JESUS y EL ESPIRITU
JESUS y EL ESPIRITU JESUS y EL ESPIRITU
236 Jesús y el Espíritu Entonces, ¿dónde se encuentra Pentecostés en la serie de las manifestaciones registradas por Pablo? Es probable que las dos primeras, a Pedro y a «los doce», tuvieron lugar en Galilea, y así precedieron a los acontecimientos de Pentecostés. Sobre las otras, la manifestación(es) a «todos los apóstoles» tuvo lugar muy fácilmente después de Pentecostés. Los apóstoles fueron, casi ciertamente, un grupo mucho más amplio de misioneros que «los doce» 36; y su opbtbénai pertenece muy probablemente al período cuando la comunidad de Terusalén comenzó a moverse hacia fuera con alguna eficacia; algo que no sucedió, en cuanto a lo que nosotros sabemos, antes de la persecución de los helenistas (Hch 6-8) 37. Del mismo modo, la manifestación a Santiago debe fecharse probablemente al comienzo del desarrollo inicial de la joven secta en Jerusalén; su opbtbénai se menciona, ya que él 36. Véase. por ejemplo, W. G. KÜMMEL, Kirchenbegriff 5-7; H. VON CAMPENIIAUSEN, Der urcbristlicbe Apostelbegriff, StThe 1 (1947) 96-130; también Authority 21; C. K. BARRETT, 1 Cor 343; y aquí cap. 5, notas 4-5. W. SCHMITHALS, Apostle 77, defiende una distinción neta entre «los doce» y «todos los apóstoles», haciendo decir a las pruebas más de lo que ellas dan de sí. Pablo posiblemente junta una serie de encuentros diferentes con el resucitado: todo misionero de las comunidades de primera hora era reconocido como tal en fuerza de su designación directa por parte del Señor resucitado (Schmithals 77; de otro modo piensa U. WILCKENS, Ursprung 65, nota 21). Lo que dicen A. RICHARD SON, Theolo ;;y 319 ss. y L. CERFAUX, Christian, cap. 3, es forzado e insatisfactorio. Sobre Mt 28, 18 ss. véase luego 167. 37. Adviértase que todos los apóstoles mencionados antes (p. 251 s.) actuaban en la misión con los gentiles. R. SCHNACKENBURG, Apostles Beiore and During Paul's Time, en Apostolic History and the Gospel, R.- F. BRUCE Festschrift, ed. W. W. GASQUE - R. P. MARTIN, Paternoster 1970, 287-303, dice que el marco temporal de Lucas respecto de los encuentros de resurrección tiene que aceptarse y que Andrónico y junias y otros eran apóstoles que no podían apoyarse en encuentro alguno con el Jesús resucitado (293 ss.; d. F. HAHN, Der Apostolat im Urcbristentum, KuD 20 [1974] 74-77). Esto es muy improbable a la luz de 1 Co 15, 7 (
Pentecostés 237 fue el más importante de los primeros alistados a la joven Iglesia 38. Esto nos lleva a considerar la manifestación a más de 500 hermanos «a un tiempo» (l Co 15, 6). Sobre su relación con Pentecostés, debemos detenernos en orden a una reflexión más profunda. Una de las hipótesis más enredadas en el estudio del Nuevo Testamento es la que va unida generalmente al nombre de E. von Dobschütz: que la manifestación a más de 500 y el relato de Pentecostés son tradiciones diversas del mismo y único acontecimiento; que el acontencimiento que sirvió de base al relato de la efusión del Espíritu de hecho es la cristofanía a más de 500 hermanos 39. La importancia de esta hipótesis para nuestro estudio es obvia, y su permanente popularidad 40, no nos permite dejar de examinarla más detenidamente. Dobschütz construye su tesis sobre dos soportes principales. Primero, la identificación que tan frecuentemente hallamos en el Nuevo Testamento entre Cristo y el Espíritu. El cita a Pablo Rm 8, 9 s. y (erróneamente) 2 Co 3, 17 (d. cap. IX, notas 88, 103); podemos añadir 1 Co 15, 45 (cf. pp. 520 s.). El vidente del Apocalipsis atribuye las cartas a las siete Iglesia simultáneamente al mandato de Jesús glorificado y a la vez del Espíritu: «El que tenga oídos, que oíga lo que el Espíritu dice a las Iglesias» (Ap 2, 7). Y en el Cuarto Evangelio la promesa de Jesús de no abandonar a sus discípulos se cumple con el envío del Paráclito. Incluso en los mismos Hechos Pablo y Bernabé son designados Apóstoles (misioneros de Antioquía, Hch 14, 4. 