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Etnias y árboles - Escuela de Historia

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28. DERRAME Y PULVERIZACIÓN ÉTNICA A INICIOS DEL XX<br />

Hacia la primer década <strong>de</strong>l XX, los tobas eran todavía seminómadas. Se los había adiestrado en la hachada o en las<br />

plantaciones/cosechas <strong>de</strong> azúcar. El ejército <strong>de</strong> línea, con base en Resistencia, seguía sofocando o persiguiendo indios. Estos eran<br />

captados, fascinados, contagiados por planes improvisados <strong>de</strong> bandidos correntinos, gente alzada, cuatreros, ladrones y asesinos<br />

prófugos. Los convencían con rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> cometer una fechoría, se escapaban, pero el indio permanecía con su familia sufriendo las<br />

consecuencias. Un inmigrante escocés en Maipú, a unos ocho kilómetros <strong>de</strong>l ingenio Las Palmas <strong>de</strong>l Chaco Austral, recuerda su<br />

niñez hacia 1906 o 1907:<br />

"Venían estas tropas <strong>de</strong> línea con la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> no perdonar a ningún indio (solían venir con sus mulos cargados con pertrechos,<br />

carros, caballos, los soldados con sus fusiles y equipos completos, todos montados). Por papá, que trabajaba en Las Palmas, supimos que<br />

venía un regimiento punitivo en viaje hacia fortín Roca. Entonces, mamá mandó avisar rápidamente a los indios que vivían en las tol<strong>de</strong>rías,<br />

cerca <strong>de</strong> casa.<br />

Trajo a casa a los indios que estaba carpiendo caña y a veinte <strong>de</strong> ellos los encerró en el gallinero. Era un gallinero todo cerrado,<br />

no se podía ver afuera lo que estaba a<strong>de</strong>ntro. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una hora <strong>de</strong>spués, aparecieron los primeros soldados. Para entonces, ya todos los<br />

indios <strong>de</strong> las tol<strong>de</strong>rías habían <strong>de</strong>saparecido, se habían metido en los montes (...) Mamá, en su medio castellano (...) le dijo al sargento: -Indio,<br />

indio muy bueno, pobrecito, indio muy bueno, muy bueno. El sargento, retorciéndose los bigotes, le contestó: -Mire, señora, yo conozco<br />

solamente a un indio bueno y ese indio es un indio muerto". 470<br />

Por más alcoholizados o enfurecidos que estuviesen los tobas en sus peleas, jamás usaban entre ellos armas, porque<br />

seguían conservando leyes consuetudinarias <strong>de</strong> tipo taliónicas. La muerte <strong>de</strong> uno, irremediablemente concluía con la muerte <strong>de</strong> su<br />

matador a manos <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> la víctima. El caso <strong>de</strong> la justicia étnica quedaba cerrado. Pero se volvía a abrir con la intromisión <strong>de</strong><br />

la justicia blanca que ahora, mediante la policía, buscaba al último matador, y para ello solía capturar a la familia entera. Una forma<br />

<strong>de</strong> representación <strong>de</strong> la vida se abría a nuevas complicaciones, dramatizaciones e incomprensión cultural.<br />

Todo hombre que huía <strong>de</strong> la justicia <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s -algunos perseguidos políticos-, se refugiaba en Chaco. Allí podía<br />

construir familia. En el ingenio Las Palmas a nadie se preguntaba <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> venía ni quién era. Simplemente se le daba trabajo en<br />

condiciones <strong>de</strong> sobreexplotación. Era una suerte <strong>de</strong> cárcel abierta. La zona más alejada <strong>de</strong>l ingenio, llamada El Centro, era punta <strong>de</strong><br />

rieles <strong>de</strong> la extracción <strong>de</strong>l quebracho. Des<strong>de</strong> allí llegaban a Las Palmas trenes cargados <strong>de</strong> rollizos.<br />

"Allí vivían los hacheros. El tren <strong>de</strong> los lunes llevaba un furgón enganchado <strong>de</strong>trás para traer los heridos o los muertos <strong>de</strong> los<br />

bailes <strong>de</strong>l sábado y <strong>de</strong>l domingo. Eso pasaba solamente los lunes..." 471<br />

Todos los hombres vivían armados con Winchester 44, o revólveres <strong>de</strong>l 45, a lo que se llamaba "la ley <strong>de</strong>l 45". Los<br />

bandidos, en cuanto podían, ejecutaban a las partidas policiales emboscándolas en algún obraje. Después se escapaban hacia el<br />

interior <strong>de</strong> la selva. Eran, más que venganzas individuales, una furia colosal contra un tipo <strong>de</strong> policía <strong>de</strong> monte. De inmediato las<br />

partidas salían a buscar indios, cualquier clan para saciar la excitación <strong>de</strong> <strong>de</strong>squite. Una revancha, una satisfacción, un <strong>de</strong>sagravio.<br />

Los indios viejos, en los que quedaba aún un redivivo <strong>de</strong> caciques, aunque ya sin serlos, eran los más buscados corrientemente por la<br />

policía para pagar cualquier culpa. No servían al ingenio. Eran compensadores universales.<br />

En 1911 las fuerzas <strong>de</strong> Operaciones en los Territorios <strong>de</strong> Chaco y Formosa, lanzaban a sus regimientos <strong>de</strong> caballería a<br />

los montes, con el objetivo "<strong>de</strong> vigilancia y protección y la (misión) civilizadora <strong>de</strong> progresos materiales y morales". 472 Se rompía<br />

con la tradición militar <strong>de</strong> avances pru<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fortines, para ejecutarse una operación <strong>de</strong> un solo empuje. Se buscaban pozos y<br />

lagunas, clanes e indios sueltos, recorriendo las divisiones mil doscientos kilómetros en ochenta días. Una novísima blitzkrieg,<br />

recorriéndose el Pilcomayo y estero Patiño. Formosa y Resistencia obraban como puntos <strong>de</strong> retaguardia y abastecimientos. Los<br />

cuerpos <strong>de</strong> ejércitos construían caminos <strong>de</strong> penetración y tendían telégrafos. El coronel Enrique Rostagno daba por asegurado en su<br />

470 Gladys Adamson y Marcelo Pichon Rivière: Indios e Inmigrantes. Una <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> Vida. Buenos Aires, Galerna, 1978, 19-20.<br />

471 Í<strong>de</strong>m, 23.<br />

472 Informe Fuerzas en Operaciones en el Chaco. 1911. Buenos Aires, Círculo Militar, 1969, 15.

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