JESUS y EL ESPIRITU
JESUS y EL ESPIRITU JESUS y EL ESPIRITU
500 Jesús y el Espíritu vivo. Tales metáforas representan más bien el producto de una experiencia grande y profunda. En ellas es una profunda y variada experiencia de Dios la que se esfuerza y lucha por encontrar una expresión adecuada. Algo definitivo ha tenido lugar, algo realmente nuevo e inimaginable, algo que eleva la vida del creyente a un nivel de existencia totalmente nuevo. En realidad, uno no echa mano de metáforas como liberación, creación, nacimiento, matrimonio y muerte para referirse a acontecimientos de vida diaria, sino que se utilizan para referirse a sucesos irrepetibles, realidades que imprimen su impronta a toda la experiencia ulterior de la realidad. No hay verso ninguno que se pueda comparar con 2 Ca 5, 17 en cuanto a traducir este sentido de encontrarse ya participando de la novedad del final, el hecho de que se acabaron los estrechos senderos del pasado y se han abierto nuevas perspectivas a escala cósmica. Dice 2 Ca 5, 17: «Cuando uno se une a Cristo, es una nueva creación; lo antiguo se acabó y todo se ha hecho nuevo (tit arcbaia paréltben, idou gégonen kainá) 39. Sería interesante el detenerse algo más y dejar que algunas de estas metáforas de una época distante nos dejaran ver más plenamente su significado e importancia escatológica, pero el espacio no .nos lo permite. Tenemos que contentarnos con resaltar que en el núcleo de todas estas metáforas se halla la conciencia de una relación radicalmente nueva con Dios) la cual determina el curso entero de la vida a la luz del final inminente. Por otra parte, Pablo jamás permite que la apasionante novedad del «ya» anule la promesa y la advertencia del todavía no. Pablo no consiente jamás que disminuya la tensión entre esos dos aspectos. Esto se ve con suficiente claridad por el modo cómo utiliza las mismas metáforas. La mayoría de las veces prefiere referirse al creyente como ya justificado (por ejemplo, Rm 5, 1), pero en Ga 5, 5 habla de la justificación como algo que se sigue aguardando y esperando. En un sentido los creyentes tienen ya la redención (Rm 3, 24; Ef 1, 7; Col 1, 14), siendo al mismo tiempo cierto que sigue aguardando la redención, o sea, la redención del cuerpo (Rm 8, 23; Ef 1, 14; 4, 30). La salvación es esencialmente algo escatológico, algo que se sigue esperando; salvación pertenece al todavía no (ejemplo, Rm 5, 9 s.; 13, 11; 1 Ts 5, 8 s.), por eso sorprende tanto el uso del presente del verbo en 1 Ca 1, 18; 15, 2; 2 Co 2, 15: los creyentes están 39. Cf. H. WINDISCH, 2 Ca 189 s.; C. K. BARRET, 2 Ca 173 ss.