38. Si, como parece probable (d. K. HOLL, Kirchenbegriff 49), la aparición a Santiago tuvo lugar en Galilea, entonces y en relación con la discusión anterior (p. 227 s.) su marcha al parecer inmediata a Jerusalén es importante. La referencia a los hermanos de Jesús en Hch 1, 14 es posible dada la concentración temporal que Lucas hace de los encuentros con el resucitado (también, probablemente, de la aparición a Santiago) en los cuarenta días que sitúa alrededor de Jerusalén. 39. E. VON DOBSCHÜTZ, Ostern und Pjingsten, Leipzig 1903, 31·43. La idea no es original de Dobschütz; N. ADLER, Pfingstfest 146, nota 50, menciona a C. H. WEISE (1938) y a Pfleiderer como sustentadores de esa idea antes que von Dobschütz, pero sí que fue éste quien primero intentó una argumentación firme en su favor. 40. Entre los que han aceptado la tesis de von Dobschütz con mayor o menor convicción figuran BOUSSET, HOLL, E. MEYER, HARNAcK, BUR KITT, GOGUEL, LIETZMANN, HIRSCH, GRUNDMANN, y, más recientemente, S. M. GILMOUR, Easter and Pentecost, JBL 81 (1962) 62-66; J. JEREMIAS, Theology 307 s.
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fue el más importante de los primeros alistados a la joven<br />
Iglesia 38.<br />
Esto nos lleva a considerar la manifestación a más de 500<br />
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Pentecostés, debemos detenernos en orden a una reflexión más<br />
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Nuevo Testamento es la que va unida generalmente al nombre<br />
de E. von Dobschütz: que la manifestación a más de 500 y el<br />
relato de Pentecostés son tradiciones diversas del mismo y único<br />
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más de 500 hermanos 39. La importancia de esta hipótesis para<br />
nuestro estudio es obvia, y su permanente popularidad 40, no nos<br />
permite dejar de examinarla más detenidamente.<br />
Dobschütz construye su tesis sobre dos soportes principales.<br />
Primero, la identificación que tan frecuentemente hallamos en el<br />
Nuevo Testamento entre Cristo y el Espíritu. El cita a Pablo<br />
Rm 8, 9 s. y (erróneamente) 2 Co 3, 17 (d. cap. IX, notas 88,<br />
103); podemos añadir 1 Co 15, 45 (cf. pp. 520 s.). El vidente<br />
del Apocalipsis atribuye las cartas a las siete Iglesia simultáneamente<br />
al mandato de Jesús glorificado y a la vez del Espíritu:<br />
«El que tenga oídos, que oíga lo que el Espíritu dice a las<br />
Iglesias» (Ap 2, 7). Y en el Cuarto Evangelio la promesa de<br />
Jesús de no abandonar a sus discípulos se cumple con el envío<br />
del Paráclito. Incluso en los mismos Hechos Pablo y Bernabé<br />
son designados Apóstoles (misioneros de Antioquía, Hch 14, 4.<br />
38. Si, como parece probable (d. K. HOLL, Kirchenbegriff 49), la<br />
aparición a Santiago tuvo lugar en Galilea, entonces y en relación con<br />
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es importante. La referencia a los hermanos de Jesús en Hch 1, 14<br />
es posible dada la concentración temporal que Lucas hace de los encuentros<br />
con el resucitado (también, probablemente, de la aparición a Santiago)<br />
en los cuarenta días que sitúa alrededor de Jerusalén.<br />
39. E. VON DOBSCHÜTZ, Ostern und Pjingsten, Leipzig 1903, 31·43.<br />
La idea no es original de Dobschütz; N. ADLER, Pfingstfest 146, nota 50,<br />
menciona a C. H. WEISE (1938) y a Pfleiderer como sustentadores de<br />
esa idea antes que von Dobschütz, pero sí que fue éste quien primero<br />
intentó una argumentación firme en su favor.<br />
40. Entre los que han aceptado la tesis de von Dobschütz con mayor<br />
o menor convicción figuran BOUSSET, HOLL, E. MEYER, HARNAcK, BUR<br />
KITT, GOGU<strong>EL</strong>, LIETZMANN, HIRSCH, GRUNDMANN, y, más recientemente,<br />
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