf. más adelante nota 31), Y 10 único<br />

que fue obvio a Mateo o a Lucas cuando alteró la Q original.<br />

Así, cualquiera que sea el lenguaje preciso de Q en este punto,<br />

su significado es totalmente claro: Jesús reclamaba que sus exorcismos<br />

eran realizados por el poder de Dios.<br />

25. A esto se pudiera deber también la supresión del ego en 11, 20;<br />

"e trata de algo textualmente incierto, pero lo más probable es que el ego<br />

no es original.<br />

26. Cf. C. S. RODD, Spirit or Finger, ExpT 72 (1960-61) 157 s.; ].<br />

E. YATES, Lukés Pneumatology and Luke 11, 20, en Studia Eoangeiiea<br />

U-1, 1964, 295-99; R. G. HAMERTON-K<strong>EL</strong>LY, A Note on Mattbew 12, 28<br />

par. Luke 11, 20, NTS 11 (1964-65) 167 ss.<br />

27. LOVESTAM 36 s,; H. WINDISCH, [esus und der Geist naeb synoptiseber<br />

Überliejerung, en Studies in Early Cbristianity, ed. S. ]. Case, New<br />

York 1928, 229, muestra que como quiera que fuera a Moisés se le<br />

consideraba pneumático (d. AssMos 11, 16; FILÓN, VitMos 2, 37 ss.).<br />

Más al caso vendría Filón, MutNom 120.<br />

28. C. K. BARRETT, Holy Spirit 63; HAMERTON-K<strong>EL</strong>LY 168 s.; G. R.<br />

BEASLEy·MuRRAY, [esus and tbe Spirit, en Mélanges Bibliques en bommage<br />

au R. P. Béda Rigaux, ed. A. Descamps - A. de Halleux, Gembloux<br />

1970,469 s.

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