El Espíritu de Jesús 501 siendo salvados. Al mismo tiempo Pablo puede exclamar: «¡Ahora es el día de salvación!» (2 Co 6, 2) (resulta inconfundible la excitación y la urgencia de estas palabras) y en El 2, 5. 8 puede hablar de los cristianos como de quienes han sido salvados (en perfecto) 40. Dicho con otras palabras, la salvación es un proceso continuo, ya comenzado y con decisión (d. Flp 1, 6). En cierto sentido es innegable también que los creyentes se «han revestido» ya de Cristo (Ca 3, 27); pero en Rm 13, 14 Pablo exhorta a sus lectores a que se «revistan del Señor Jesucristo» como algo no conseguido aún plenamente (d. también Col 3, 9 s.). Es innecesario desarrollar este punto, pero quizás merezca la pena el ilustrarlo algo más a la luz de tres de las metáforas más llamativas. 1) Adopción (hyothesía) es uno de los mejores ejemplos del carácter de «ya-pero todavía no» de la vida actual del creyente, porque Pablo usa el mismo término en los dos sentidos diferentes con sólo unos versos entre uno y otro. Rm 8, 15: «Que no habéis recibido el espíritu de siervos para recaer en el temor, antes habéis recibido (en aoristo) el espíritu de adopción (pneuma byotbesiasí», Y en Rm 8,23 escribe: «Lo mismo que la creación nosotros también «gemimos dentro de nosotros mismos suspirando por la adopción (hyothesían)>> 41. 2) En dos pasajes de Pablo se emplea apropiadamente la metáfora del matrimonio. 1 Ca 6, 17: así como la unión entre hombre y mujer los hace una sola carne, 10 propio ocurre en la unión entre el creyente y su Señor, los hace un solo Espíritu (d. p. 501). Pero en 2 Ca 11, 2 Pablo compara la conversión no tanto con el matrimonio cuanto más bien con los desposorios; la vida del creyente sobre la tierra se parece a la continua preparación para el matrimonio mismo que todavía no ha llegado. Más sorprendente todavía es El 5, 25-27: la limpieza espiritual que llega mediante el evangelio se parece al baño de desposorios que la novia toma antes de la ceremonia nupcial. La Iglesia es como una novia purificada V en camino hacia la ceremonia nupcial que tendrá lugar en la parusía 42. 3) Finalmente, notemos que mientras en la carta a los colosenses Pablo llega a hablar gozosamente de la resurrección coino algo ya alcanzado por el cristiano, puesto que participa en 40. Aunque esta diferencia de perspectiva pueda indicar que es de un autor posterior a Pablo; véase también luego § 57, 2. 41. Cf. E. SCHWEIZER, TDNT 8, 399. 42. Cf. R. A. BATEY, New Testament Nuptial Imagery, Leiden 1971, 29.
- Page 449 and 450: El cuerpo de Cristo 449 te... » 10
- Page 451 and 452: El cuerpo de Cristo 451 tampoco olv
- Page 453 and 454: El cuerpo de Cristo 4JJ Co 14, 30 1
- Page 455 and 456: El cuerpo de Cristo 455 Resumiendo,
- Page 457 and 458: El cuerpo de Cristo 457 2) Dado que
- Page 459: El cuerpo de Cristo 459 48.3. ¿Ade
- Page 462: 462 Jesús 'Y el Espíritu autorida
- Page 465 and 466: El cuerpo de Cristo 465 (compañero
- Page 467 and 468: El cuerpo de Cristo 467 llegaron a
- Page 469 and 470: El cuerpo de Cristo '469 gua 1@. Po
- Page 471 and 472: El cuerpo de Cristo 471 49. La auto
- Page 473 and 474: El cuerpo de Cristo de su culto, co
- Page 476 and 477: 476 Jesús y el Espíritu de la per
- Page 478 and 479: 478 Jesús y el Espíritu 5, 11) 19
- Page 480 and 481: 480 Jesús y el Espíritu Estos son
- Page 482 and 483: 482 Jesús y el Espíritu máticos
- Page 484 and 485: 484 Jesús y el Espíritu una dial
- Page 487 and 488: 51. Introducción 9 El Espíritu de
- Page 489 and 490: El Esplritu de Jesús 489 ferentes
- Page 491 and 492: El Espíritu de Jesús 491 humanida
- Page 493 and 494: El Espíritu de [esús 493 nos dé
- Page 495 and 496: El Espíritu de Jesús 495 figuran
- Page 497 and 498: El Espíritu de Jesús 497 que las
- Page 499: El Espíritu de Jesús 499 hablan d
- Page 504 and 505: 504 Jesús y el Espíritu Así que
