11.04.2013 Views

Etnias y árboles - Escuela de Historia

Etnias y árboles - Escuela de Historia

Etnias y árboles - Escuela de Historia

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La velocidad es una cualidad pero no una virtud moral. Mientras la fuerza -directamente proporcional a la estatura- es unidireccional, la<br />

velocidad pue<strong>de</strong> servir para avanzar sobre un enemigo o para escapar <strong>de</strong> él. Intrepi<strong>de</strong>z o cobardía. Tuyango no sólo es el más alto, sino<br />

a<strong>de</strong>más vuela. Los varones vuelan, pero las mujeres no. Eso las coloca topográficamente bajo los machos.<br />

El mundo <strong>de</strong> las aves constituye lo más preciado <strong>de</strong> la cosmogonía toba. Las <strong>de</strong>sdichas y el dolor no pue<strong>de</strong>n vincularse a<br />

los pájaros. La libertad se representa iconográficamente con plumas.<br />

El chüquí los alertó a todos para que no durmieran con las hembras, y no les ocurriera así lo <strong>de</strong>l zorro. Los otros le<br />

reclamaban urgencia, que encontrara la solución. El carancho le pidió a una mosca 920 , es <strong>de</strong>cir a una compañera suya en la rapiña, un<br />

viento fuerte, frío y lluvia. La mosca lo logró y las mujeres -aunque robustas- empezaron a temblar <strong>de</strong> frío "y antes que ellas<br />

reaccionasen, chüquí les quitó el fuego que llevaban y así las dominó". 921<br />

El relato pareciera contado aún por las mujeres. Podía haber sido el zorro el que les quitase el fuego. Pero fue el<br />

carancho. El zorro no es el más astuto, o en todo caso, la astucia ensayada en el seno <strong>de</strong> la tribu no es un valor moral. El que reúne la<br />

astucia <strong>de</strong> la colectividad es el carancho, en apariencia personaje bajo, sustentado en la carroña, y la ejerce hacia afuera, lo que sirve<br />

para la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l grupo. La carne <strong>de</strong>l carancho es la más repugnante. Sin embargo la imagen toba no se correspon<strong>de</strong> con la visión<br />

repulsiva generada por los indios y mestizos en la pampa. 922<br />

El carancho se muestra como símbolo complejo y contradictorio. La pedagogía <strong>de</strong> su imagen no es sencilla. El paisaje<br />

había dado curso al relato, el relato da ahora curso al símbolo. Su figuratividad da curso a su discursividad. Los temas <strong>de</strong>corativos se<br />

pier<strong>de</strong>n. Es el "grado cero <strong>de</strong>l paisaje". El carancho es actor puro, acción simbólica pura. Utilizó a las moscas para traer lluvias. En la<br />

naturaleza, antes <strong>de</strong> que se <strong>de</strong>scarguen las lluvias, aparecen multitud <strong>de</strong> moscas que perciben el cambio <strong>de</strong> presión y se tornan molestas,<br />

movedizas. Sólo que en el relato, el signo <strong>de</strong> lluvia se transforma en causa <strong>de</strong> ella. Los mecanismos lógicos <strong>de</strong> la naturaleza aparecen<br />

invertidos. Pero la acción histórica <strong>de</strong>l carancho es unívoca: él, el más hediondo, el imposible <strong>de</strong> ser comido, es el que roba el fuego a<br />

las hembras. La paradoja -narrada por las hembras- <strong>de</strong>sata imágenes contrapuestas, subjetivida<strong>de</strong>s encontradas. La imagen <strong>de</strong>l<br />

carancho es constituida y <strong>de</strong>finida semióticamente en la esfera <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> otro sistema mayor, las oposiciones sexuales por el<br />

control social. La imagen pasa a ser pensamiento en su movimiento significante, y <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser histórica. La imagen fue investida,<br />

objeto <strong>de</strong> una inversión, recibió una investidura. 923<br />

El carancho conoce las trampas que los elementos naturales ejecutan entre sí; las transfiere. El paradigma <strong>de</strong> lo blanconegro<br />

no existe. La poesía <strong>de</strong> la protohistoria carga la complejidad <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong> sus evoluciones, la efervescencia, las exageraciones,<br />

impresionabilidad, tramas, insidias, ardi<strong>de</strong>s, las producciones dramáticas, trabajo, <strong>de</strong>sagües <strong>de</strong> la imaginación, los acarreos cómicos,<br />

animación constante, <strong>de</strong>sgastes, <strong>de</strong>shechos, torpezas, mutilaciones, armonías, cromatismo, asombros, <strong>de</strong>spilfarro fantástico,<br />

<strong>de</strong>gradaciones y mundalidad, pronósticos, conjeturas, amasijos icónicos, embarullamiento, miscelánea simbólica, anchura, zambullida<br />

erótica, construcción <strong>de</strong> valores, turgencias, dinamismo, innovaciones. Para la confirmación <strong>de</strong> este magma, crea un método <strong>de</strong> la<br />

memoria que conduce a una lógica específica <strong>de</strong> la historia. Una lógica que preten<strong>de</strong> fundar imprecisamente a la poesía.<br />

41.3 La Poesía <strong>de</strong> los Conflictos<br />

El relato toba sorpren<strong>de</strong> por la multiformidad <strong>de</strong> los estereotipos. Cada personalidad forma su aspecto contradictorio.<br />

Algunos rasgos evolucionan hasta <strong>de</strong>saparecer otros colapsan, se transforman o sufren <strong>de</strong> gigantismo. Los personajes son abiertos,<br />

flexibles, califican o empobrecen según la situación. Hasta el cacique, el más gran<strong>de</strong>, envidia al zorro. Es humano. Estas oposiciones<br />

internas y falta <strong>de</strong> esquematismo, es posible que surjan <strong>de</strong> la propia mirada a la naturaleza. El tigre es malo con el hombre pero no con<br />

sus crías. Es feroz, pero jamás tan astuto como el hombre. La matriz narrativa se corrige según cambia el saber sobre la naturaleza.<br />

Todo <strong>de</strong>bería estar escrito en el relato, por lo que muchas veces se complica, abarrota <strong>de</strong> acciones simbólicas, barroquiza. El lenguaje y<br />

la imagen se anudan <strong>de</strong> modo particular. La oralidad se abre como un metalenguaje. Las <strong>de</strong>scripciones son <strong>de</strong> entrada recorridos<br />

920 Í<strong>de</strong>m, 42.<br />

921 Í<strong>de</strong>m, 42.<br />

922 Los indios onas <strong>de</strong> Tierra <strong>de</strong>l Fuego personificaban en el carancho al brujo Kuayeshin, que antiguamente dominaba a los hombres.<br />

923 Jean Louis Schefer: "La imagen: el sentido investido", en Christian Metz y otros: Análisis <strong>de</strong> las Imágenes. Barcelona, Ediciones Buenos Aires, 1982, 272-<br />

289.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!