JESUS y EL ESPIRITU

La experiencia de Jesús acerca de Dios. La filiación 69
una conviccion en las comunidades más primitivas, no tanto
como «el Hijo del Hombre» y «Mesías». La otra posibilidad, en
consecuencia, reaparece, a saber, que la filiación de Jesús fue un
aspecto de su propia enseñanza, que se deja bastante tiempo
en barbecho en las comunidades cristianas primitivas.
En segundo lugar, la tesis del origen pospascual no logra explicar
por qué la línea segunda se caracterizaría como parte de
la interpretación de los versículos 25 s. «Nadie conoce al Hijo
sino el Padre». Esto acentúa la incapacidad de conocer al Hijo,
pues no hay revelación sobre El. Más bien, las comunidades más
primitivas fueron seguramente más conscientes de su elección
especial en cuanto receptoras de la nueva revelación sobre Jesús
(su Mesianismo, tal vez ya su Señorío, d. 1 Co 16, 22, Y su
dignidad del Hijo del Hombre. Hoffmann) 121. El hecho de que
el versículo 27 hable más de la revelación referente al Padre
que de la revelación referente al Hijo sugiere nuvamente un
origen prepascual de la expresión, más bien que pospascual I".
En resumen, ¿podemos utilizar Mt 11, 27, como prueba de
la propia comprensión de Jesús? Algunos quieren abandonarlo de
una vez como especulación pospascual. Otros quieren percibir
que la distancia entre el propio conocimiento de la oración-abba
de Jesús y lo de Mt 11, 27 no se extiende más allá de la Pascua.
Por mi parte, confieso que permanezco indeciso. No es ciertamente
imposible que Jesús haya pronunciado estas palabras, pero
la prueba es tal que nos quedamos sólo con la posibilidad. Su
testimonio, por consiguiente, no debiera ser totalmente ignorado,
pero sería imprudente construir algo importante sobre él. Podemos
resumir este testimonio comparándolo con nuestras opiniones
anteriores.
1) Jesús oró a Dios como Padre, reconociendo conocer a Dios.
En la tradición hebrea el conocimiento en el contexto de la relación
personal «no significa el conocimiento contemplativo de los
sabios, sino una percepción que incluye siempre, al mismo tiem-
121. Cf., en especial, Mc 9, 9; 1 Cor 2, 6-16; Gál 1, 12. 15 s.: 1 Tes
1, 10.
122. Cf. el famoso dicho de A. HARNACK, What is Christianity, conferencia
8: «El evangelio, según lo proclamé Jesús, tiene que ver únicamente
con el Padre y no con el Hijo», Sin embargo, la sugerencia de
B. M. F. VAN IERsEL 152-57 en el sentido de que v. 27 procede de un
contexto en el que la autoridad de Jesús había sido puesta en duda
(Mt 13. 54-56; d. Mc 6, 2 s.), no tiene en cuenta que v. 27 depende
de vv . 25 s.