JESUS y EL ESPIRITU

448 Jesús y el Espíritu
Cristo o al evangelio y solo raramente la que le prestaban a él
mismo (2 Co 7, 15; 10, 6 (?); Flp 2, 12; 2 ls 3, 14; Flm
21). La palabra entolé (orden, instrucción) se usa dos veces (1
Co 14, 37; Col 4, 10); pero se abstuvo con toda intención de
emplear el término más fuerte que tenía a su disposición: epitagé
(mandato) %; así en 2 Co 8, 8 escribe expresamente: «no como
un mandato» (d. 1 Co 7, 6. 25). Más importante aún es que
cuando resalta su autoridad como tal (exousía), lo hace únicamente
cuando los falsos apóstoles de Corinto no le dejan otro
camino (2 Co 10, 8; 13, 10); de lo cotrario, la menciona sólo
como algo que se negó a utilizar (1 Co 9, 4 ss. 12. 18; 2 Ts
3, 9; d. 1 Ts 2, 6 s.), aún cuando esa autoridad suya estaba
reforzada por un mandato concreto del Señor (1 Co 9, 14). Lo
más sorprendente de todo es su término favorito -parakaléó
(exhortar, rogar, nada menos que 23 veces)-, término de que se
servía hasta cuando se dirigía al Señor (2 Co 12, 8). La inmensa
mayoría de las instrucciones éticas contenidas en las cartas de
Pablo son más bien exhortaciones de un compañero creyente y
no tanto los mandatos de un apóstol (d. especialmente Flm 8
ss., y lo que se mencionará luegoj ".
En segundo lugar, el excelente estudio de von Campenhausen
al respecto muestra el enorme cuidado que Pablo ponía en que su
propia autoridad no anulara la libertad de sus conversos lOO. No
desarrollaba su autoridad como a veces sucede: con el montaje
de una relación de tipo sacro que defiende el control y la subordinación
espiritual. Al contrario, se niega rotundamente a una
cosa así. «Para que gocemos de libertad, Cristo nos ha hecho
libres» (Ga 5, 1). «No os hagáis siervos de los hombres» (l Co
7, 23). «No porque pretendamos dominar sobre vuestra fe, sino
porque queremos contribuir a vuestro gozo...» (2 Co 1,24). «Pero
sin tu consentimiento nada he querido hacer, a fin de que ese
favor no me lo hicieras por necesidad, sino por voluntad» (Flm
14). Pablo «no se puede permitir el lujo de dar órdenes... La
comunidad que posee el Espíritu tiene que seguirlo libremen-
98. Epitagé, la orden de un superior a un subordinado (d. DELLING,
TDNT 8, 36 s.).
99. C.]. B]ERKELUND, Parakal6, Os10 1967, 188 llega a la conclusión
de que Pablo emplea parakaléó «cuando la cuestión de su autoridad no
plantea problema». Es especialmente rara la ausencia del término en
Gálatas. Pero adviértase también en 1 Ca 1, 10; 2 Ca 10, 1 (¿de modo
puramente estilísticos).
100. Autbority, 46-50.