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JESUS y EL ESPIRITU

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(Pue Jesús carismático? 125<br />

fuertemente que los adversarios de Pablo en la Segunda Carta a<br />

los Corintios se consideraron a sí mismos como «hombres divinos»<br />

y defendieron una «cristología del hombre divino» 5. Menos<br />

decisiva, aunque casi tan persuasiva, es la tesis según la cual se<br />

afirma que Marcos fue escrito desde el punto de vista paulino<br />

como una cristología de la cruz (theologia crucis), para oponerse<br />

a algo así como una «cristología del Hombre divino» (theologia<br />

gloriae) 6; un anticipo positivo sobre la perspectiva de las antiguas<br />

formas críticas es que Marcos recogió las narraciones milagrosas<br />

más primitivas y presentó a Jesús como hijo de Dios =<br />

hombre divino = un taumaturgo más excelente que todos los<br />

demás 7.<br />

De hecho, es muy cuestionable en qué grado es legítimo el<br />

usar «hombre divino» en este contexto: la misma frase se encuentra<br />

con frecuencia sólo en los escritos helenísticos y se usó<br />

con demasiada imprecisión 8. Obviamente, no podemos enfrentarnos<br />

aquí con estas cuestiones, aunque sean fascinantes a nuestro<br />

conocimiento, de las iglesias primitivas y de la primitiva apologética<br />

cristiana (cf. § 52); pero el debate se refiere a nuestro<br />

trabajo presente de dos modos: primero, el hecho de que fuera<br />

posible presentar a Jesús como un hombre (¿divino?) autenticado<br />

por sus «obras maravillosas» demuestra cuán fuertemente estaba<br />

enraizada la reputación de Jesús como taumaturgo. Es de notar<br />

que Marcos no neutraliza esta cristología defectuosa negando los<br />

milagros de Jesús; más bien concede la base de su causa incorporando<br />

relatos milagrosos en la primera mitad de su evangelio,<br />

antes de aplicar la cristología correctiva del Hijo del Hombre<br />

doliente en la segunda parte. Segundo, la comparación de las<br />

narraciones milagrosas de los sinópticos con las de la literatura<br />

del helenismo y del judaísmo helenístico manifiesta la reserva de<br />

5. Véase, en especial, D. GEORGI, Die Gegner des Paulus im 2 Korintbcrbriei,<br />

Neukirchen 1964. Pero véase también aquí 495 y nota 34.<br />

6. D. GEORGI, Gegner 213·16; L. E. KECK, Mark 3, 7-12 and Mark's<br />

Christology, JBL 84 (1965) 341-58. La tesis la mantiene con fuerza y extremismo<br />

T. ]. WEEDEN, Mark . Traditions in Conjlict, Fortress 1971,<br />

y algo más moderadamente R. P. MARTIN, Mark: Evangelist and Tbeologian,<br />

Paternoster 1972.<br />

7. M. DIB<strong>EL</strong>IUS, Tradition 79 ss.; R. BULTMANN, Tradition 241.<br />

8. Véase, en especial, O. BETZ, The Concept 01 the So-called 'Dioine<br />

A!an' in Mark's Christology, en Studies in New Testament and Early<br />

C,hristian Literature, ed. D. E. Aune, Leiden 1972, 229-34' D. L. TIEDE,<br />

1 he Charismatic Figure as Miracle W orker; SBL Dissertation Series 1<br />

(1972). CL W. V. MARTITZ, TDNT 8, 338 s.

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