Etnias y árboles - Escuela de Historia
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El Parque chaqueño argentino fue sometido en poco más <strong>de</strong> un siglo a una sobreexplotación que redujo hacia fines <strong>de</strong>l<br />
XX su superficie forestal original en aproximadamente un 70%. La <strong>de</strong>sertización, especialmente en el área seca, es constante. 1000<br />
SUPERFICIE BOSCOSA DEL SISTEMA CHAQUEÑO ARGENTINO<br />
(En hectáreas)<br />
Provincia 1910 1950 1984 Reducción %<br />
(1910-1984)<br />
Formosa 10.700.000 4.000.000 3.500.000 67.3<br />
Chaco 13.600.000 8.200.000 5.450.000 60.0<br />
Santiago <strong>de</strong>l Estero 14.300.000 10.000.000 6.000.000 58.1<br />
Santa Fe 17.100.000 5.900.000 1.300.000 92.4<br />
Fuente: I.FO.NA.<br />
Total 55.700.000 28.100.000 16.250.000 70.8<br />
La primer etapa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>smonte no sólo tuvo la impronta <strong>de</strong> los frentes <strong>de</strong>l tanino, los durmientes, los postes y ma<strong>de</strong>ras,<br />
sino que también y coordinadamente con aquellos, el avance <strong>de</strong> los frentes militar y agrícolo-gana<strong>de</strong>ro. La agricultura era sinónimo <strong>de</strong><br />
civilización, <strong>de</strong> allí que el lema <strong>de</strong> la más antigua <strong>de</strong> las asociaciones rurales argentinas, la Sociedad Rural, fuese: "Cultivar el suelo es<br />
servir a la patria". Para servir a la patria había que <strong>de</strong>smontar. Roturación y pastura, signos unívocos <strong>de</strong> la conquista agrícolagana<strong>de</strong>ra<br />
<strong>de</strong> suelos ocupados por una vegetación espontánea erradicada. Pero en ningún caso creación <strong>de</strong> espacios agrícolas sobre<br />
terrenos con escasa vida vegetal. Después que el espacio se organizara bajo la estructura <strong>de</strong>l obraje, la representación general -por parte<br />
<strong>de</strong> élites y población pobre- <strong>de</strong> que los <strong>de</strong>sechos <strong>de</strong>jados por el <strong>de</strong>smonte formaban parte ya <strong>de</strong> una nueva entidad, el baldío. Terreno<br />
montaraz o <strong>de</strong> baja calidad agronómica.<br />
Una nueva onda, un nuevo <strong>de</strong>spliegue y profundidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>smonte, se operaría durante la Segunda Guerra Mundial, la<br />
leña y el carbón vegetal <strong>de</strong>bían suplir la carencia <strong>de</strong> carbón mineral y otros combustibles fósiles.<br />
La <strong>de</strong>clinación <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong>l algodón a fines <strong>de</strong> los años 50, y agropecuarios en general <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> los 70;<br />
el fin <strong>de</strong> la industria tánica; el eclipse <strong>de</strong> la expansión <strong>de</strong> la red ferroviaria, su mengua como medio <strong>de</strong> transporte y la correlativa baja<br />
en la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> durmientes; la apertura <strong>de</strong> barreras aduaneras (que otrora promovieran una industria <strong>de</strong> sustitución <strong>de</strong> importaciones),<br />
culminaron todos en la segunda gran explosión migratoria <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las subregiones rurales hacia los gran<strong>de</strong>s centros urbanos. Pero no era<br />
una ola hacia ciuda<strong>de</strong>s en vías <strong>de</strong> industrialización como en los años 40 y 50, sino hacia urbes en proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sindustrialización. No<br />
generó un nuevo cinturón <strong>de</strong> trabajadores pobres, sino uno <strong>de</strong> excluidos.<br />
La Administración Nacional <strong>de</strong> Bosques intentó manejar los recursos a perpetuidad, pero las técnicas y metologías<br />
importadas durante la década <strong>de</strong> 1950 no resultaron. El contexto socio-cultural nativo era radicalmente distinto. 1001 Es el período <strong>de</strong><br />
las gran<strong>de</strong>s obras nacionales <strong>de</strong> infraestructura sustentadas sobre la transferencia <strong>de</strong> exce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la renta agrícola. Pero muy poco <strong>de</strong><br />
esta renovación llegaría al Chaco. El precio internacional <strong>de</strong> los productos rurales sufría sostenidos <strong>de</strong>scensos en valores absolutos<br />
unas veces, y siempre en términos relativos respecto al precio/cuota <strong>de</strong> ganancia <strong>de</strong> los productos manufacturados. El valor <strong>de</strong> la tierra<br />
forestal se redujo, lo que facilitó su adquisición y <strong>de</strong>smonte con un <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> producción agrícolo-gana<strong>de</strong>ra similar al sistema<br />
pampeano. La aparición <strong>de</strong> la motosierra y la maquinaria pesada, pudieron rentabilizar el <strong>de</strong>smonte en condiciones <strong>de</strong> una <strong>de</strong>manda<br />
<strong>de</strong>clinante <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. Se optimizaron los precios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>smonte. Las fisuras ecológicas <strong>de</strong>l nuevo implante <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> producciones<br />
pampeanas, en Chaco redundaron en fallas <strong>de</strong> productividad, mayores costos y menores rendimientos. La salida al atolla<strong>de</strong>ro se<br />
intentaría en las décadas <strong>de</strong> 1970 y 1980, adoptando producciones <strong>de</strong> corto plazo: porotos (judías) y hortalizas primicia (tomates y<br />
pimientos). Se trata <strong>de</strong> una agricultura <strong>de</strong> estilo "minero", pues en pocos ciclos <strong>de</strong>terioran/<strong>de</strong>struyen el suelo. 1002<br />
1000<br />
Martín Aguerre y Gerardo Denegri: "Relaciones entre la <strong>de</strong>forestación y evolución socioeconómica en la región chaqueña". En Realidad Económica, n°<br />
110. Buenos Aires, agosto/setiembre <strong>de</strong> 1992, 145-154.<br />
1001<br />
Regeneración natural y artificial <strong>de</strong>l quebracho colorado. Folleto Técnico Forestal, n° 3. Administración Nacional <strong>de</strong> Bosques, Buenos Aires, 1959.<br />
1002 Aguerre, op. cit, 149. Realidad Económica, n° 110, agosto/setiembre <strong>de</strong> 1992, 145-154, 146.