Etnias y árboles - Escuela de Historia
Etnias y árboles - Escuela de Historia
Etnias y árboles - Escuela de Historia
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
misma, sino porque ésta <strong>de</strong>mostraba la fragilidad <strong>de</strong> un modo <strong>de</strong> producir <strong>de</strong> los recolectores. La fragmentación tribal sucedía mucho<br />
más rápido que las hambrunas, casi como una profilaxis advertida.<br />
Previo a estos <strong>de</strong>sastres, en el relato aparecen dos gran<strong>de</strong>s incendios. Chüquí, que es el primitivo hechicero, los predijo.<br />
Ante la palabra Chüquí, ya no se oye el concepto carancho, sino hechicero. "Chüquí (don Carancho) es famoso y <strong>de</strong> confianza". 944<br />
Uno <strong>de</strong> los incendios sucedió cuando los varones todavía tenían alas. Es <strong>de</strong>cir en los tiempos remotos. De noche la gente veía el fuego<br />
en el horizonte y lloraba. Fueron más <strong>de</strong> dos años <strong>de</strong> incendio, y el hechicero que anunciaba la llegada <strong>de</strong>l fuego seguía insistiendo que<br />
se aproximaba. Por fin hicieron su aparición distintos enjambres, animales feroces, y jabalíes que cruzaban junto a la al<strong>de</strong>a. 945 No<br />
había escapatoria. Uno <strong>de</strong> ellos recibió un mensaje: meter <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la tierra a la gente, y que todos llevasen "barro en los bolsos, para<br />
que cuando sientan el calor <strong>de</strong>l fuego, con el barro revoquen las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tierra". 946 Los enterrados se salvaron, y los que quedaron<br />
sobre la tierra murieron todos. Entre chorotes y matacos existe también la narración oral <strong>de</strong>l fuego durante la época <strong>de</strong> los cuasi<br />
hombres. Se habían refugiado bajo la tierra y al salir ya estaban transformados en hombres. 947<br />
Se trata <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sastre ecológico prodigioso, ocurrido en algún momento en el Chaco, y problablemente apoyado por una<br />
intensa sequía. La visión nocturna <strong>de</strong>l fuego en el horizonte es dantesca. El fenómeno pudo ocurrir varias veces, y en uno <strong>de</strong> ellos se<br />
<strong>de</strong>scubre la categoría <strong>de</strong>l tiempo no protohistórico, sino histórico: dos años llorando por las noches. 948 Medidas dimensionables,<br />
verificables. Un sistema, una escala, un cotejo nacido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la segunda división <strong>de</strong>l trabajo, la exclusión <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r femenino y el<br />
tabú al canibalismo. La catástrofe quedó registrada <strong>de</strong> una manera po<strong>de</strong>rosísima en la memoria. La oralidad la subsumió, la integró a<br />
la vida, a los miedos, al pavor. Una calamidad, una <strong>de</strong>vastación en la biosfera que pudo acabar con la etnia, cuando ella era la<br />
humanidad. La cultura registraba <strong>de</strong> una manera dolorosísima el evento. Nada más tremebundo que una fractura en el ecosistema.<br />
Ninguna grieta más honda.<br />
Se buscaron respuestas <strong>de</strong>sesperadas y alguien "inventó" el agujero y el cargar barro para revocar las pare<strong>de</strong>s. Después<br />
llovió intensamente. El guía se asomó fuera <strong>de</strong>l pozo cubriéndose los ojos, para no ver como la tierra tocaba el cielo <strong>de</strong> un extremo a<br />
otro, porque todo era ceniza. 949 Bajó y recomendó a los que subiesen, no levantar la vista enseguida para no transformarse en animales.<br />
Los que se atrevieron a ver, cambiaron entonces a ciervos, avestruces...<br />
¿Por qué la fantasía en apariencia más disparatada penetra al relato toba cuando los hechos tenían una lógica histórica sin<br />
<strong>de</strong>masiadas fisuras? Quizás <strong>de</strong> lo que se trata es <strong>de</strong> buscar una ocasión para plantear el origen <strong>de</strong> todas las <strong>de</strong>más especies animales<br />
que, <strong>de</strong> alguna manera habían quedado en el aire. Un análisis más abarcador nos llevaría tal vez en Chaco a una inversión <strong>de</strong>l tema <strong>de</strong><br />
Tántalo. La ambición <strong>de</strong> penetrar en el secreto <strong>de</strong> las cosas no eleva como en el Olimpo a un conflicto contra la altanería <strong>de</strong> los dioses,<br />
sino que en el mito toba a una mudanza natural, dulce, imperturbable <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el hombre al reino <strong>de</strong> los animales. Si para Tántalo el<br />
castigo <strong>de</strong> los dioses por "ver" es horrendo, <strong>de</strong>scendiéndolo al fondo <strong>de</strong>l Ha<strong>de</strong>s, para pa<strong>de</strong>cer con cada inclinación <strong>de</strong>l sediento que<br />
<strong>de</strong>saparece al beber <strong>de</strong>l arroyo que corre a sus pies, en Chaco por el contrario serán castigados los hombres que no quisieron ver<br />
quedándose hombres nomás. Si los hombres son ahora condición <strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> los animales, la inversión fantástica colabora en la<br />
<strong>de</strong>presión <strong>de</strong>l antropocentrismo occi<strong>de</strong>ntal surgido con el Renacimiento. Posibilidad <strong>de</strong> otra mirada, tal vez un ecocentrismo, es <strong>de</strong>cir el<br />
sentimiento <strong>de</strong> un equilibrio. Es posible una mutación superior. La fase histórica más <strong>de</strong>sarrollada <strong>de</strong>l incendio pone en jaque a la<br />
hominización. Tal vez el incendio pudo ser provocado por el mismo hombre. El relato se vuelve fantástico, pero su conexión con la<br />
realidad es filosófica. El grosor <strong>de</strong>l simbolismo es <strong>de</strong>masiado amplio para un solo relato oral. Aparecen las variaciones, algunas <strong>de</strong> las<br />
cuales tratan <strong>de</strong> contra<strong>de</strong>cirlo. Simbolismo estri<strong>de</strong>nte, la megaunicidad <strong>de</strong> la crisis es tan gran<strong>de</strong> como la <strong>de</strong>sesperación, las<br />
alucinaciones y las histerias colectivas. Producción multifacética <strong>de</strong> mitemas, creencias y supersticiones. La tribu volvió a hacerse<br />
numerosa y a separarse en comunida<strong>de</strong>s. Más tar<strong>de</strong> hubo otro incendio <strong>de</strong> igual magnitud.<br />
En las categorías vinculadas al tiempo, no aparecen los meses, los días, y excepcionalmente los años. Es una sucesión <strong>de</strong><br />
épocas con cambios en el ecotono, provocadora <strong>de</strong> nuevas modificaciones sociales y mentales. Substitución <strong>de</strong> poblaciones<br />
circunstanciales por otras más estables. Las categorías <strong>de</strong> espacio son inexistentes. El espacio es todo. No se sabe en qué mundo se<br />
mueven estos hombres, ni dón<strong>de</strong> está ubicado, ni próximo a qué otros. Sólo se advierte que hay un río gran<strong>de</strong>, que se inunda a veces<br />
944 I<strong>de</strong>m, 44.<br />
945 Í<strong>de</strong>m, 45.<br />
946 Í<strong>de</strong>m, 46.<br />
947 Mashnshnek: "Mitología <strong>de</strong> los Matacos..., 35.<br />
948 El número dos se repetirá en otro relato: dos días...<br />
949 Togueshic..., op. cit, 46