JESUS y EL ESPIRITU

(Fue Jesús carismático? 139
consideraba el perdón de los pecados como un elemento principal
de la buena noticia que vino a traer 51, ni tampoco, de otra manera,
que la misma exigencia inaudita de las comunidades primitivas
de perdonar pecados (Mt 16, 19; 18, 18) estaba enraizada
en una reflexión sobre una exigencia similar hecha por Jesús 52.
Además, Me 2, 10 es uno de los ejemplos más evidentes del
«Hijo del hombre», título que es una interpretación del más ambivalente
bar nasa = «Uno cualquiera», o «Yo como hombre»
(d. Me 2, 27 s.; Mt 11, 18 s. / Le 7, 33 s.; Mt 12, 32; anteriormente
p. 79 Y § 8, 4) 53. Cualquiera que sea su forma original,
la sentencia parece expresar la creencia del mismo Jesús, de que
era agente y mediador del perdón de Dios. Con otras palabras,
la conciencia de tener una autoridad (¿única?) para ejercer la
prerrogativa de Dios.
Le 10, 19 es la otra exigencia explícita de Jesús en referencia'
a la autoridad: «Yo os he dado poder para andar sobre serpientes
(Sal 91, 13), Y escorpiones y sobre todo poder enemigo, y nada
os dañará». Ciertamente, esto puede ser considerado como una
expresión del Señor glorificado 54. Claramente, es una expresión
exultante de visión e inspiración profética. Pero, por esa misma
razón, puede ser igualmente atribuida al Jesús terreno. El entusiasmo
apocalíptico de la comunidad primitiva fue simplemente
un espejo del suyo propio. Y los otros relatos de Jesús transmitiendo
su exousía a sus discípulos durante su vida (Me 3, 15;
6, 7 Y par.) Y enviándoles a proclamar el mismo mensaje (exigiendo
alguna autoridad delegada), están demasiado bien fundados
en la tradición para ser rechazados (Me 6, 7-11 Y par.; Le
10,2-12; Mt 9,37 s.; 10,5-16)55; datos que refuerzan la cuestión,
al considerar a Le 10, 19 como un logion auténtico de
Jesús. El concepto de autoridad que debe existir detrás de una
tal delegación de autoridad difícilmente necesita comentario; es
la declaración de uno que no confía solo implícitamente en Dios,
sino que también se conoce a sí mismo como quien ha sido dis-
51. J. JEREMIAS, Theology 1 114 s.
52. Cf. C. P. CEROKE, 1s Mark 2, 10 a Saying 01 [esas>, CBQ 22
(1960) 369-90.
53. Cf. M. D. HOOKER, Son 01 Man 81-93; Colpe, TDNT 8, 420 S.;
J. JEREMIAS, Theology 1 262; W. G. KÜMMEL, Theology 81 s. Véase tamhién
aquí cap. 2, notas 159. 161.
54. R. BULTMANN, Tradition 158.
55. F. HAHN, Mission 40-46; M. HENGEL, Nacbjolge und Cbarisma,
Berlín 1968. 82-89; J. JEREMIAS, Theology 1 234-39. Véase aquí párr.
13, 4.