mensaje a las siete iglesias - Academia Bíblica BEREA Argentina

Ministerio BÉIT MILÁH Academia Bíblica BEREA Argentina Estudios Bíblicos 4
Maximino (211-235). Bárbaro y brutal. Mandó a matar a todos los creyentes más resaltantes de las iglesias.
Decio (249-251). Se propuso exterminar la fe mesiánica.
Valeriano (253-260). Mandó a matar a Cipriano (obispo de Cartago).
Diocleciano (284-305). Durante su reinado se produjo la última y más severa de las persecuciones. Durante
10 años, los creyentes fueron buscados hasta en cavernas y bosques. Fueron quemados, arrojados a las
bestias, o asesinados por todos los medios imaginables. La propia esposa del emperador y su hija se
convirtieron al Mesías.
Dentro de éste período se calcula que fueron asesinados brutalmente 5 millones de creyentes fieles.
Difícilmente se encontrarían esa cantidad de creyentes en la actualidad dispuestos a dar su vida por obedecer
a YHWH y a su Hijo Yahshua.
Se le pide que sea fiel hasta la muerte para recibir la corona de vida.
En el año 115 Ignacio de Esmirna fue llevado preso a Roma para ser martirizado. El escribió cuatro de sus
siete cartas en Esmirna, y dos de ellas fueron dirigidas a la iglesia y a su obispo llamado Policarpo, quien
fue quemado vivo a los 86 años porque rehusó blasfemar contra Yahshua.
3º PERÍODO: PÉRGAMO (desde el año 306 aprox. hasta el año 590 aprox.)
Su nombre significa “MATRIMONIO”. Iglesia verdadera pasa a la clandestinidad, perseguida y
proscripta. Surge una “FALSA IGLESIA” resultado del “matrimonio” entre la religión imperial
romana (mitraísmo) y los nicolaítas (religiosos y falsos creyentes que asistían a las congregaciones
de creyentes).
“Y escribe al mensajero de la congregación en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de
dos filos dice esto: Conozco dónde moras; donde (está) el el trono trono de de Satanás Satanás; Satanás y retienes mi
Nombre, y no has renegado de mi fe y en los días de Antipas, mi testigo fiel, el que fue
asesinado entre ustedes, donde habita Satanás Satanás. Satanás
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que
tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner
tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de lo sacrificado a los ídolos, y a fornicar. Así
también tú tienes tienes a los que sostienen sostienen la misma doctrina de los Nicolaítas
Nicolaítas. Nicolaítas
Arrepiéntete
pues; y si no, vengo pronto a ti y pelearé con ellos con la espada de mi boca. El que tenga
oído, oiga qué dice el Espíritu a las congregaciones. Al que venza, daré del maná
escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el
cual nadie sabe sino el que (lo) recibe.” Revelaciones 2:12-17
Le llama a Pérgamo: “donde donde (está) el trono de Satanás Satanás”, Satanás
muy probablemente porque allí era
considerada por Roma como la sucursal asíatica de su imperio. Por esto también le dice que Pérgamo es
“donde donde habita Satanás Satanás”. Satanás
En Roma es exactamente en dónde se “retuvo” el NOMBRE (Ha Shem) del Altísimo hwhy hwhy o YHWH (cuya
verdadera pronunciación es Yaue). Hasta hoy Roma retiene el Nombre: YHVH.
Roma inventó un falso nombre de reemplazo para el Altísimo: Jehová, y muchos años después se lo sugirió
usar a dos sacerdotes católicos Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera en su traducción de la Biblia
llamada posteriormente Reina-Valera (1572).
El Plan inicial de Satanás de exterminar a los seguidores del Camino, parecía no funcionar, ya que mientras
más creyentes eran asesinados, más personas se convertían al ver la fe inquebrantable de los mártires que
daban su vida antes de renunciar a su fe en el Mesías. El imperio romano comenzaba a dividirse
espiritualmente y la gente comenzaba a sentir rechazo hacia la brutalidad de Roma. Entonces, dándose
cuenta del error, Satanás inspiró al emperador Constantino a cambiar totalmente su plan maléfico y giró 180º
dando un comienzo a un muy acertado plan para engañar a miles de millones de personas en la historia.
Constantino creo entonces su propia imitación de la iglesia con doctrinas paganas y haciéndole creer a la
inmensa mayoría que la religión oficial del imperio romano era en definitiva una religión que seguía al
mesías judío, a quien le daría la categoría de Dios (identificándolo con la divinidad romana Baco y
relacionando el culto de éste). Constantino declaró que había visto en el cielo una cruz y una inscripción en