Etnias y árboles - Escuela de Historia
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Requería -a todas luces- una precisa fundamentación i<strong>de</strong>ológica, y una línea <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa ética. Para ello en 1856 el po<strong>de</strong>r nacional<br />
<strong>de</strong>signaba al general Antonino Taboada, comandante <strong>de</strong> una estrenada línea <strong>de</strong> fortines sobre el río Salado. Des<strong>de</strong> el fuerte-prisión El<br />
Bracho, Taboada <strong>de</strong>bía prologar la restauración <strong>de</strong> la frontera. Era el límite <strong>de</strong> las "tierras habitadas"; y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí al oriente, por la<br />
orilla <strong>de</strong>l Salado hasta el Bermejo se <strong>de</strong>senrrollaba "el inmenso <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong>l Chaco". 291 La adaptación <strong>de</strong>l Chaco a una fisonomía <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sierto, connota una nueva mentalidad. Toda naturaleza que no se vea inscrita en la civilización burguesa, en su explotación y<br />
consumo, será un <strong>de</strong>sierto. La alegoría es multivalente y polifuncional. Espacio "<strong>de</strong>spoblado" -aunque allí moraran cuantiosas etnias-;<br />
territorio inhabitable. Una subasta a la que nadie se presenta o a nadie se adjudica (<strong>de</strong>clarar <strong>de</strong>sierto un certamen); territorio<br />
<strong>de</strong> arenas, sin nada. Una prédica en el <strong>de</strong>sierto a un auditorio que no se quiere <strong>de</strong>jar convencer. Des<strong>de</strong> cualquier connotación para<br />
ingresar a la palabra <strong>de</strong>sierto, un éxito sobre la psicología inestable <strong>de</strong> la opinión pública: <strong>de</strong>spoblación, subasta, arena, sor<strong>de</strong>ra<br />
étnica. Concebir al Chaco como <strong>de</strong>sierto fue el gran hallazgo discursivo <strong>de</strong> una clase que se preciaba como la más europea <strong>de</strong> América<br />
Latina. Nada podía oponerse a la ocupación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto. Nadie preten<strong>de</strong>r la adquisición <strong>de</strong> un espacio sin valor, salvo la clase<br />
constructora <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> ocupación, y por supuesto <strong>de</strong> la palabra ontológica. Esta clase, 293 propietarios en 1840, poseía ya 9.3<br />
millones <strong>de</strong> hectáreas. 292 El <strong>de</strong>sierto se convertía en el veneno <strong>de</strong> la república burguesa, un i<strong>de</strong>ario <strong>de</strong> penetración, una imaginación,<br />
un estereotipo arrasador, una herramienta <strong>de</strong> convencimiento masivo. La razón ética para una "solución final" étnica. Los clanes<br />
quedaban aislados ante un nuevo paradigma <strong>de</strong> fe: las arboledas <strong>de</strong> la civilización se plantarían por fin en el espacio solitario,<br />
improductivo, riguroso, yermo, <strong>de</strong>sguarnecido, estéril. Era como si se arrancara la propia naturaleza al espacio. El reino <strong>de</strong> la<br />
muerte y la eternidad <strong>de</strong> lo infecundo. Un <strong>de</strong>sierto es casi un territorio sin naturaleza, porque en la i<strong>de</strong>ografía neoclásica o romántica la<br />
naturaleza <strong>de</strong>bía ser pródiga, atestada <strong>de</strong> especies vegetales y faunas. El asolamiento <strong>de</strong> la vida. Una calcinación en todo el horizonte.<br />
Será un francés iluminista, Ama<strong>de</strong>o Jacques, el <strong>de</strong>stinado a ser el a<strong>de</strong>lantado <strong>de</strong> esta mundivencia. Su pictografía <strong>de</strong>bía ayudar con<br />
