JESUS y EL ESPIRITU

La experiencia carismática 383
frecuencia hasta el extremo de significar una experiencia de Dios,
de la gracia, de inspiración, y en Rm 15, 30; 2 Co 4, 5; Ga
1, 1 Y 1 Ts 4, 2 parece llegar al extremo. No obstante, el ejemplo
clásico de interpretación carismática de un dicho de Jesús y su
consecuente interpretación de la tradición del Antiguo Testamento
es, probablemente, la lectura de Esteban de las palabras de Jesús
sobre la destrucción del Templo y su restauración (Hch 6,
14 Y 7, 2-53) 198. Si se justifican estas sugerencias inevitablemente
tentadoras, entonces se fundamenta la pretensión de que en la
comprensión de la «enseñanza» propia de Pablo se incluya tanto
un reconocimiento del contenido de la tradición en cuanto autoridad,
como una apreciación de la necesidad consiguiente de ser
interpretada y aplicada carismáticamente a las necesidades y situaciones
siempre cambiantes de las comunidades de creyentes (d.
§§ 48,2; 58,2).
41.5. El Canto. En 1 Co 14, 15 es claro que Pablo reconoce
una forma de himnodia carismática. Simultáneamente reconoce
un canto en lengua 199 (aquí, en el espíritu), y un canto con
palabras inteligibles (con la mente). Puesto que Pablo en este
contexto parece estar pensando sólo en expresiones inspiradas,
tanto las que edifican la mente (profecía) 200, como las que la dejan
sin fruto alguno (glosolalia), debemos presumir que ambos
tipos de canto de los que se habla en 14, 15 eran espontáneos 201.
Posiblemente se trata de lo mismo en el himno (Psalmos) de 14,
26, aunque no pueda excluirse la posibilidad de que Pablo esté
pensando también en una canción previamente preparada (o inspirada),
o en un salmo ya conocido por la comunidad 202.
198. Véase antes p. 299 s.
199. Uno de los rasgos más bellos del movimrento carismático actual
son las ocasiones en que (casi) todos los reunidos cantan en lenguas.
Cuando yo he estado presente, sonaba como una sola cuerda en tenue
murmullo (no fuerte), y las diferentes voces individuales pulsando la
cuerda con harmonías más complejas.
200. Véase antes p. 366 s.
201. ROBERTSON-PLUMMER, 1 Cor 312: «Aquí no se piensa en música
litúrgica; es el individuo poniendo a prueba espontáneamente un
don especial en la reunión».
202. J. MOFFATT, 1 Cor, 227: «Tiene su importancia el que en Corinto
la primera aportación que se menciona es alabanza, la sensación de
Dios alegre y agradecida expresándose en arrebatados ritmos y doxologías».