JESUS y EL ESPIRITU

El Espíritu de Jesús 499
hablan de la tensión escatológica de su experiencia y la de sus
conversos.
Por una parte, Pablo creía que en la muerte y resurreccion
de Cristo había comenzado el último tramo de la historia de este
mundo, el final inminente había comenzado a influir decididamente
en el curso de la historia 37. Pablo notaba que, como consecuencia
de su encuentro con el Jesús resucitado, alguien, algo del
futuro, el poder del mundo allende la muerte, se había introducido
en su propia experiencia y la había alterado radicalmente.
Si hay algo que pone en claro esto, es decir, esta sensación abrumadora
de la novedad escatológica, es el modo como Pablo busca
un vocabulario para hallar el lenguaje apropiado y las metáforas
adecuadas para expresar esta dimensión totalmente nueva de su
propia experiencia y de sus conversos. Hallamos metáforas provenientes
de los tribunales (justificación), del mercado de esclavos
(redención), del ambiente bélico (reconciliación), de la vida diaria
(salvación= salud; despertar, ponerse vestidos nuevos, invitación
a un banquete); otras metáforas vienen de la vida agrícola (sembrar,
regar, trasplantar, recolección), del comercio y la industria
(sello, pago, cuenta, refinar, edificar), del ambiente religioso (circuncisión,
bautismo, purificación, consagración, unción) y, lo más
importante de todo, también extrae sus metáforas Pablo de los
grandes acontecimientos de la vida y de la historia del mundo
(creación, nacimiento, adopción, matrimonio, muerte, resurrección)
38. La lista podría hacerse más larga.
¿Qué es lo que le llevó a esa gama y variedad de metáforas?
No se debe únicamente a una mente ágil ni a un estilo literario
37. Sobre lo que el «final» significaba para Pablo, véase, por ejemplo,
H. A. A. KENNEDY, Last Things. La importancia de esta creencia para
Pablo se ve muy bien en textos como 2 Ts 2, 1-12; 1 Co 15; 2 Co 5,
1-10; Rm 8, 18-25; 11. Véase lo dicho en § 20, 2 Y d. cap. 2 notas
30. 34.
38. Sería pesada una lista completa. Daré sólo uno o dos ejemplos
en cada caso. Justificación y redención, salvación y revestimiento (véase
después p. 498 s.); reconciliación (2 Co 5, 18-20); despertarse (E! 5, 14);
invitación (1 Co 7, 17-24; Ca 1, 15; 2 Ts 2, 14); sembrar (1 Co 3,
6-8); regar (1 Co 12, 13c); injertar (Rm 11, 17-24); cosecha (Rm 8, 23);
sello y adelanto de pago (2 Co 1, 22); abonamiento (Rm 4, 3-12. 22 ss.);
refinar (Rm 26, 10); edificar (1 Co 3, 10-14); circuncisión (Flp 3, 3);
bautismo (1 Co 12, 13a); purificación y consagración (1 Co 6, 11); unción
(2 Co 1, 21); creación (2 Co 5, 17) (Ca 6, 15); nacimiento (1 Co 4, 15);
adopción (Ca 4, 4 s. }' lo que diremos luego); matrimonio (Rm 7, 1-6
Y después); muerte (Ca 2, 19; Col 3, 3); resurrección (véase luego p.
310).