JESUS y EL ESPIRITU
JESUS y EL ESPIRITU JESUS y EL ESPIRITU
494 Jesús y el Espíritu dios (enthousiasmós); en cuanto éntbeoi se encontraban totalmente en manos del dios, y sus palabras y acciones eran las del dios que hablaba y obraba por medio de ellos 24. No se debería pasar por alto el paralelismo existente entre esa locura y la conducta extática de los corintios (1 Co 14,23: «Estáis locos»; cf. p. 375). Finalmente, y para evitar que se saque la conclusión de que el paralelismo principal existente entre los carismas cristianos y los fenómenos carismáticos del mundo antiguo radican en los elementos éxtasis y entusiasmo, tengo que resaltar que en la antigüedad clásica el conocimiento y anuncio profético eran algo también común (telepatía, clarividencia, conocimiento previo) 25. En especial, permítaseme que llame la atención sobre el paralelismo existente con el discurso inspirado más racional al que Pablo da mucha más importancia que al discurso extático debido precisamente al poder que aquél tiene para convencer (1 Co 14, 24 s.). En este sentido escribe Alcibíades: «Sócrates me hace confesar que no debo vivir como vivo, dando de lado a las necesidades de mi alma» 26. Y hablando de Musonio Rufo, un estoico contemporáneo de Pablo, Epícteto dice: «Hablaba de tal modo que todos y cada uno de los que estábamos sentados allí sentía que, de alguna manera, estaba siendo acusado; tal era su capacidad y su poder de hacernos ver a cada uno su equivocada conducta personal» 27. 52.4. Apolonio de Tiana. Una de las figuras carismáticas más famosas de esta época fue Apolonio de Tiana, personalidad muy interesante para nosotros, puesto que debió de ser casi contemporáneo de Pablo. Puede ser útil el fijarnos en esta figura y esbozar la clase de fenómenos carismáticos que se le atribuyeron por parte de Filóstrato, su biógrafo del s. III 28. Entre esos carismas 24. E. ROHDE, Psycbe, ET Kegan Paul 1925, 255-60 Y cap. 9. Véase también R. REITZENSTEIN, Poimandres, 200 ss.; OEPKE, TDNT 2, 451-54; DODDS, Irrational, 75-80. 25. Véase E. R. DODDS, Supernatural Pbenomena in Classical Antiquity, en The Ancient Concept 01 Progress, Oxford 1973, cap. 10. 26. PLATÓN, Symposion, 215-16. 27. Bncbeiridion, 3, 23, 1, siguiendo la traducción de MOFFATT, 1 Co 224. 28. El texto consultado fue el de F. C. CONYBEARE en la Loeb Classical Library. Sobre las cuestiones de fuentes usadas por Filostrato y su tradición histórica, véase especialmente G. PETZKE, Die Traditionen über Apollonius con Tyana und das Neue Testament, Leiden 1970. Véase tam-
El Espíritu de Jesús 495 figuran curaciones de varias clases, incluyendo exorcismos (lB, 38-40; IV 20; VI 43), Y en una ocasión la resurrección de una niña (IV 45, aunque Filóstrato habla de «su muerte aparente»). Más en la línea de milagros están su entrevista con el espíritu de Aquiles (IV 16), el modo como Apolonio se libró milagrosamente de sus cadenas (VII 38, con ocasión de lo cual, Damis, su compañero se dio cuenta por primera vez de la naturaleza divina y sobrehumana de Apolonio), y su capacidad para trasladarse milagrosamente de un lugar a otro (IV 10; VIII 5. 8. 10-12). Además, Apolonio es un ejemplo de la capacidad levitativa de los brahmanes indios (III 15). En su introducción Filóstrato hace referencia a «los frecuentes presentimientos y profecías de Apolonio» (1 2) e incluye relatos de sueños por los cuales Apolonio era capaz de decir cuál era la voluntad de los dioses (1 23; IV 34), así como varios casos de clarividencia y previsión (IV 18. 43; V 11-13. 18. 24. 30; VI 3. 32; VII 10. 41; VIII 26; d. III 16). Mencionemos, finalmente, su autoridad carismática (1 17 - «sus dichos tienen la impronta de mandatos dados desde un trono»), e igualmente su don de «interpretación de lenguas» (1 19 - «Entiendo todas las lenguas, aunque jamás estudié ninguna»). 