Etnias y árboles - Escuela de Historia
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ningún valor ecológico, étnico, cuadranguladas y sin categoría científica como la <strong>de</strong> Don Juan Adrián Fernán<strong>de</strong>z Cornejo 342 , a la<br />
visión geoétnica <strong>de</strong> Jorge Fontana en 1881. En el medio, Darwin que había viajado en el Beagle a América <strong>de</strong>l Sur, trabajando en El<br />
origen <strong>de</strong> las especies durante veintidós años, convertía a su libro en un gran éxito <strong>de</strong> librería; los sabios Hooker y Huxley se adherían<br />
a sus teorías <strong>de</strong> inmediato, y el mundo científico tenía que <strong>de</strong>batir ya en otro terreno sobre el contenido <strong>de</strong> tres afirmaciones<br />
revolucionarias: a) el mundo vivo proviene <strong>de</strong> una evolución; b) esta evolución se realiza por medios estrictamente materiales; c) el<br />
hombre es un producto <strong>de</strong> esta evolución, y por consecuencia, es también <strong>de</strong> origen puramente material. 343 Era evi<strong>de</strong>nte que estos<br />
principios tenían que crear en los jóvenes estudiosos otra dimensión filosófica <strong>de</strong> lo étnico, y ello se instaló incluso en exploradores<br />
militares como Fontana.<br />
Hacia 1864, Herbert Spencer publicaba la obra Génesis <strong>de</strong> la ciencia, iniciando la crítica a la clasificación <strong>de</strong> las<br />
ciencias <strong>de</strong> Comte. Autorrepresentado evolucionista, su esquema apareció luego <strong>de</strong> El origen <strong>de</strong> las especies (1859) <strong>de</strong> Darwin. La<br />
división spenceriana más amplia, resultó la <strong>de</strong> las ciencias que estudiaban las relaciones abstractas y las que lo hacían sobre los<br />
fenómenos mismos. Las ciencias que investigan las formas en las cuales se presentan a los hombres los fenómenos, estaban cargadas<br />
<strong>de</strong> abstracción, y eran por <strong>de</strong>finición la lógica y las matemáticas. Las ciencias que, en cambio, estudian los fenómenos mismos, en<br />
sus elementos y en su conjunto, eran abstracto-concretas (mecánica, física, química) y concretas (astronomía, geología, biología,<br />
psicología, sociología). Este era el cuadro <strong>de</strong> las ciencias que se instalaban en los gabinetes argentinos <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l XIX y que<br />
analizarían el "problema" Chaco. Entre lo abstracto y lo concreto <strong>de</strong> Spencer se abría un abismo. De allí que las observaciones<br />
concretas <strong>de</strong>l mundo natural y social, y sus interacciones en el espacio gualamba chaqueño, quedarán al margen <strong>de</strong> conclusiones<br />
abstractas y especulaciones filosóficas. Había que medir, <strong>de</strong>scribir, reseñar, <strong>de</strong>tallar, inventariar, especificar. Pero era imposible<br />
avanzar en una síntesis y en generalizaciones. A lo sumo las ciencias abstracto-concretas como la química, física y mecánica podían<br />
soportar algún examen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la lógica y las matemáticas. En el cuadro spenceriano no se reflejaban las sucesiones históricas ni el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los objetos (fenómenos). Las relaciones recíprocas quedaban privadas <strong>de</strong> todo historicismo. Los fenómenos coexisten,<br />
pero el paso <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> éstos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una <strong>de</strong> las tres clases <strong>de</strong> ciencias a la otra, era imposible. Las abstracto-concretas y concretas<br />
servían como objeto y material para las abstractas, así como las concretas sólo soporte material para las abstracto-concretas. Al mismo<br />
tiempo ninguna <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las más abstractas podían utilizarse para resolver los problemas <strong>de</strong> las menos abstractas. El intelecto<br />
iba <strong>de</strong> las relaciones concretas a las relaciones abstractas, y <strong>de</strong> las menos abstractas a las más abstractas. El progreso mismo en el<br />
<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> las leyes estaría subordinado a una ley.<br />
Las primeras ciencias que se organizaron en la Argentina fueron las naturales y la astronomía: fauna, flora, gea y<br />
astros. 344 Las ciencias naturales encontraron su hábitat científico en dos instituciones, el museo <strong>de</strong> Buenos Aires y el museo <strong>de</strong> La<br />
Plata. El primero adquiría rango <strong>de</strong> congregación científica al asumir su dirección G. Burmeister en 1862. Por entonces ya era un<br />
sabio mundialmente conocido por sus trabajos paleontológicos y zoológicos. Y si bien no fue un maestro, sus dotes <strong>de</strong> organizador<br />
científico resultaron encomiables. 345 Dirigió el Museo por treinta años, sucediéndole el naturalista <strong>de</strong> origen ruso Carlos Berg y<br />
posteriormente Florentino Ameghino. La atención por Chaco como un gran espacio natural inexplorado era inevitable.<br />
El <strong>de</strong>sarrollo científico <strong>de</strong>l Museo <strong>de</strong> La Plata estaría vinculado a una primera pléya<strong>de</strong> <strong>de</strong> naturalistas argentinos, en este<br />
caso Francisco P. Moreno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1875. Había tenido por guías intelectuales a Juan M. Gutiérrez y Burmeister. Pero la dirección <strong>de</strong><br />
sus intereses científicos se enfocaba hacia otro espacio ignoto, la Patagonia. (La otra esfera <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto).<br />
La fundación por E. Zeballos <strong>de</strong>l Instituto Geográfico Argentino (1879-1930) contribuyó, como parte <strong>de</strong>l conocimiento<br />
geográfico <strong>de</strong>l país, también al <strong>de</strong>l Chaco. Estimulaba y patrocinaba viajes y exploraciones. Des<strong>de</strong> 1881 publicará el Boletín <strong>de</strong>l<br />
Instituto Geográfico Argentino. En el mismo año <strong>de</strong> fundación <strong>de</strong>l anterior, el Instituto Geográfico Militar, tal vez la más importante<br />
<strong>de</strong> las instituciones geográficas. Los espacios Chaco y Patagonia se <strong>de</strong>finían <strong>de</strong> inmediato como regiones <strong>de</strong> ocupación militar. Había<br />
que estudiar fronteras, cuestiones limítrofes, cartas, planos para maniobras <strong>de</strong>l Ejército y estudios <strong>de</strong> aplicación en la <strong>Escuela</strong> <strong>de</strong><br />
Guerra. Proyectos, inspección y dirección <strong>de</strong> construcciones militares. El instituto comprendía una sección <strong>de</strong> estudios geodésicos<br />
(astronomía, triangulación, nivelación) y otra <strong>de</strong> estudios cartográficos y topográficos. Des<strong>de</strong> 1912 publicará su Anuario. Pero el<br />
peso <strong>de</strong> su investigación giraba hacia la Patagonia. Tal vez tenían que ver en ello los intereses ingleses marítimos, <strong>de</strong> ocupación <strong>de</strong><br />
342<br />
Adrián Fernán<strong>de</strong>z Cornejo (1789): "Diario <strong>de</strong> la Primera Expedición al Chaco". En Colección Pedro <strong>de</strong> Angelis, T VIII, Vol. A, Buenos Aires, Plus Ultra,<br />
1972, 303-365.<br />
343<br />
Marcel Prenant (1940): Darwin y el darwinismo. México, Grijalbo, 1969, 114.<br />
344<br />
José Babini: <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> la Ciencia en la Argentina. Buenos Aires, Ediciones Solar, 1986, 144.<br />
345 Í<strong>de</strong>m, 147.