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Etnias y árboles - Escuela de Historia

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Mitología y divinida<strong>de</strong>s se entrelazaron <strong>de</strong> una manera peculiar entre los ríos Dulce y Salado, frontera <strong>de</strong>l Chaco. La<br />

<strong>de</strong>strucción continua <strong>de</strong>l paisaje forestal, colectivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tradición étnica y homogeneidad quechuoparlante, posibilitaron un tipo <strong>de</strong><br />

catolicismo singular. Una entidad nutrida <strong>de</strong> vida. Creencias y ritualida<strong>de</strong>s como sustancia ectoplasmática autonomizada, autoactivada<br />

y dictando su voluntad a los espíritus humanos. 598 El catolicismo popular <strong>de</strong>l Chaco santiagueño y su frontera remiten -en su<br />

connotación-, a una ecología mental y cultural. Las i<strong>de</strong>as, como las palabras, tienen significaciones diversas, y no adquieren su<br />

sentido más que en el texto <strong>de</strong>l discurso que las enca<strong>de</strong>nan y al que enca<strong>de</strong>nan, en el medio o contexto en que se produce. El contexto<br />

es el ecotexto <strong>de</strong> toda i<strong>de</strong>a o forma <strong>de</strong> la conciencia.<br />

Un sistema <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as también pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como una entidad dotada <strong>de</strong> una cierta autonomía organizacional<br />

"viviente". 599 Un tipo <strong>de</strong> ser que se nutre <strong>de</strong>l hombre y lo nutre. El entorno santiagueño alimentaba al catolicismo con el misterio <strong>de</strong>l<br />

bosque, lo volvía abierto en vez <strong>de</strong> dogmático. El entorno lingüístico quechua no daba muchas opciones autoritarias para la<br />

intervención <strong>de</strong> la jerarquía eclesiástica. La ecología mental-cultural se embutía <strong>de</strong> complejidad, atiborraba <strong>de</strong> los códigos solidarios<br />

<strong>de</strong> una lengua propia, aforraba <strong>de</strong> un paisaje entre <strong>de</strong>moniaco y diáfano, sobrealimentaba <strong>de</strong> una mitología expresivamente heteróclita.<br />

Las i<strong>de</strong>as religiosas eran animadas por una vida mental <strong>de</strong> regeneración continua. El hombre santiagueño <strong>de</strong>l monte no proclamaba<br />

jamás un catolicismo fanático; ni insularización, ni empapamiento superficial. La dimensión ecológica entre su saber y sus creencias,<br />

rechazaba la estrechez y la exclusión. Integraba a la naturaleza sin tener que globalizarla. Participaba a los antiguos rituales étnicos <strong>de</strong><br />

la liturgia cristiana, pero no a la manera andina como yuxtaposición, sino mediante líneas transversales, a veces con confrontación otras<br />

sin ella.<br />

Pero el episodio inconmensurable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>smonte y el avance <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto real, fijaron <strong>de</strong> una manera dramática una<br />

síntesis. La naturaleza, en vez <strong>de</strong> ser repudiada, se adhirió aún más al semblante psicológico <strong>de</strong> las poblaciones, a su fe religiosa y a<br />

las tareas prácticas <strong>de</strong> la sobrevivencia en medios aislados por el <strong>de</strong>sguace <strong>de</strong>l bosque y el <strong>de</strong>sgaste.<br />

El ecosistema santiagueño formó una religión práctica, no cuestionadora, preocupada por los problemas <strong>de</strong>l aquí en la<br />

tierra, con elaboraciones y síntesis <strong>de</strong> la experiencia cotidiana. 600 Todavía hacia la década <strong>de</strong>1970 en los pobladores todo se reduce a<br />

la acción, una religión <strong>de</strong> la praxis que contrasta con la teología <strong>de</strong>l más allá y su ética. Una vida rural espantosamente aislada y<br />

precaria. Y mientras el sistema católico tradicional se erige sobre el mecanismo <strong>de</strong>l binomio pecado/castigo 601 , el sistema <strong>de</strong>l<br />

catolicismo popular santiagueño tuvo que ver con el binomio eliminación <strong>de</strong>l sufrimiento/gratificación. 602 Una perspectiva diferente.<br />

Si la muerte no pue<strong>de</strong> ser abolida, hay que gozarla, con la música, el alcohol y la reunión solidaria.<br />

La base i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> patronazgo en los países católicos, asocia las relaciones <strong>de</strong> Dios y los santos a las <strong>de</strong><br />

los patrones reales con sus clientes. 603 Forma parte <strong>de</strong> una estructura autoritaria. Se establece una relación <strong>de</strong> vasallaje entre<br />

Dios/Jesucristo/Espíritu Santo, y sus vasallos: las vírgenes y santos. Es posible que algunos <strong>de</strong> ellos, en la mentalidad popular<br />

medieval, hicieran las veces <strong>de</strong> siervos. La conquista no sólo trajo su formación estamental social, sino también su espejo en el marco<br />

<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología religiosa. Los pobladores al oriente <strong>de</strong>l río Dulce no hablan <strong>de</strong> una imagen <strong>de</strong> un santo o <strong>de</strong> una virgen, sino <strong>de</strong> este<br />

santo o esta virgen <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong> tal persona, o <strong>de</strong> tal lugar. 604 Como vasallos <strong>de</strong> la Trinidad, ostentan particularida<strong>de</strong>s, hábitos y<br />

virtu<strong>de</strong>s diferentes. Pero están todos vinculados al bosque, a lo que queda <strong>de</strong> él o a su memoria <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecido. Algunos señores o<br />

santos son más exigentes que otros, tienen clientelas distintas que cumplen <strong>de</strong> diverso modo las obligaciones. Unos son buenos, otros<br />

milagrosos; están los que <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> proteger a los siervos, no sirven y caen en el olvido. Sus po<strong>de</strong>res cambian en el discurso <strong>de</strong>l gran<br />

espacio <strong>de</strong> ecosistemas asociados.<br />

Por lo común en cada casa hay más <strong>de</strong> un santo porque se requiere la ayuda <strong>de</strong> todos. "Una joven <strong>de</strong> la zona, cuando se<br />

enferman sus hijos, pi<strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> San Roque, la Virgen <strong>de</strong>l Valle, el Señor <strong>de</strong> Mailín y San Antonio, porque siempre es<br />

conveniente cubrirse bien, por si acaso". 605 La batería <strong>de</strong> santos y vírgenes (<strong>de</strong> señores), permite mantener la creencia cuando el<br />

598<br />

Morin, 1993, 108.<br />

599<br />

Í<strong>de</strong>m, 109.<br />

600<br />

Hebe M.C. Vessuri: Aspectos <strong>de</strong>l Catolicismo Popular en Santiago <strong>de</strong>l Estero: Ensayo <strong>de</strong> Categorías Sociales y Morales. Universidad Nacional <strong>de</strong><br />

Tucumán, Centro <strong>de</strong> Investigaciones sociológicas. Tucumán, 1971, monográfico, 1.<br />

601<br />

Max Weber: The Social Psychology of World Religions. En Gerth y Mills, compiladores. From Max Weber. Oxford-New York, 1958.<br />

602 Vessuri, op. cit, 2.<br />

603 Michael Kenny: "Patterns of Patronage in Spain". Anthropological Quaterly, vol 33, 1960, 14-23.<br />

604 Vessuri, 3.<br />

605 I<strong>de</strong>m, 3.

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