JESUS y EL ESPIRITU

¿Fue Jesús carismático? 129
existe ningún ejemplo de curacion milagrosa que no pertenezca
claramente a la categoría general de las enfermedades sico-somáticas
20.
No se puede poner fin al número de buenos paralelos con
esta clase de curaciones en la historia de las religiones 21. Con
semejantes paralelos posibles a nuestra vista, incluyendo pretensiones
e informes de primera mano de los testigos oculares, incluso
hoy día, nosotros debemos cuidarnos de limitar el estudio de
los milagros de Jesús a la investigación literaria según el tipo
del «hombre divino». Debemos afirmar, al menos, pienso yo, que
Jesús fue ese tipo de carismático (que Robert Graves puede calificar
como «síquico 5%») 22, que libraría fuentes de energía en
el interior de sí mismo, de las que el hombre corriente es consciente
solo raramente, o que estaría de tal modo en relación
con alguna realidad superior que él podía accionar, como una
especie de receptor y transmisor de un manantial más rico de
energía, exterior a sí mismo.
Si los milagros de curación, realizados por Jesús, pueden ser
acreditados históricamente sobre la base de sus propias palabras,
no es posible lo mismo en los así llamados «milagros de natura-
implican un cambio físico bastante notorio, especialmente el alargamiento
de miembros cortos (véase, por ejemplo, S. DURAsoFF, Brigbt Wind 01
the Spirit, Hodder & Stoughton 1973, 52; T. 1. OSBORN, Faitb Digest,
junio 1965; tengo en mi fichero un testimonio personal de esa índole).
Cí. el fenómeno de «alargamiento corporal» - H. THURSTON, Tbe Pbysical
Pbenomena 01 Mysticism, Burns & Oates 1952, cap. 7.
20. F. FENNER, Die Krankbeii im Neuen Testament, Leipzig 1930,
30-78, dice que las enfermedades de que se habla en los evangelios y
los Hechos, así como las de Pablo, eran, con pocas excepciones, realmente
formas de histeria y que (pp. 96-106) en el NT el método principal
de curación era la psicoterapia; d. T. A. BURKILL, Tbe Notion 01 Miracie
witb special rejerence to St Mark's Cospel, ZNW 50 (1959) 47 s.
21. Véase, por ejemplo, D. KERIN, Tbe Living Toucb, 1914, Hodder
& Stoughton 221961; E. G. NEAL, A Reporter Finds God tbrougb Spiritual
Healing, Longmans 1956; J. C. PEDDIE, Tbe Forgotten Talent, Oldbourne
1961; K. KUHLMAN, 1 belieoe in Miracles, Prentice-HalI 1963;
F. MACNuTT, Healing, Notre Dame 1974; d. 1. D. WEATHERHEAD, Psycbology,
Religion and Healing, Hodder & Stoughton 1951. Deberíamos
recordar igualmente las alrededor de 70 curaciones milagrosas en Lourdes
reconocidas desde 1858. En el Observer 22-7-1973 se escribía: «Para
ser aceptada una curación tiene que ser instantánea, permanente y científicamente
inexplicable. Las únicas curaciones que se tienen en cuenta
son las de tipo orgánico... y no las dolencias de tipo psico-somático o
histérico». Véase más al respecto luego, párr. 30.
22. C. WILSON, Tbe Occult, Hodder & Stoughton 1971, 63.
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