JESUS y EL ESPIRITU
JESUS y EL ESPIRITU JESUS y EL ESPIRITU
468 Jesús y el Espiritu del evangelio. st primordialmente se trataba de misioneros 163, entonces su alto rango (son los terceros de la lista) reforzaría la idea de que los apóstoles (l Co 15, 7) iban desapareciendo o hasta habían muerto ya 164. Pero también puede ser que actuaran sencillamente como agentes de evangelización de la Iglesia local en los alrededores. «Pastor» probablemnte indica la función que en otros lugares se expresa a base del término proistémi (cuidar Rm 12, 8; 1 Ts 5, 12) 165. Si «apóstoles y profetas» se hubieran de situar en época temprana (como pudiera deducirse de El 2, 20), quiere decir que estaríamos en un tiempo en el que los ministerios carismáticos comenzaban a dejar paso a funcionarios más regulados (cf. § 57, 2) 166. Pero también debemos tener en cuenta que ambos términos indican funciones y no tanto «oficios» y que tampoco se trata de títulos estables 167; la idea sigue siendo muy paulina al menos en el sentido de que los ministerios no eran cosa de unos pocos, sino que cada miembro tiene que realizar la parte que le corresponde (v. 16), o sea, en este contexto, tiene que ser fiel a su ministerio para beneficio de todos 168. 48.4. Resumiendo: junto con la aceptación de actos y expresiones individuales de tipo carismático, Pablo reconoce la importancia de ministerios estables dentro de la comunidad carismática. Durante el período central de su actividad apostólica concede un relieve especial a los ministerios de la palabra, a los de profeta y maestro y a la relación de la nueva revelación con la anti- 163. Así, por ejemplo, SCOTT, Epbesians, 210; H. SCHLIER, Epbeser, 196. En Hch 21, 8 a Felipe se le presenta como «el evangelista». D. Y. HADDIAN, CBQ 28 (1966) 317-21, desentierra la antigua opinión (Ecumenio, Cris6stomo) de que el término se refiere «al 'oficio' del escritor de evangelio», pero no puede aducir sino pruebas desperdigadas e incongruentes ('tous de eyaggelistas' en Ef 4, 11). 164. Cf. E. SCHWEIZER, Church Order, 24h; L. GOPPELT, Apostolic Times, 191; ]. GNILKA, Der Epbeserbriei, Herder 1971, 211 s. 165. 1 P 2, 25 asocia los términos pastor e inspector en una presentación de Cristo. 166. R. SCHNACKENBURG, Cbristus, Geist und Gemeinde (Eph 4, 1-16), CSNT 292 ss. Para los otros problemas en la determinación del autor de la carta a los Efesios véase W. G. KÜMMEL, Introduaion, 251-56. 167. G. FRIEDRICH, TDNT 2, 737; ]. JEREMfAS, TDNT 6, 497 s. 168. Como 10 reconoce J. GNILKA, Das Kirchenmodel des Epbeserbriejes, BZ 15 (1971) 180 ss.
