JESUS y EL ESPIRITU

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37. Espíritu y gracia
Jesús y el Espíritu
Las dos palabras más utilizadas por Pablo para describir la
experiencia del creyente acerca de Dios son «Espíritu» y «gracia».
37.1. Espíritu ipneáma) para Pablo es esencialmente un concepto
experiencial, por lo cual pienso yo que se trata de un concepto
cuyo contenido y significado se determinan decisivamente
por su experiencia. Hace mucho tiempo Gunkel puso fuera de
discusión que «la raíz de la enseñanza de Pablo sobre el pneüma
se apoya en la experiencia del apóstol» 4. Y mi propio estudio
anterior sobre los pasajes conversión-iniciación en Pablo manifiesta
la misma idea en su medio peculiar 5. Para aclarar la cuestión
uno sólo necesita leer pasajes tales como Rm 5, 5; 6, 1 ss.;
8, 9. 14; 1 Ca 1, 4-9; 6, 9-11; 12, 13; 2 Ca 1, 21 s.; 3;
Ca 3, 1-5; 4,6 s.; Col 2, 11 ss.; 1 Ts 1,5 s. [Tt 3, 5-7]). El
Espíritu es ese poder que actúa en el corazón del hombre. (El
«corazón» es el centro del pensamiento, del sentimiento y de la
voluntad; el centro de la conciencia personal; lo que podemos
llamar «el yo experimentado» 6. El Espíritu es esa fuerza de la
vida interior que deja muy atrás todo lo meramente ritual y
externo, convirtiendo la fe en Dios y el culto divino en algo
existencialmente real (Rm 2, 28 s.; 2 Ca 3; Ga 4, 6; Flp 3, 3;
El 1, 17 s.). El Espíritu es ese poder que transforma a un hombre
desde dentro afuera, de modo que las metáforas de purificación
y consagración se hacen objeto de experiencia actual en la
vida diaria (1 Ca 6, 9-11 J. El Espíritu es la fuente de esa ola de
amor e impulso de gozo que destruye las fuerzas que se le oponen
(Rm 5, 5; 1 Ts 1, 5 s.). El Espíritu es el poder que libera
de la mentalidad legalista, casuística y miedosa (Rm 8, 2. 15; 2
Ca 3, 17 J, de manera que las decisiones éticas llegan a ser objeto
de convicción interior y amor espontáneo, caminando en el Espíritu,
más bien que por una obediencia ciega a la ley (Rm 7, 6;
2 Ca 3, 3; Ga 5, 25; Col 2, 11; d. también § 40,5).
Desde ciertos pasajes como éstos se clarificará también que,
aunque en la visión de Pablo el Espíritu actúa interiormente y
4. H. Gunkel 82.
5. Baptism, parte III.
6. Véase J. BEHM, TDNT 3, 611 ss.; R. BULTMANN, Theology I 220­
27; W. D. STACEY, The Pauline View 01 Man, Macmillan 1956 194-97;
R. JEWrTT. Paul's Antbropological Terms, Leiden 1971, cap. 6.