JESUS y EL ESPIRITU
JESUS y EL ESPIRITU JESUS y EL ESPIRITU
320 Jesús y el Espíritu comparativamente a un período breve de su vida. iSería precioso poseer parte de su correspondencia de los primeros quince años, por ejemplo, después de su conversión! Tampoco seremos capaces de continuar aquí la interesante cuestión de en qué medida los desarrollos manifiestos de su teología se deben a ulteriores experiencias importantes de Pablo, o sencillamente a las diferentes circunstancias de sus interlocutores l. Pero no basta poseer una selección de su correspondencia escrita durante su edad madura, referida a una variedad de situaciones que exigieron una diversidad de respuestas. Como acentué en la Introducción, es importante que reconozcamos las dimensiones experienciales y el fundamento de la teología de Pablo. Hace 50 años, Adolf Deissmann protestó en contra de una aproximación doctrinal a Pablo, como si su teología y religión giraran en torno a alguna doctrina (la justificación, la redención, o cualquier otra); como si su cristocentrismo pudiera reducirse a una cristología 2. La protesta estuvo bien hecha, y aunque, por supuesto, puede llevarse demasiado lejos, es necesario repetirla con frecuencia. La plena comprensión, tanto de la presente teología de Pablo, como del conjunto de las variaciones de su doctrina sobre la justificación, nos engañaría si pensáramos que, al haber llegado ahí, advertimos el corazón de su fe. Y, aunque es importante señalar las fuentes y antecedentes de la teología de Pablo en su forma presente, es poco satisfactorio considerar algunas expresiones, por ejemplo, los títulos cristológicos y los himnos, como, poco más, que un producto evolucionado del proceso de natural selección literaria; tendencia que, desgraciadamente, permanece todavía entre nosotros. Quizás un ejemplo clásico del fracaso al apreciar la medida en la que la teología de Pablo es la expresión de su experiencia, es la doctrina de la predestinación. En referencia a Pablo la idea de elección no indica ni una ley inmutable de Dios, ni tampoco una ley implacable de la naturaleza, sino que es, sencillamente, en palabras de Otto, 1. Véase, por ejemplo, C. H. DODD, The Mind 01 Paul, en New Testament Studies, Manchester 1953, 67-128; pero véase también C. F. D. MOULE, The Injluence 01 Circunstances on tbe Use 01 Eschatological Terms, .lTS NS 15 (1964) 1-15. 2. A. DEISSMANN, Religion 153 ss.; Paul. A Study in Social and Religious History, 21925. ET 1927, M. C. Harper 1957, 135 s. Cf. P. GARJ> NER, Paul 175; W. BOUSSET, Kyrios Christos 153-63; ]. WEISS, Earliest Christianity 441; Hoyle 277. 291; H. WEINEL, Tbeologie 286. Véase también antes 23 S.
La experiencia carismática 321 «una inmediata y pura expresión de la experiencia religiosa actual de la gracia» 3. Esta «experiencia de la gracia» permanente es de tal modo el núcleo y el fundamento de la teología y religión de Pablo, que nosotros nunca la entenderemos a no ser que nos entreguemos totalmente a su contenido. Confío en que la sección presente de este estudio demostrará algo del papel fundamental de la experiencia, no en último lugar, de la experiencia de la gracía, en la configuración de la teología de Pablo. Obviamente, es fundamental en la experiencia religiosa de Pablo su experiencia de Cristo, expresada particularmente en frases como «en Cristo», «en el Señor». Podríamos comenzar entrando directamente en este campo, como hizo Deissmann; pero el pensamiento y las conceptualizaciones son difíciles de entender para nosotros, y pienso que nos ayudaría más el aproximarnos indirectamente, tratando un tema más familiar. También fue básico para la experiencia religiosa de Pablo su sentido escatológico. Hemos investigado ya parcialmente este tema en el cap. IV, pero será conveniente considerarlo de nuevo en el cap. IX. Por consiguiente, comenzaremos con la comprensión del Espíritu carismático, propia de Pablo, tratando en particular los fenómenos carismáticos, similares a aquellos ya estudiados en los capítulos III y VI. Una de las cuestiones