Otorrinolaringología en Atención Primaria. 2012.pdf - Sociedad ...
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<strong>Otorrinolaringología</strong> <strong>en</strong> At<strong>en</strong>ción <strong>Primaria</strong><br />
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Una pregunta que debe ser ineludible, y<br />
que no suele hacerse, es preguntar directa-<br />
m<strong>en</strong>te al paci<strong>en</strong>te a qué cree él que se debe<br />
su <strong>en</strong>fermedad. Aporta datos decisivos e inclu-<br />
so para seguir el estudio del cuadro, a falta de<br />
otras informaciones mejores, se puede tomar<br />
esta apreciación del <strong>en</strong>fermo como una guía.<br />
Nunca se le suele dar la sufici<strong>en</strong>te importancia<br />
a la opinión del propio afectado.<br />
Durante la realización de la anamnesis se<br />
va a extraer una valoración psicológica del<br />
<strong>en</strong>fermo, que permitirá considerar dos opcio-<br />
nes relativam<strong>en</strong>te frecu<strong>en</strong>tes:<br />
Vértigo-mareo psicóg<strong>en</strong>o-timopático: Es-<br />
tos paci<strong>en</strong>tes ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una auténtica desestruc-<br />
turación de la personalidad y según su interés<br />
refier<strong>en</strong> síntomas vagos y desproporcionados<br />
que d<strong>en</strong>ominan vértigos. El interrogatorio de-<br />
tallado los suele llegar a des<strong>en</strong>mascarar.<br />
Vértigo-mareo por neurosis de conver-<br />
sión: Los paci<strong>en</strong>tes somatizan su trastorno<br />
m<strong>en</strong>tal como mareos o vértigos. Hay perso-<br />
nas que conoc<strong>en</strong> todos los síntomas de estas<br />
<strong>en</strong>fermedades y cu<strong>en</strong>tan la suya con un rea-<br />
lismo que confunde, pero la mayoría suel<strong>en</strong><br />
des<strong>en</strong>mascararse por ser excesivam<strong>en</strong>te pro-<br />
lijos y aportar síntomas prácticam<strong>en</strong>te impo-<br />
sibles de que t<strong>en</strong>gan <strong>en</strong>tidad real.<br />
De todas formas hay que t<strong>en</strong>er pres<strong>en</strong>te<br />
que los cuadros de patología del equilibrio son<br />
trem<strong>en</strong>dam<strong>en</strong>te frecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>tre la población<br />
g<strong>en</strong>eral, y también pued<strong>en</strong> afectar a personas<br />
psicóticas y neuróticas. Que un diagnóstico<br />
psiquiátrico no provoque confusión e intro-<br />
duzca <strong>en</strong> el saco de las fábulas psicológicas a<br />
verdaderos afectados de una patología del<br />
equilibrio.<br />
Página 83<br />
Muchos paci<strong>en</strong>tes se pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> la con-<br />
sulta médica con un elevado grado de ansie-<br />
dad. Es misión del médico determinar hasta<br />
qué punto esta ansiedad es consecu<strong>en</strong>cia de<br />
un vértigo-mareo (circunstancia lógica si se<br />
ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la int<strong>en</strong>sidad y molestia de es-<br />
tos síntomas y la ignorancia del <strong>en</strong>fermo sobre<br />
lo que le pasa, hasta el punto de que muchos<br />
pi<strong>en</strong>san que se van a morir) o bi<strong>en</strong> es un pa-<br />
ci<strong>en</strong>te ansioso que sufre un mareo por hiper-<br />
v<strong>en</strong>tilación o por los medicam<strong>en</strong>tos que toma,<br />
o por otra razón médicam<strong>en</strong>te justificable.<br />
Otros paci<strong>en</strong>tes que aquejan síntomas de<br />
patología del equilibrio muestran cuadros de-<br />
presivos. Se puede considerar que la propia<br />
indefinición y vaguedad de los términos vértigo<br />
y mareo hace que haya paci<strong>en</strong>tes que los<br />
id<strong>en</strong>tifiqu<strong>en</strong> con su auténtica tristeza vital. Sin<br />
embargo exist<strong>en</strong> <strong>en</strong>fermos que han llegado a<br />
ese estado depresivo como consecu<strong>en</strong>cia de<br />
padecer un trastorno del equilibrio. En realidad<br />
muchos casos de patología del equilibrio no<br />
llegan a diagnosticarse finalm<strong>en</strong>te. Las esta-<br />
dísticas son muy variadas respecto a esta<br />
cifra, pero alrededor de un 30 ó un 40 % de<br />
las personas aquejadas de vértigos o mareos<br />
no obti<strong>en</strong><strong>en</strong> un diagnóstico de certeza des-<br />
pués de haber sido completam<strong>en</strong>te estudia-<br />
das) y muchos más son los <strong>en</strong>fermos que no<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran ninguna mejoría después de haber<br />
probado todos los tratami<strong>en</strong>tos posibles du-<br />
rante largos períodos de tiempo. Estas situa-<br />
ciones originan auténticas depresiones reacti-<br />
vas <strong>en</strong> qui<strong>en</strong>es sufr<strong>en</strong> estos problemas, que<br />
no sólo molestan por el propio síntoma, sino<br />
que llegan a incapacitar a la persona para rea-<br />
lizar sus trabajos habituales o sus relaciones<br />
sociales más elem<strong>en</strong>tales.