JESUS y EL ESPIRITU

El cuerpo de Cristo 447
como llamada a imitar su propia conducta (1 Co 4, 16; 11, 1 s.;
Flp 3, 17; 4, 8 s.; 2 Ts 3, 6 ss.), la cual era en sí misma imitación
de Cristo (1 Co 11, 1; d. Flp 2, 5; 1 Ts 1, 6). Y como
quiera que la autoridad que servía de soporte a esa exhortación
no procedía sencillamente de Pablo como apóstol sino directamente
de la superior autoridad de Cristo 96, es por lo que podía
remitir a sus fieles directamente a la tradición de Jesús sin necesidad
de mencionar su propia autoridad (Col 2, 6; Ef 4, 20).
Añadamos que la manera de obrar de otras Iglesias se podía
mencionar en apoyo de sus instrucciones, es decir, para confirmarlas
(l Co 4, 17; 7, 17; 11, 16; 14,33; d. 1 Ts 2, 14); pero
estas Iglesias eran igualmente Iglesias fundadas por Pablo, de
modo que su obediencia no hacía sino confirmar la autoridad
apostólica de Pablo; su autoridad no procedía de ellos.
Podemos ver, pues, que Pablo derivaba su autoridad como
apóstol no de la inspiración del presente sino de los acontecimientos
trascendentales del pasado} los cuales seguían siendo decisivos
para los creyentes} en especial: 1) las palabras del Jesús terreno
y su ejemplo supremo de humildad y servicio; 2) una revelación
o aparición única y singular del Jesús resucitado ecomendándole
el evangelio para los gentiles; 3) la conversión y fundación de
la comunidad a que escribe gracias a su ministerio. Tenía su importancia
para él el que la autoridad de su evangelio se confirmara
por los demás apóstoles, y que la autoridad de sus instrucciones
se confirmara por parte de las demás Iglesias de suámbito
misional, puesto que la unidad de la cristiandad, como un
todo, era algo valioso para él. Pero su autoridad como apóstol,
en una situación determinada, no procedía de ningún otro cristiano,
Iglesia o apóstol fuera de esa situación.
b) Finalmente, tenemos que preguntar por el modo cómo Pablo
ejercía su autoridad en la práctica. ¿Qué límites imponía él
mismo? Tres cosas hay que analizar y considerar al respecto.
En primer lugar, fijándose en las palabras antes mencionadas que
implicaban autoridad, se ve que echó mano de ellas solo raramente
y como una manera de expresar su propia autoridad 97. Hablaba
de la obediencia de sus conversos (hypakoúo) hypakoé) con bastante
frecuencia, pero normalmente mencionaba su obediencia a
96. W. MICHAELIS, TDNT 4, 669; d. W. P. DE BOER, Tbe lmitation
of Paul, Kampen 1962, 207 s,
97. Paraggéltó (7-4 en 2 Ts 3), nouthetéó (2), diatássó (3).