52.5. Conclusión. He escogido estos ejemplos muy al azar, sin intentar examinar críticamente esa literatura o los fenómenos mismos. Una cosa así estaría muy fuera de la finalidad de esta obra. Pero lo que sí se debe resaltar es que había gran diversidad de opiniones en el mundo antiguo en lo referente al valor y autenticidad de tales afirmaciones y experiencias. R. M. Grant dice que la «credulidad en la antigüedad era inversamente proporcional al estado de la ciencia y directamente proporcional al influjo religioso» 29; y aunque existían una crítica y un escepticismo de base más o menos filosófico, en especial respecto de los milagros más notables, a partir del siglo VI a. c., esa crítica se las tuvo que ver con la enorme pujanza de la superstición popular. He aquí algunos ejemplos. Dodd cita «el frío juicio de Cicerón para bién la introducción de G. W. BOWERSOCK, a la edici6n Penguin (abreviada 1970). 29. R. M. GRANT, Miracle, 41; véase, además, cap. 4 y 5; E. R. DODDS, Irrational, cap. 6; G. DELLING, Zur Beurteilung des Wunders durch die Antike, en Studien zum Neuen Testament und zum bellenistiscben [udentum, GOttingen 1970, 53-71; A. D. NOCK, Essays, 327.
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dios que hablaba y obraba por medio de ellos 24. No se debería<br />
pasar por alto el paralelismo existente entre esa locura y la conducta<br />
extática de los corintios (1 Co 14,23: «Estáis locos»;<br />
cf. p. 375).<br />
Finalmente, y para evitar que se saque la conclusión de que<br />
el paralelismo principal existente entre los carismas cristianos y<br />
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antigüedad clásica el conocimiento y anuncio profético eran algo<br />
también común (telepatía, clarividencia, conocimiento previo) 25.<br />
En especial, permítaseme que llame la atención sobre el paralelismo<br />
existente con el discurso inspirado más racional al que Pablo<br />
da mucha más importancia que al discurso extático debido precisamente<br />
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En este sentido escribe Alcibíades: «Sócrates me hace confesar<br />
que no debo vivir como vivo, dando de lado a las necesidades de<br />
mi alma» 26. Y hablando de Musonio Rufo, un estoico contemporáneo<br />
de Pablo, Epícteto dice: «Hablaba de tal modo que todos<br />
y cada uno de los que estábamos sentados allí sentía que, de<br />
alguna manera, estaba siendo acusado; tal era su capacidad y su<br />
poder de hacernos ver a cada uno su equivocada conducta personal»<br />
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52.4. Apolonio de Tiana. Una de las figuras carismáticas más<br />
famosas de esta época fue Apolonio de Tiana, personalidad muy<br />
interesante para nosotros, puesto que debió de ser casi contemporáneo<br />
de Pablo. Puede ser útil el fijarnos en esta figura y esbozar<br />
la clase de fenómenos carismáticos que se le atribuyeron por<br />
parte de Filóstrato, su biógrafo del s. III 28. Entre esos carismas<br />
24. E. ROHDE, Psycbe, ET Kegan Paul 1925, 255-60 Y cap. 9. Véase<br />
también R. REITZENSTEIN, Poimandres, 200 ss.; OEPKE, TDNT 2, 451-54;<br />
DODDS, Irrational, 75-80.<br />
25. Véase E. R. DODDS, Supernatural Pbenomena in Classical Antiquity,<br />
en The Ancient Concept 01 Progress, Oxford 1973, cap. 10.<br />
26. PLATÓN, Symposion, 215-16.<br />
27. Bncbeiridion, 3, 23, 1, siguiendo la traducción de MOFFATT, 1<br />
Co 224.<br />
28. El texto consultado fue el de F. C. CONYBEARE en la Loeb Classical<br />
Library. Sobre las cuestiones de fuentes usadas por Filostrato y su<br />
tradición histórica, véase especialmente G. PETZKE, Die Traditionen über<br />
Apollonius con Tyana und das Neue Testament, Leiden 1970. Véase tam-