Otorrinolaringología en Atención Primaria. 2012.pdf - Sociedad ...
Otorrinolaringología en Atención Primaria. 2012.pdf - Sociedad ...
Otorrinolaringología en Atención Primaria. 2012.pdf - Sociedad ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Otorrinolaringología</strong> <strong>en</strong> At<strong>en</strong>ción <strong>Primaria</strong><br />
__________________________________________________________________________________________<br />
Como medidas exploratorias g<strong>en</strong>erales<br />
se tomará sistemáticam<strong>en</strong>te la t<strong>en</strong>sión arterial<br />
y el pulso a todo paci<strong>en</strong>te que pres<strong>en</strong>ta una<br />
epistaxis. Es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te extraer una mues-<br />
tra de sangre para determinar el hematocrito,<br />
la hemoglobina y el número de hematíes, así<br />
como cualquier otra posible alteración <strong>en</strong> la<br />
fórmula hemática. Hay que descontar el efec-<br />
to que el nerviosismo y la angustia incorporan<br />
a las cifras de pulso y t<strong>en</strong>sión arterial. Una<br />
correcta verificación implica varios controles<br />
sucesivos. Igualm<strong>en</strong>te debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>-<br />
ta el efecto de hemoconc<strong>en</strong>tración que apare-<br />
ce <strong>en</strong> los primeros instantes de una hemo-<br />
rragia.<br />
En este mom<strong>en</strong>to se retirará la bola de<br />
algodón colocada <strong>en</strong> la nariz. Si el paci<strong>en</strong>te<br />
no ti<strong>en</strong>e cifras elevadas de presión arterial, se<br />
colocará una nueva bola de algodón empa-<br />
pada <strong>en</strong> anestésico tópico con adr<strong>en</strong>alina, de<br />
mayor tamaño que la anterior y que pueda<br />
introducirse a una mayor profundidad. La<br />
adr<strong>en</strong>alina consigue una vasoconstricción ge-<br />
neralizada de la mucosa nasal. Ésta se redu-<br />
ce de grosor al mínimo, y <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia se<br />
obti<strong>en</strong>e una luz nasal mucho mayor. De esta<br />
manera, a la hora de colocar un taponami<strong>en</strong>to<br />
nasal, éste va a ejercer una presión más efi-<br />
caz sobre la mucosa sangrante cuando se<br />
recupere el grosor normal al desaparecer el<br />
efecto de la adr<strong>en</strong>alina.<br />
Exist<strong>en</strong> diversas técnicas para cohibir las<br />
hemorragias nasales. Unas se basan <strong>en</strong> la<br />
cauterización del punto sangrante mediante<br />
sustancias químicas o bi<strong>en</strong> por electrocoa-<br />
gulación. Otras se basan <strong>en</strong> la realización de<br />
taponami<strong>en</strong>tos nasales. La mucosa nasal no<br />
Página 126<br />
es susceptible de b<strong>en</strong>eficiarse con técnicas<br />
de sutura, como ocurre <strong>en</strong> otras situaciones<br />
hemorragíparas del organismo.<br />
La electrocoagulación es una técnica pro-<br />
pia de at<strong>en</strong>ción especializada, tanto por sus<br />
métodos de realización como por el aparataje<br />
necesario.<br />
La cauterización química recurre a barri-<br />
tas impregnadas <strong>en</strong> una solución de nitrato<br />
de plata, para aplicarlas sobre la zona o el<br />
punto sangrante. Crean una película fibrinosa<br />
que cierra los pequeños vasos sangrantes.<br />
No es eficaz <strong>en</strong> vasos de gran calibre. Se uti-<br />
liza <strong>en</strong> pequeñas hemorragias. Ti<strong>en</strong>e el in-<br />
conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te de que resulta fácil su despr<strong>en</strong>-<br />
dimi<strong>en</strong>to espontáneo o con pequeños roces<br />
del dedo o al frotarse la nariz, con la consi-<br />
gui<strong>en</strong>te reactivación de la hemorragia.<br />
Es preferible realizar un taponami<strong>en</strong>to na-<br />
sal <strong>en</strong> las hemorragias más copiosas o cuan-<br />
do se quiera t<strong>en</strong>er mayor seguridad <strong>en</strong> evitar<br />
nuevas hemorragias. El taponami<strong>en</strong>to nasal<br />
es una técnica molesta para el paci<strong>en</strong>te, por<br />
lo que se facilita tras haber anestesiado con<br />
anterioridad la fosa nasal. Se pued<strong>en</strong> emplear<br />
distintos materiales para su ejecución. Uno<br />
de ellos es la "gasa de borde" o "gasa orilla-<br />
da", que se va introduci<strong>en</strong>do progresivam<strong>en</strong>-<br />
te <strong>en</strong> el interior de la fosa nasal según va sa-<br />
li<strong>en</strong>do de su bote, acomodando la mayor can-<br />
tidad posible de gasa, que sirva para presio-<br />
nar sobre el punto sangrante y cohibir la he-<br />
morragia. También se pued<strong>en</strong> emplear me-<br />
chas de algodón, obt<strong>en</strong>idas al <strong>en</strong>rollar cua-<br />
drados de algodón para que alcanc<strong>en</strong> una<br />
forma y tamaño definitivos aproximadam<strong>en</strong>te<br />
igual que un cigarrillo.