tonalida<strong>de</strong>s y matices sonoros a la discursividad don<strong>de</strong> el territorio <strong>de</strong> infieles pasaba a la existencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sierto.<br />
"Al Sur, está la frontera <strong>de</strong> Santa Fe y mucho más allá, no se ven más que campos <strong>de</strong>solados y bosques silenciosos". 293<br />
Todavía la operación se publicita como una ofensiva contra los "bárbaros", <strong>de</strong> manera que empujándoles al otro lado <strong>de</strong>l<br />
Bermejo, o quizás exterminándolos, o cuanto menos reduciéndoles, se ganaría el gigantesco espacio apto para abrir las puertas a la<br />
inmigración europea "tan ardientemente <strong>de</strong>seada". 294 La al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Matará en Santiago era "la frontera extrema <strong>de</strong> la civilización" y<br />
más allá el inicio <strong>de</strong> la barbarie. La naturaleza, en el camino <strong>de</strong> Matará a El Bracho, costeando el Salado, se <strong>de</strong>scribía como un suelo<br />
erizado <strong>de</strong> cactus, enanos o trepadores, y una "diversidad casi infinita <strong>de</strong> formas y <strong>de</strong> flores". Por encima <strong>de</strong> esta cruda alfombra una<br />
alta vegetación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rosos algarrobos, mistoles y quebrachos, <strong>de</strong>sparramados con una "sabia irregularidad". Una vegetación<br />
intermedia <strong>de</strong>l jume siempre <strong>de</strong> un ver<strong>de</strong> triste; el follaje brillante y fresco <strong>de</strong>l vinal con espinas formidables; y el chañar <strong>de</strong> tronco<br />
ver<strong>de</strong> que se <strong>de</strong>spoja en la primavera <strong>de</strong> su vieja corteza. Pero lo que esta naturaleza subtropical poseía <strong>de</strong> único era la profusión <strong>de</strong> los<br />
gran<strong>de</strong>s cactus, como el nopal <strong>de</strong> la cochinilla con hojas en forma <strong>de</strong> raquetas, y otros macizos a la manera <strong>de</strong> can<strong>de</strong>labros atestados <strong>de</strong><br />
flores <strong>de</strong>l aire. Esta "in<strong>de</strong>scriptible belleza" era el <strong>de</strong>sierto. 295<br />
Des<strong>de</strong> un sur gana<strong>de</strong>ro la guerra no necesitaba ya captura <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra esclava. La tierra se ocupaba con fracciones<br />
<strong>de</strong> la élite gana<strong>de</strong>ra, y la fuerza <strong>de</strong> trabajo requerida se cubriría con las ondas <strong>de</strong> inmigrantes europeos. Los cálculos parecían<br />
transparentes: costaba más adiestrar un indio que importar inmigrantes ya adiestrados. De allí que la operación <strong>de</strong> limpieza étnica<br />
asumiera las clásicas formas capitalistas <strong>de</strong> EE.UU. Un indio vivo se convirtió en freno económico. Estos intuyeron que el proce<strong>de</strong>r<br />
era enteramente nuevo, sin rendición. De allí que en 1854 los clanes hicieran seis invasiones principales sobre las costas <strong>de</strong>l Salado. 296<br />
"Los indios en estos encuentros, rara vez son tomados vivos, porque pelean hasta morir antes <strong>de</strong> caer prisioneros". 297 En 1856<br />
avanzaban ocho leguas en la orilla izquierda <strong>de</strong>l Salado, entre El Bracho y Gramilla. Pero el ejército contestaba con operaciones <strong>de</strong><br />
recuperación <strong>de</strong> ganado.<br />
291 Ama<strong>de</strong>o Jacques (1856): "Excursión al río Salado y al Chaco". En Escritos, Buenos Aires, Editorial Ángel Estrada, 1945, 111.<br />
292 Jacinto Oddone: La Burguesía Terrateniente Argentina. Buenos Aires, Libera, 1975.<br />
293<br />
Jacques, op. cit, 111.<br />
294<br />
I<strong>de</strong>m, 112.<br />
295<br />
I<strong>de</strong>m, 118-119.<br />
296<br />
I<strong>de</strong>m, 122.<br />
297<br />
Hutchinson,op.cit, 223.