JESUS y EL ESPIRITU

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Cosclusián 559 3, 1). Puede ser que «supervisores» sea otro término para designar a los «presbíteros» (sinónimos en el catolicismo primitivo), pues de lo contrario sería más bien extraño el silencio absoluto sobre los presbíteros en 1 Tm 3 (d. también Tt 1, 5 ss.); otra posible alternativa es que los supervisores se designaran entre los presbíteros para una función directiva concreta (1 Tm 3, 4s.). Ni las funciones de los supervisores ni las de los diáconos se especifican claramente, pero la presentación de 1 Tm 3 sugiere que los diáconos eran oficiales subordinados 7. Es digno también de tenerse en cuenta que una organización reconocida de viudas tal y como la encontramos normalmente en el segundo siglo cristiano, parece que estaba ya bien establecida en Efeso (1 Tm 5, 3-16) 8. 3) No menor consideración merece la posición de Timotea y Tito. No resulta claro cuál era su relación concreta con las comunidades respectivas de Efeso y Creta, pero no hay duda de que están por encima de presbíteros, supervisores y diáconos. Quizás lo más sorprendente de todo es que las cartas se dirigen exclusivamente a ellos, de modo que parece que era suya la responsabilidad principal en cuanto a la regulación de los asuntos de la comunidad 9; en especial, las cartas dan por supuesto que Timoteo y Tito ejercen una autoridad que Pablo jamás ejerció ni directamente ni a través de sus colaboradores inmediatos (1 Tm 5, 17-22; Tt 1,5; d. 2 Tm 2,2; véanse, por el contrario, 1 Ca 4, 17; 16, 15-18; Col 4, 7 s.; 1 Ts 5, 12 ss.) lO. Desde el punto de vista de nuestro estudio lo más importante de todo es el modo cómase ha modificado el concepto paulino de charisma. Grau resaltó tres aspectos dignos de comentario 11: a) el término charisma ya no parece referirse a una gran variedad de servicios, a las palabras y acciones concretas que los creyentes deberían, y se les invita a ello, aportar para provecho de todos. En las Pastorales el término charisma se usa únicamente referido 7. Así con toda firmeza KELLY, Pastorals, 13. 8. IGNACIO, Smyrn, 13, 1; Polyc, 4, 1; POLICARPO, Pbil 4, 3; HERl.iANS, Vis. 2, 4, 3; TERTULIANO, De VirgVel, 9; de Pudo 9; véase también LUCIANO, Peregr. 12. 9. Cf. N. Bsox, Amt, Kircbe und Tbeologie in der nacbapostolischen Epocbe -Die Pastoralbrieie, en Gestalt und Ansprucb des Neuen Testament, ed. J. Schreiner, Würzburg 1969, 120 ss. 10. Para una discusi6n más detallada véase especialmente J. ROLOFF, Apostolat, cap. 5; H. MAEHLUM, Die VoUmacht des Timotheus nacb den Pastoralbriefen, Base! 1969. 11. F. GRAU, 80-89.

Cosclusián 559<br />

3, 1). Puede ser que «supervisores» sea otro término para designar<br />

a los «presbíteros» (sinónimos en el catolicismo primitivo),<br />

pues de lo contrario sería más bien extraño el silencio absoluto<br />

sobre los presbíteros en 1 Tm 3 (d. también Tt 1, 5 ss.); otra<br />

posible alternativa es que los supervisores se designaran entre los<br />

presbíteros para una función directiva concreta (1 Tm 3, 4s.).<br />

Ni las funciones de los supervisores ni las de los diáconos se<br />

especifican claramente, pero la presentación de 1 Tm 3 sugiere<br />

que los diáconos eran oficiales subordinados 7. Es digno también<br />

de tenerse en cuenta que una organización reconocida de viudas<br />

tal y como la encontramos normalmente en el segundo siglo cristiano,<br />

parece que estaba ya bien establecida en Efeso (1 Tm 5,<br />

3-16) 8. 3) No menor consideración merece la posición de Timotea<br />

y Tito. No resulta claro cuál era su relación concreta con las<br />

comunidades respectivas de Efeso y Creta, pero no hay duda de<br />

que están por encima de presbíteros, supervisores y diáconos.<br />

Quizás lo más sorprendente de todo es que las cartas se dirigen<br />

exclusivamente a ellos, de modo que parece que era suya la responsabilidad<br />

principal en cuanto a la regulación de los asuntos<br />

de la comunidad 9; en especial, las cartas dan por supuesto que<br />

Timoteo y Tito ejercen una autoridad que Pablo jamás ejerció<br />

ni directamente ni a través de sus colaboradores inmediatos (1 Tm<br />

5, 17-22; Tt 1,5; d. 2 Tm 2,2; véanse, por el contrario, 1 Ca<br />

4, 17; 16, 15-18; Col 4, 7 s.; 1 Ts 5, 12 ss.) lO.<br />

Desde el punto de vista de nuestro estudio lo más importante<br />

de todo es el modo cómase ha modificado el concepto paulino de<br />

charisma. Grau resaltó tres aspectos dignos de comentario 11:<br />

a) el término charisma ya no parece referirse a una gran variedad<br />

de servicios, a las palabras y acciones concretas que los creyentes<br />

deberían, y se les invita a ello, aportar para provecho de todos.<br />

En las Pastorales el término charisma se usa únicamente referido<br />

7. Así con toda firmeza K<strong>EL</strong>LY, Pastorals, 13.<br />

8. IGNACIO, Smyrn, 13, 1; Polyc, 4, 1; POLICARPO, Pbil 4, 3; HERl.iANS,<br />

Vis. 2, 4, 3; TERTULIANO, De VirgVel, 9; de Pudo 9; véase también<br />

LUCIANO, Peregr. 12.<br />

9. Cf. N. Bsox, Amt, Kircbe und Tbeologie in der nacbapostolischen<br />

Epocbe -Die Pastoralbrieie, en Gestalt und Ansprucb des Neuen Testament,<br />

ed. J. Schreiner, Würzburg 1969, 120 ss.<br />

10. Para una discusi6n más detallada véase especialmente J. ROLOFF,<br />

Apostolat, cap. 5; H. MAEHLUM, Die VoUmacht des Timotheus nacb den<br />

Pastoralbriefen, Base! 1969.<br />

11. F. GRAU, 80-89.

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