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Etnias y árboles - Escuela de Historia

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eminentemente eco-histórica, expresar un momento <strong>de</strong> viraje natural-social trascen<strong>de</strong>nte. Tiempos fabulosos pero no heroicos. Su<br />

memorización tiene una funcionalidad: fijar la resolución oral <strong>de</strong> un conflicto en el seno <strong>de</strong> la sociedad tribal.<br />

El relato no es historia en sí misma, sino que su origen es histórico. 912 De lo que se trata no es <strong>de</strong> interpretar el cuento<br />

sino más bien <strong>de</strong> reducirlo a sus causales históricos. Encontrar la semántica histórica <strong>de</strong>l relato. Ese código es con frecuencia<br />

<strong>de</strong>sconocido, o ha permanecido oculto por sucesivas capas <strong>de</strong> cambios y valores nuevos. Descubrir la semántica histórica pue<strong>de</strong><br />

alumbrar un ángulo nuevo. Dar una imagen complementaria, o una distinta. Pero también abre gran<strong>de</strong>s peligros, inexactitu<strong>de</strong>s,<br />

relaciones erróneas. Lo que interesa no es la historia, sino la genética o el estudio <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong>l episodio cultural.<br />

El cacique Tuyango, es el más gran<strong>de</strong> en esta tierra. Esto es propio <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s arcaicas don<strong>de</strong> el po<strong>de</strong>r está en<br />

relación directa con la fuerza física. Las condiciones morales se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la propia fortaleza corporal. Quizá por eso el cacique es<br />

el menos asociado al zoomorfismo, y aunque tiene plumas rojas, su presencia es claramente humana. Ya se rige por principios éticos.<br />

Las hembras tampoco son zoomorfas, pero sexualmente no son todavía humanas. Sólo los machos las convertían en tales.<br />

Se gesta en el relato la estructura <strong>de</strong> las normas morales, sin las cuales esta sociedad no logrará sobrevivir. El conjunto<br />

<strong>de</strong> ellas no es otra cosa que las actitu<strong>de</strong>s generalizadas expresadas primero en la conciencia colectiva y luego individual, como normas,<br />

modos y principios <strong>de</strong> interrelación <strong>de</strong> los hombres. Lo útil a la colectividad y por lo tanto al individuo, se repetía, imitaba y<br />

comunicaba <strong>de</strong> generación en generación como hábito moral que adquiría el carácter <strong>de</strong> costumbre. El hipotético cacique, en sólo<br />

escasas imágenes en el texto aparece como un ser con autodominio y fuerza. "Entonces él que era el jefe, el más gran<strong>de</strong> en estatura,<br />

llamado Tuyango, se fue a<strong>de</strong>lante. Toda su ropa era roja". 913<br />

Entre los latinos, la palabra virtus que significaba la fuerza física y el <strong>de</strong>nuedo, pasó luego a <strong>de</strong>finir la virtud en sí misma;<br />

análogamente, la palabra griega bonus significaba fuerte y valiente, y bonum, el bien. En tiempos rigurosos para la tribu, la fuerza y el<br />

autodominio se valoraban como cualida<strong>de</strong>s morales insustituibles.<br />

El zorro sagaz llegó antes que todos, aclara el relato; quizá porque no tenía alas ni plumas. Vio a una hembra, la más<br />

bonita <strong>de</strong> todas, se apo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> ella "y la metió <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su casa y sin per<strong>de</strong>r tiempo la cubrió con su cuerpo y copuló". 914 Pero la mujer<br />

le cortó su miembro reproductor y se lo comió con la vulva. El zorro salió corriendo dolorido, los otros le preguntaron qué había<br />

pasado: "-No tengo más, no tengo más el miembro viril, es como si ella tuviera dientes en la vulva..." 915 Se fue al monte, encontró un<br />

árbol garabato, le sacó una ramita, la limpió muy bien y se lo injertó en el lugar <strong>de</strong>l miembro. Por eso hasta el día <strong>de</strong> hoy, los zorros<br />

tienen una cicatriz en ese lugar. 916 La imaginación reúne las explicaciones protosociales con las gestualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mundo conocido, <strong>de</strong>l<br />

biotipo, allí don<strong>de</strong> viven, se injertan, <strong>de</strong>nostan, luchan y se montan grupos <strong>de</strong> seres sometidos a condiciones relativamente constantes o<br />

cíclicas. Unas realida<strong>de</strong>s se explican <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las otras. Unas hablan <strong>de</strong> las otras. Entre la familia étnica mataco-mataguayo es común el<br />

relato <strong>de</strong> la vulva <strong>de</strong>ntada y <strong>de</strong> un personaje que ejecutará la ruptura <strong>de</strong> los dientes y por consiguiente la posibilidad <strong>de</strong>l acto sexual. 917<br />

Los varones toman posesión <strong>de</strong> las mujeres y éstas los enfrentan sexualmente. La mujer todavía guarda el <strong>de</strong>recho a la<br />

resistencia sexual, y a elegir ella misma a sus pretendientes. Pero el mundo arcaico está cambiando. Las mujeres no podrán soportar<br />

mucho más la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos y controles. Los actos naturales se vuelven sociales. Después <strong>de</strong>l acto <strong>de</strong>l zorro, todos los<br />

hombres "agarraron para sí mujeres", pero el que no tuvo suerte <strong>de</strong> encontrar una fue el Quirquincho. El viraje se ha producido.<br />

El quirquincho escarbó la tierra buscando mujeres enterradas <strong>de</strong> cuando se cayeron <strong>de</strong>l cielo, "y siguió hasta que le arañó<br />

el ojo a una y la <strong>de</strong>jó tuerta". 918 Pero el quirquincho estaba muy contento con su nueva mujer. 919 La topografía más baja, el bajo tierra,<br />

crea al mismo tiempo una estética particular: la <strong>de</strong>formidad. La mujer tuerta se une al quirquincho que es también el cuasi-humano más<br />

bajo. El hombre más hermoso por lo tanto, <strong>de</strong>berá ser el más alto. La estatura no es sólo una virtud, sino también, y quizá por ello<br />

mismo, un valor estético. El zorro se queda con la mujer más bonita, porque es el que corre más rápido, y lo pue<strong>de</strong> hacer porque no<br />

tiene plumas. El zorro tiene aquí una capacidad que no poseen los <strong>de</strong>más. Pero en la pirámi<strong>de</strong> estética y por lo tanto moral, el zorro<br />

está a medio camino entre el quirquincho y los hombres con plumas. Esa mujer no le correspondía estéticamente, y recibe un castigo.<br />

912<br />

I<strong>de</strong>m, 36.<br />

913<br />

Togueshic..., op. cit., 40.<br />

914<br />

Í<strong>de</strong>m, 40.<br />

915<br />

Í<strong>de</strong>m, 40.<br />

916<br />

Í<strong>de</strong>m, 41.<br />

917<br />

Celia Mashnshnek: "Mitología <strong>de</strong> los Mataco", 1977, op. cit. 32.<br />

918<br />

Togueshic..., op. cit, 41.<br />

919<br />

Entre los matacos el consumo <strong>de</strong>l quirquincho es tabú para los hombres entre los 15 y 20 años. Su consumo produciría <strong>de</strong>bilidad y escalofríos. Celia<br />

Mashnshnek: "La economía <strong>de</strong> los Matacos <strong>de</strong>l Chaco Argentino", op. cit., 60.

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