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JESUS y EL ESPIRITU

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106 Jesús y el Espíritu<br />

nidad cnstiana y los seguidores permanentes del Bautista, en<br />

torno a la importancia de Jesús 82. Otros piensan que el episodio<br />

tuvo su origen entre los que sufrieron la influencia de la ensefianza<br />

del Bautista, posiblemente discípulos de Juan, los cuales<br />

buscaron ahora reconciliar esto con su fe en Jesús 83.<br />

«La perícopa puede ser reconocida como un reflejo literario<br />

de la transferencia de la predicación del Bautista al profeta Jesús<br />

de Nazaret, que el mismo grupo (Q) había realizado» 84. La<br />

dificultad con estas dos sugerencias es que no resuelven el problema<br />

central, a saber, ¿cómo y en qué sentido Mateo 11, 4 ss.<br />

responde a la cuestión del Bautista? La sugerencia original de<br />

Fridrichsen consideró la pregunta de los discípulos del Bautista<br />

como equivalente a: ¿eres tú el Mesías? Los siguientes discípulos<br />

del Bautista disputaron el carácter mesiánico de los hechos<br />

de Jesús (d. «las obras de Cristo», Mt 11, 2}85. Pero por un<br />

lado la ecuación «el que viene = Mesías» procede más de la<br />

redacción de Mateo que de la tradición (Q f sobre la predicación<br />

del Bautista 86; y por otro lado, en el judaísmo el Mesías no era<br />

esperado como taumaturgo 87. Por consiguiente, ni la pregunta<br />

ni la respuesta parecen ser particularmente adecuadas.<br />

P. Stuhlmacher reforma la tesis de Fridrichen mediante la<br />

doctrina del profeta escatológico. La sola figura escatológica en<br />

el judaísmo, de quien se esperaban signos era el profeta 88. Por<br />

orta parte, el II Qumran Melquisedec prueba que en el judaísmo<br />

la figura de Isaías 61, 1 ya se había identificado con el profeta<br />

escatológico 89. En consecuencia, él sugiere que la discusión entre<br />

82. A. FRlDRICHSEN, Miracle 97 S.; R. BULTMANN, Tradition 23 S.;<br />

E. KLOSTERMANN, Matthiiusevangelium 94 S.; W. GRUNDMANN, Lukas 163;<br />

R. H. FULLER, Foundations 128 s. 171; P. STUHLMACHER, Das pauliniscbe<br />

Euangelium 1. Vorgeschiehte, Gottingen 1968, 219 S.; SCHULZ, Q 193.<br />

203.<br />

83.<br />

84.<br />

85.<br />

KRA<strong>EL</strong>ING 129; HOFFMANN 214 s.<br />

P. HOFFMANN 215.<br />

A. FRlDRICHSEN, Miracle 100.<br />

86.<br />

87.<br />

Pero véase Stanton, CSNT 31 s.<br />

F. HAIIN, Titles 380; E. Lohse, RGG 36, 1834; Stuhlmacher 218.<br />

88. Stuhlrnacher remite a O. Michel, F. Hahn y R. Meyer (p. 219,<br />

nota 1).<br />

89. Stuchlmacher 142 ss. 150; J. A. FITMEYER, Further Light on Melehizedek<br />

[rom Qumran Cave 11, JBL 86 (1967), reimpreso en Essays on<br />

the Semitie Background 01 the New Testament, Chapman 1971, 245-67;<br />

M. P. MILLER, TIJe Function 01 15 61, 1-2 in 11QMelchizedek, JBL 88<br />

(1969) 467-69; Stanton, CSNT 30 s.

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