Etnias y árboles - Escuela de Historia
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Usaban unas pantorrillas <strong>de</strong> cuero <strong>de</strong> carpincho contra las picaduras <strong>de</strong> víboras. Con un temperamento jovial, haciendo<br />
bromas continuamente, jamás marchaban<br />
-salvo en la caza- uno al lado <strong>de</strong>l otro. Siempre en fila <strong>de</strong> a uno, por lo que se hablaban la<strong>de</strong>ando la cabeza, y pasándose uno a otro lo<br />
que <strong>de</strong>cía el <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lante. De esta forma, toda comunicación entre dos personas, era siempre grupal. La comunidad ayudaba a<br />
transmitir el mensaje, sin interferir en la conversación, o con los menores ruidos posibles. Por lo mismo, todos se integraban a un<br />
diálogo circunstancial. Todos formaban parte <strong>de</strong> la socialización <strong>de</strong> la comunicación y el lenguaje. Jamás castigaban a un niño,<br />
apenas si lo reprendían mo<strong>de</strong>radamente. Estos tenían gran libertad, sin por ello abusar <strong>de</strong> su suerte.<br />
Uno <strong>de</strong> los últimos ataques aborígenes fue al Fortín Yuncá, sobre el Pilcomayo. Mataron a todos los pobladores y<br />
soldados <strong>de</strong>l fortín, en el que gozaban <strong>de</strong>l permiso para entrar y salir libremente. Después, la tropa <strong>de</strong> línea no los pudo hallar. Se<br />
presumía que el motivo había sido el clásico: explotación enmascarada por el engaño. Las plumas <strong>de</strong> garzas blancas que los<br />
aborígenes traían allí tenían un valor extraordinario: un kilogramo equivalía a 150 o 200 novillos gran<strong>de</strong>s. Se les pagaba con<br />
municiones y alcohol con el que se emborrachaban ese día, y al siguiente tampoco tenían ya las municiones. 489 Al parecer se daban<br />
cuenta <strong>de</strong> la estafa, pero no alcanzaban a situar el origen <strong>de</strong>l engaño, su lógica interior. ¿Dón<strong>de</strong> radicaba el punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong>l<br />
negocio? Había algo <strong>de</strong>sconcertante y diabólico en las relaciones mercantiles. Para el caso, <strong>de</strong>cidieron pren<strong>de</strong>r fuego a lo que ya no<br />
podían compren<strong>de</strong>r.<br />
A mediados <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1920, se operaron cambios en las condiciones <strong>de</strong>l mercado mundial y en la evolución <strong>de</strong>l<br />
capitalismo argentino. Se produjo una eclosión <strong>de</strong>l cultivo <strong>de</strong>l algodón, haciendo <strong>de</strong>l centro y occi<strong>de</strong>nte chaqueño el corazón <strong>de</strong>l<br />
territorio algodonero. Durante la etapa <strong>de</strong> crecimiento, el algodón requería escasa atención; en la carpida y cosecha por el contrario,<br />
una masa energética <strong>de</strong> fuerza <strong>de</strong> trabajo humana <strong>de</strong> escasa calificación e intensidad productiva.<br />
Los aborígenes que moraban en la reducción Napalpí, viajaban anualmente a las zafras azucareras saltojujeñas. Pero<br />
ello coincidió con la expansión <strong>de</strong> la cosecha <strong>de</strong>l algodón. En 1924 el gobierno <strong>de</strong>l Chaco prohibió la salida <strong>de</strong> aborígenes <strong>de</strong> su<br />
territorio. Esto, junto a una disminución <strong>de</strong>l precio <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo en la cosecha <strong>de</strong>l algodón, provocaron el levantamiento<br />
indio <strong>de</strong> la reducción. Sería aplastado. El Estado central, ese mismo año, prohibía la contratación <strong>de</strong> indios fuera <strong>de</strong>l Territorio<br />
Chaco. El capitalismo agrario necesitaba imperiosamente brazos indios. Los precios <strong>de</strong> los pasajes ferroviarios al Chaco se abarataron<br />
a fin <strong>de</strong> facilitar la llegada <strong>de</strong> trabajadores santiagueños y correntinos. Algunos caciques, que comprendían el mecanismo <strong>de</strong> las<br />
contrataciones <strong>de</strong>l ingenio Las Palmas, utilizaban a sus clanes para recibir personalmente parte <strong>de</strong> la plusvalía. Se enriquecían,<br />
adquiriendo luego campos y comercios. 490<br />
A los clanes llegaba también la cinematografía hacia los inicios <strong>de</strong>l XX. El difusor fue el ingenio:<br />
"También recuerdo la primer película que vimos en Las Palmas. Era sobre la pesca <strong>de</strong>l bacalao en el Mar <strong>de</strong>l Norte. Se veían<br />
los botes con los hombres que tiraban las líneas e iban sacando cantidad <strong>de</strong> pescados, y bien gran<strong>de</strong>s. Los tobas, que estaban sentados mirando,<br />
se admiraban <strong>de</strong> la cantidad que sacaban. Y sé que <strong>de</strong>spués estuvieron preguntando adón<strong>de</strong> podían ir a pescar todos esos peces que habían<br />
visto". 491<br />
En la relación <strong>de</strong>l aborigen con la naturaleza se incorporaba el espectáculo. Se hacían testigos <strong>de</strong> mundos "verda<strong>de</strong>ros"<br />
superiores, con infinitos peces gran<strong>de</strong>s. Podían aproximar incluso un <strong>de</strong>sprecio por los ríos propios.<br />
A mediados <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1920, un informe <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo a la Cámara <strong>de</strong> Diputados <strong>de</strong> la Nación, investigaba<br />
el lugar <strong>de</strong> localización aborigen y sus medios <strong>de</strong> vida en el Territorio nacional <strong>de</strong>l Chaco.<br />
SITUACIÓN GEOGRÁFICA RAZA MEDIOS DE VIDA<br />
Las Palmas (Pto. sobre el Bermejo) Tobas Obraje, agricultura<br />
489 Í<strong>de</strong>m, 48-49.<br />
490 José García Pulido: El Gran Chaco y su Imperio Las Palmas. Resistencia, Librería García, 1977, 123-124.<br />
491 Adamson, op. cit, 70-71.