El cuerpo de Cristo '469 gua 1@. Por este tiempo otros ministerios regulares estaban mucho más diversificados -de acuerdo con las situaciones V los individuos implicados (Rm 12, 6-8; 1 Co 16, 15-18; 1 Ts 5, 12)--, aunque con el paso de los años en Filipos surgieron ministerios estables conocidos como supervisores y diáconos. Y cuando la era fundacional de apóstoles y profetas comenzó a desaparecer, en las Iglesias de Asia Menor comenzaron a aparecer funcionarios más estables (evangelistas, pastores y enseñantes). Pero en los primeros años de la misión helenística no hubo ministerios específicos bien definidos fuera de los de profeta y maestro. Al contrario, la enorme gama de términos empleados por Pablo 170 indica toda una serie de actividades y servicios que se entremezclaban y no se podían distinguir con claridad 171. Tales ministerios se encontraban abiertos a todos 172, por la sencilla razón de que se trataba de ministerios esencialmente carismáticos, o sea, actividades para las que el único requisito era obedecer a la inspiración del Espíritu m. Si un ministerio así se desempeñaba con regularidad, fuera por un período breve de un modo intenso (por ejemplo, trabajando con Pablo), o de un modo menos intenso pero por más tiempo (como pudiera ser el caso de Estéfanas), entonces se podía pedir a la asamblea que reconociera y respetara a las personas en cuestión como profeta o maestro, o sencillamente como alguien que desempeñaba un servicio con regularidad. Y, en realidad, el hecho de que Pablo pida a los creyentes de Tesalónica y Corinto que reconozcan los ministerios de personas como Estéfanas, está demostrando que Pablo no consideraba esos ministerios estables poco importantes para la vida permanente de sus Iglesia. Para Pablo el cuerpo de Cristo no crece s6lo gracias a una serie de actos inconexos de un ministerio sino también gracias a ministerios firmes. 169. H. GREEVEN, Propbeten, 42, dice que profetas y enseñantes eran las únicas autoridades en las comunidades paulinas, 170. Antiümpseis, diakonía, eleé6, kopiá6 kybernéseis, metadíd6mi, noutheté6 parakaléd, paramythéomai, proistémi, synergé6. 171. E. SCHWEIZER, Church Order, 24: «Hablando en general la iglesia realzó su naturaleza diferente con una libertad sorprendente creando nuevos ministerios y cambiando otros antiguos». 172. E. SCHWEIZER, Chureh Order, 24k. 173. E. SCHWEIZER, Chureh Order, 7i: «La iglesia se convierte en iglesia no por la tradición misma, sino por la acción repetida del Espíritu•. Véase también H. VON CAMPENHAUSEN, Authority> 68 ss.; y aquí § 45, 2.
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más diversificados -de acuerdo con las situaciones V los<br />
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estables conocidos como supervisores y diáconos. Y<br />
cuando la era fundacional de apóstoles y profetas comenzó a<br />
desaparecer, en las Iglesias de Asia Menor comenzaron a aparecer<br />
funcionarios más estables (evangelistas, pastores y enseñantes).<br />
Pero en los primeros años de la misión helenística no hubo<br />
ministerios específicos bien definidos fuera de los de profeta y<br />
maestro. Al contrario, la enorme gama de términos empleados por<br />
Pablo 170 indica toda una serie de actividades y servicios que se<br />
entremezclaban y no se podían distinguir con claridad 171. Tales<br />
ministerios se encontraban abiertos a todos 172, por la sencilla razón<br />
de que se trataba de ministerios esencialmente carismáticos, o<br />
sea, actividades para las que el único requisito era obedecer a la<br />
inspiración del Espíritu m. Si un ministerio así se desempeñaba<br />
con regularidad, fuera por un período breve de un modo intenso<br />
(por ejemplo, trabajando con Pablo), o de un modo menos intenso<br />
pero por más tiempo (como pudiera ser el caso de Estéfanas),<br />
entonces se podía pedir a la asamblea que reconociera y respetara<br />
a las personas en cuestión como profeta o maestro, o sencillamente<br />
como alguien que desempeñaba un servicio con regularidad.<br />
Y, en realidad, el hecho de que Pablo pida a los creyentes<br />
de Tesalónica y Corinto que reconozcan los ministerios de personas<br />
como Estéfanas, está demostrando que Pablo no consideraba<br />
esos ministerios estables poco importantes para la vida permanente<br />
de sus Iglesia. Para Pablo el cuerpo de Cristo no crece<br />
s6lo gracias a una serie de actos inconexos de un ministerio sino<br />
también gracias a ministerios firmes.<br />
169. H. GREEVEN, Propbeten, 42, dice que profetas y enseñantes eran<br />
las únicas autoridades en las comunidades paulinas,<br />
170. Antiümpseis, diakonía, eleé6, kopiá6 kybernéseis, metadíd6mi,<br />
noutheté6 parakaléd, paramythéomai, proistémi, synergé6.<br />
171. E. SCHWEIZER, Church Order, 24: «Hablando en general la iglesia<br />
realzó su naturaleza diferente con una libertad sorprendente creando<br />
nuevos ministerios y cambiando otros antiguos».<br />
172. E. SCHWEIZER, Chureh Order, 24k.<br />
173. E. SCHWEIZER, Chureh Order, 7i: «La iglesia se convierte en<br />
iglesia no por la tradición misma, sino por la acción repetida del Espíritu•.<br />
Véase también H. VON CAMPENHAUSEN, Authority> 68 ss.; y aquí § 45, 2.