- Page 506 and 507: 506 Jesús y el Espíritu del creye
- Page 508 and 509: 508 ] esús y el Espíritu corazón
- Page 510 and 511: 510 Jesús y el Espíritu que sigue
- Page 512 and 513: 512 Jesús y el Espíritu dida por
- Page 514 and 515: 514 Jesús y el Espiritu la luz. To
- Page 517 and 518: El Espíritu de Jesús 517 Pablo de
- Page 519 and 520: El Espíritu de Jesús 519 activida
- Page 521 and 522: El Espíritu de Jesús 521 cionadam
- Page 523: El Espíritu de [esús 523 una real
- Page 526 and 527: 526 Jesús y el Espíritu Jesús es
- Page 528 and 529: 528 Jesús y el Espíritu de la exp
- Page 530 and 531: 530 Jesús y el Espíritu es decir,
- Page 532 and 533: 532 Jesús y el Espíritu a partir
- Page 534 and 535: 534 Jesús y el Espíritu Por tanto
- Page 536 and 537: 536 Jesús y el Espíritu alegría
- Page 538 and 539: 538 Jesús y el Espíritu hijos por
- Page 540 and 541: 540 Jesús y el Espíritu Jesús. N
- Page 542 and 543: 542 Jesús y el Espíritu de sufrim
- Page 544 and 545: 544 Jesús y el, Espíritu puede ma
- Page 546 and 547: 546 f esús y el Espíritu un sufri
- Page 548 and 549: 548 Jesús y el Espíritu Resumiend
El Espíritu de Jesús 501<br />
siendo salvados. Al mismo tiempo Pablo puede exclamar: «¡Ahora<br />
es el día de salvación!» (2 Co 6, 2) (resulta inconfundible la<br />
excitación y la urgencia de estas palabras) y en El 2, 5. 8 puede<br />
hablar de los cristianos como de quienes han sido salvados (en<br />
perfecto) 40. Dicho con otras palabras, la salvación es un proceso<br />
continuo, ya comenzado y con decisión (d. Flp 1, 6). En cierto<br />
sentido es innegable también que los creyentes se «han revestido»<br />
ya de Cristo (Ca 3, 27); pero en Rm 13, 14 Pablo exhorta a sus<br />
lectores a que se «revistan del Señor Jesucristo» como algo no<br />
conseguido aún plenamente (d. también Col 3, 9 s.). Es innecesario<br />
desarrollar este punto, pero quizás merezca la pena el<br />
ilustrarlo algo más a la luz de tres de las metáforas más llamativas.<br />
1) Adopción (hyothesía) es uno de los mejores ejemplos<br />
del carácter de «ya-pero todavía no» de la vida actual del creyente,<br />
porque Pablo usa el mismo término en los dos sentidos<br />
diferentes con sólo unos versos entre uno y otro. Rm 8, 15:<br />
«Que no habéis recibido el espíritu de siervos para recaer en el<br />
temor, antes habéis recibido (en aoristo) el espíritu de adopción<br />
(pneuma byotbesiasí», Y en Rm 8,23 escribe: «Lo mismo que la<br />
creación nosotros también «gemimos dentro de nosotros mismos<br />
suspirando por la adopción (hyothesían)>> 41. 2) En dos pasajes<br />
de Pablo se emplea apropiadamente la metáfora del matrimonio.<br />
1 Ca 6, 17: así como la unión entre hombre y mujer los hace<br />
una sola carne, 10 propio ocurre en la unión entre el creyente y<br />
su Señor, los hace un solo Espíritu (d. p. 501). Pero en 2 Ca<br />
11, 2 Pablo compara la conversión no tanto con el matrimonio<br />
cuanto más bien con los desposorios; la vida del creyente sobre<br />
la tierra se parece a la continua preparación para el matrimonio<br />
mismo que todavía no ha llegado. Más sorprendente todavía es<br />
El 5, 25-27: la limpieza espiritual que llega mediante el evangelio<br />
se parece al baño de desposorios que la novia toma antes de la<br />
ceremonia nupcial. La Iglesia es como una novia purificada V en<br />
camino hacia la ceremonia nupcial que tendrá lugar en la parusía<br />
42. 3) Finalmente, notemos que mientras en la carta a los<br />
colosenses Pablo llega a hablar gozosamente de la resurrección<br />
coino algo ya alcanzado por el cristiano, puesto que participa en<br />
40. Aunque esta diferencia de perspectiva pueda indicar que es de<br />
un autor posterior a Pablo; véase también luego § 57, 2.<br />
41. Cf. E. SCHWEIZER, TDNT 8, 399.<br />
42. Cf. R. A. BATEY, New Testament Nuptial Imagery, Leiden 1971,<br />
29.