JESUS y EL ESPIRITU

44. Introducción
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El Cuerpo de Cristo,
La conciencia de Comunidad
En la Parte III hemos examinado hasta ahora el concepto
que Pablo tiene de experiencia religiosa expresado en términos
de Espíritu y gracia; la conciencia de la gracia. Difícilmente
podrá decirse que nuestro estudio haya sido exhaustivo; pero
por el mismo hecho de haber delimitado nuestra tarea a definir
lo que cbarisma significa en cada caso, y puesto que hemos examinado
los diferentes modos de manifestarse la gracia en Pablo
tanto en su propia experiencia como en la de otros, haciendo
eso, al menos, hemos tenido la oportunidad de ver algo sobre la
esencia de la experiencia carismática y sobre su diversidad en
Pablo. A medida que adelantábamos en el capítulo VII, íbamos
viendo con más claridad que carisma y comunidad son inseparables.
Por supuesto, que la experiencia carismática se podía tener
fuera del culto comunitario (por ej., Rm 8, 26 s.; 1 Co 14, 18 s.;
2 Co 1, 11 1 ; § 43,7); pero es importante el constatar que
cuando Pablo habla extensamente de los carismas, siempre se
refiere a ellos relacionándolos explícitamente con la comunidad
cristiana (Rm 12, 1-8; 1 Co 12-14; d. también El 4, 1-16)2.
Lo que ahora vamos a estudiar más en detalle es esta dimensión
comunitaria de la expriencia religiosa en los escritos paulinos.
1. Aunque véase F. GRAU 728.
2. F. GRAU 79 s. da esta definición exclusivamente desde el punto de
vista comunitario: «Los carismas son posibilidades (Moglichkeíten) de
actuación cristiana dadas por el Espíritu Santo mediante la gracia inmerecida
de Dios, la cual se expresa concretamente en actos de servicio y
oficios para la edificación de la comunidad».
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