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Etnias y árboles - Escuela de Historia

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La erosión como espiritualidad. Una resignación ontológica. La imagen carnavalesca <strong>de</strong>l santiagueño pobre <strong>de</strong> las<br />

soleda<strong>de</strong>s que espera sentado que algo suceda, tal vez que un viento <strong>de</strong>rribe las algarrobas <strong>de</strong>l árbol, y que lleguen a sus manos hechas<br />

dulce, patay o aloja. Y el relato irónico <strong>de</strong> su interrogante metafísico, <strong>de</strong> para qué va a ser rico. Para <strong>de</strong>scansar, le dicen. "¿Y qué<br />

eztoy haziendo?", respon<strong>de</strong> sentado en hilachas sobre el polvo blanco.<br />

Fue Bernardo Canal Feijoo quien <strong>de</strong>scribió este paisaje <strong>de</strong> tierra llana, regular, castradora <strong>de</strong> fantasías; tierra rendida "en<br />

atómica pulvurulencia", áspera, rebel<strong>de</strong>, promotora <strong>de</strong> una vegetación rencorosa. "Flora leñosa, erizada, bravía". 676 Salinas -don<strong>de</strong><br />

otrora afloraron las napas freáticas- reverberantes, blanquiazules, metálicas. "Su regla es la atiborración <strong>de</strong> lo mismo en lo mismo, <strong>de</strong><br />

lo mismo en la misma disposición, incesantemente. ¡Naturaleza en remanso infinito!" 677 Un oleaje <strong>de</strong>magógico <strong>de</strong> uniformidad que<br />

arrastra al espectador. Color sin lisonjas polvaredas <strong>de</strong> la tierra <strong>de</strong>rrotada con fuerza para arrojárselas todavía a la cara obsequiada <strong>de</strong>l<br />

hombre.<br />

En la hora <strong>de</strong>l Sacrificio Perfecto, todo converge hacia la Cruz. Dios se hace hombre, el Verbo se hace carne. Es la<br />

Encarnación, el hijo <strong>de</strong> Dios es la víctima perfecta. En primer lugar porque es voluntaria; las víctimas antiguas eran llevadas a la<br />

fuerza. Camina hacia su inmolación <strong>de</strong>seada, y hasta el último suspiro evita sustraerse a ella. 678 No hay obligatoriedad <strong>de</strong> Dios para<br />

que muera su hijo, en ese caso hubiese sido un suplicio no un sacrificio. En segundo lugar, envuelve a todos los pecados <strong>de</strong>l mundo<br />

como con un velo, sin que éstos lo penetren.<br />

En la conciencia mitologizada india <strong>de</strong>l monte chaqueño, don<strong>de</strong> los hombres adoptaban la forma <strong>de</strong> animales para<br />

expresar conceptos morales, sociales, jurídicos o religiosos, fue profundamente germinativa la imagen <strong>de</strong> "Cor<strong>de</strong>ro que vienes a<br />

quitar los pecados <strong>de</strong>l mundo". Un Mesías transformado en cor<strong>de</strong>ro podía ser carne <strong>de</strong> la conciencia mitologizada sin <strong>de</strong>masiados<br />

percances.<br />

Finalmente Cristo es una víctima infinita. Un crucificado continuo, inacabable, intemporal.<br />

El Calvario y la Cruz. Los Apóstoles que no predican sino la Cruz, en el camino <strong>de</strong>l Calvario sólo ven a Jesús<br />

crucificado. La <strong>de</strong>rrota profunda <strong>de</strong> la imagen, penetraba en la conciencia <strong>de</strong> las poblaciones mestizadas <strong>de</strong>l Chaco santiagueño y <strong>de</strong><br />

su frontera, con naturalidad. Era la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> todos los tiempos, que auguraba por lo mismo una victoria impecable en el más allá.<br />

La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> una autonomía <strong>de</strong> la cultura; <strong>de</strong> sus ídolos y dioses; <strong>de</strong> un tipo <strong>de</strong> suelo, <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong> producción; <strong>de</strong> un hábitat. La<br />

<strong>de</strong>rrota adquiría otra intimidad con el sacrificio <strong>de</strong>l monte. Al bosque volado siguió la voladura <strong>de</strong> campos. Luego una hierba dura,<br />

ligninosa con la que los animales pue<strong>de</strong>n engañar el hambre, pero no alimentarse.<br />

36. EL SEÑOR DE MAILÍN ENTRE ALELUYAS, LAMBADAS Y DESIERTOS<br />

36.1 El Espacio<br />

En un territorio salitroso y reseco, entre un monte achaparrado y polvo blanco, está Mailín. Alguna vez allí existió el<br />

bosque. 679 Un pueblo <strong>de</strong> unos cuatrocientos habitantes, una iglesia gran<strong>de</strong> y tosca <strong>de</strong> dos campanarios, unos rancheríos y algunas<br />

casonas <strong>de</strong>scascaradas que soportan la sequedad <strong>de</strong> un largo siglo. En conjunto un pueblo muerto, en el centro <strong>de</strong> Santiago <strong>de</strong>l Estero,<br />

entre los ríos Dulce y Salado, antigua frontera <strong>de</strong>l Chaco. 680 Próximo a la estación ferroviaria Añatuya, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> partía el<br />

ferrocarril <strong>de</strong>sfoliador a Tintina en el chaco santiagueño. Zona <strong>de</strong> quebrachales, en 1936 ya era una planicie sin bosques, pero<br />

cubierta <strong>de</strong> matorrales y <strong>de</strong> cactus. Una tonalidad grisácea <strong>de</strong> colores mustios y tristes. Un paisaje casi lunar, un suelo <strong>de</strong>scarnado<br />

"seco, con escasas hierbas que reptan apenas y entre las cuales yérguense las puntas rígidas, cubiertas <strong>de</strong> espinas <strong>de</strong> los cactus rastreros<br />

o <strong>de</strong>l erizo ver<strong>de</strong> <strong>de</strong> la retama". 681 La tierra acribillada <strong>de</strong> cuevas, hendiduras polvorientas, resecas, abandonadas. La energía <strong>de</strong>l<br />

bosque árido tornó en la energía <strong>de</strong>soladora <strong>de</strong> un paisaje jerusalénico, una estética <strong>de</strong> las espinas <strong>de</strong> Cristo.<br />

676<br />

Bernardo Canal Feijoo: Ñan. Santiago <strong>de</strong>l Estero, Talleres Gráficos El Liberal, 1932, 15-17.<br />

677<br />

Í<strong>de</strong>m, 17.<br />

678<br />

Buatnier, op. cit, 47-48.<br />

679<br />

El autor realizó un viaje <strong>de</strong> investigación a la fiesta <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> los Milagros <strong>de</strong> Mailín en 1990.<br />

680<br />

Entre dos líneas <strong>de</strong> ferrocarriles abandonados hacia 1994.<br />

681<br />

Orestes Di Lullo: La Agonía <strong>de</strong> los Pueblos. Santiago <strong>de</strong>l Estero, Imprenta López, 1946, 57.

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