JESUS y EL ESPIRITU

Pentecostés 245
cia 64. Lucas ciertamente piensa que las «lenguas» fueron lenguas
extrañas (vers. 4: «otras lenguas»; también 8, 11). Dentro de
esta consideración, el problema ha sido siempre el comentario
burlón de los «otros» dentro de la multitud: «estaban cargados
de mosto» (vers. 13). Si sólo algunos escucharon sus propias lenguas,
mientras oyeron balbuceos como de hombres borrachos,
ello significaría, probablemente, que cualquier milagro estaría en
el oír, más que en el hablar. En cuyo caso, Lucas pudo haber
interpretado mal los relatos que llegaron a él, insertando los
étérois (otros) en el vers. 4 por iniciativa propia 65. Pero estas
alternativas posibles de ninguna manera han terminado con la
cuestión.
Un intento claro de resolver el dilema fue el de J. G. Herder
(1794), quien quiso demostrar que «hablar en otras lenguas»,
en hebreo, no significa más que «hablar con agitación, entusiasmo,
vigorosa y emocionalmente». Las «lenguas nuevas», en este
caso, significan «nuevos modos de interpretar a los antiguos profetas»
66. Pero esto difícilmente responde a la cuestión. La interpretación
violenta el texto y no tiene ningún fundamento en él.
En particular, la sugerencia de C. S. Mann, que afirma que aquí
no nos encotramos con una «expresión salvaje e incontrolada,
sino con una redacción ordenada de pasajes concretos», difícilmente
corresponde con «una escena de entusiasmo salvaje» 67.
Para ser exhaustivos, mencionamos otra posibilidad que ha
continuado siendo aceptada durante este siglo. Se inicia con la
observación justificada que, dado que el griego o el arameo era
la lengua franca de todos los oyentes, quienes después de todo,
según Lucas, residían en Jerusalén (vers, 5: ésa» ... katoikoyntes),
no se necesitaba aceptar ninguna multiplicación de lenguas.
La sugerencia, entonces, afirma que el relato de Lucas se refiere,
no a una diversidad de lenguas, sino de dialectos. La «lengua
64. Por ejemplo, N. ADLER, Plingstlest 93-118 y muchos comenta.
ristas católicos y conservadores.
65. H. W. SCHMIDT, Pjingsterzáhlung 17-23. Pero es una exégesis pedante
el insistir en la contradicción entre «Judea» (v. 10) y lenguas extranjeras
(