surgidas en nuestro estudio de los Hechos fue dónde y cómo una tal diversificación de cbarismata pudo integrarse en una comunidad permanente y en su culto. Pablo es muy consciente de las dimensiones corporales de la experiencia carismática, y examinando el concepto de Pablo sobre el cuerpo de Cristo descubriremos su respuesta al problema de cómo regular los cbarismata. De este modo, estaremos mejor situados para comenzar nuestra investigación sobre el «Cristornísticismo» de Pablo. Así se configurará la respuesta de Pablo al otro problema originado por los Hechos de Lucas, y se aclarará con plena seguridad lo distintivo de la experiencia religiosa cristiana en Pablo. '. R. OTO, Holy 91. Merec la pena alargar la cita: «El receptor de la gracia divina siente y conoce cada vez más y con mayor certeza, cuando mira hacia su pasado, que su crecimiento hasta alcanzar su yo actual no se debe a conquista o esfuerzo alguno propio, y sabe que, por encima de su propia voluntad y poder, se le dio la gracia, la cual se posesionó de él, lo empujó y lo dirigió. y hasta las resoluciones y decisiones más suyas y más libres se da cuenta de que, sin perder su condición de libres, son algo que él experimenté y no tanto algo que él mismo hizo». 21
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La experiencia carismática 321<br />
«una inmediata y pura expresión de la experiencia religiosa actual<br />
de la gracia» 3. Esta «experiencia de la gracia» permanente es de<br />
tal modo el núcleo y el fundamento de la teología y religión de<br />
Pablo, que nosotros nunca la entenderemos a no ser que nos<br />
entreguemos totalmente a su contenido. Confío en que la sección<br />
presente de este estudio demostrará algo del papel fundamental<br />
de la experiencia, no en último lugar, de la experiencia de la gracía,<br />
en la configuración de la teología de Pablo.<br />
Obviamente, es fundamental en la experiencia religiosa de<br />
Pablo su experiencia de Cristo, expresada particularmente en<br />
frases como «en Cristo», «en el Señor». Podríamos comenzar entrando<br />
directamente en este campo, como hizo Deissmann; pero<br />
el pensamiento y las conceptualizaciones son difíciles de entender<br />
para nosotros, y pienso que nos ayudaría más el aproximarnos<br />
indirectamente, tratando un tema más familiar. También fue básico<br />
para la experiencia religiosa de Pablo su sentido escatológico.<br />
Hemos investigado ya parcialmente este tema en el cap. IV,<br />
pero será conveniente considerarlo de nuevo en el cap. IX. Por<br />
consiguiente, comenzaremos con la comprensión del Espíritu carismático,<br />
propia de Pablo, tratando en particular los fenómenos<br />
carismáticos, similares a aquellos ya estudiados en los capítulos III<br />
y VI. Una de las cuestiones surgidas en nuestro estudio de los<br />
Hechos fue dónde y cómo una tal diversificación de cbarismata<br />
pudo integrarse en una comunidad permanente y en su culto.<br />
Pablo es muy consciente de las dimensiones corporales de la experiencia<br />
carismática, y examinando el concepto de Pablo sobre el<br />
cuerpo de Cristo descubriremos su respuesta al problema de cómo<br />
regular los cbarismata. De este modo, estaremos mejor situados<br />
para comenzar nuestra investigación sobre el «Cristornísticismo»<br />
de Pablo. Así se configurará la respuesta de Pablo al otro problema<br />
originado por los Hechos de Lucas, y se aclarará con plena<br />
seguridad lo distintivo de la experiencia religiosa cristiana en<br />
Pablo.<br />
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la gracia divina siente y conoce cada vez más y con mayor certeza, cuando<br />
mira hacia su pasado, que su crecimiento hasta alcanzar su yo actual<br />
no se debe a conquista o esfuerzo alguno propio, y sabe que, por encima<br />
de su propia voluntad y poder, se le dio la gracia, la cual se posesionó<br />
de él, lo empujó y lo dirigió. y hasta las resoluciones y decisiones más<br />
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