JESUS y EL ESPIRITU

El Espíritu de Jesús 491
humanidad; se marchó y «comenzó a predicar a los hombres la
belleza de la piedad y el conocimiento (gnósis)>> (Poimandres
24-27)11.
Disponemos de pocas pruebas escritas sobre las experiencias
místicas que probablemente tenían muchos de los iniciados en
las religiones mistéricas. Pero quizás haya que tomar como típica
la enigmática descripción que se da de la experiencia que Lucio
tuvo en su iniciación al culto de Isis: «Me acerqué a las mismas
puertas de la muerte y puse un pie en el umbral de Proserpina,
peto se me permitió que volviera, arropado a través de todos
los elementos. A medianoche vi brillar el sol como si fuera mediodía.
Me encontré en la presencia de los dioses del mundo inferior
y en la de los dioses del mundo superior, me mantuvo cerca
de pie y los adoré» 12.
52.3. Éxtasis y expresión inspirada eran también muy conocidos
en la experiencia religiosa fuera del cristianismo naciente 13.
Dentro del judaísmo tenemos que referirnos especialmente a
Filón (h. 20 a. C. - h. 45 d. C.). R. Meyer escribe: «Filón trata
de la naturaleza de la profecía con enorme frecuencia, lo que
indica que él mismo tuvo experiencias pneumáticas íntimas» J4,
como el mismo Filón afirma 15. Su tratado más explícito al respecto
10 hallamos en Quis Rerum Diuinarum Heres, donde analiza
el «éxtasis» de Abrahán (Gn 15, 12 LXX). Dada la importancia
que Pablo da a la profecía cuando se refiere a la experiencia carismática,
vale la pena esta larga cita de Filón: «Un profeta
(siendo un portavoz) no tiene nada que decir de su propia cosecha,
sino que todo cuanto dice viene de otra parte; son los ecos
de la voz de otro... El es el instrumento vocal de Dios, pulsado
y tocado por su mano invisible ... Esto es 10 que normalmente
11. Siguiendo la traducción inglesa en R. M. GRANT, Gnosticism.
An Anthology, Collíns 1961, 217 s. Véase, además, R. REITZENSTEIN, Poimandres,
Leipzig 1904, 9 ss. 158 s.; Mysterienreligionen, 284 ss. A. D.
NOCK, Essays, 87.
12. ApULEYO, Metamorphoses, 11, 23 (traducción de R. Graves, Tbe
Golden Ass, Penguin 1950), Véase también R. REITZENSTEIN, Mysterien,
220 ss., 242 ss., 262 ss.; Angus, 88 ss.; A. D. NOCK, A Vision 01 Mandulis
Alion, en Essays, cap. 19.
13. Por supuesto que no existe una línea divisoria clara entre la
experiencia indicada en § 52, 2 Y las de § 42, 3.
14. TDNT 6, 821; véase toda la sección, pp. 819-28; Cf. P. VOLZ,
Geist, 103. 130-33; GUILLAUME, cap. 7.
15. FILÓN, MigAbr, 3.5; SpecLeg, 3, 1 s.