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Entrevista
“El problema
actual de la
educación es de
padres no es un
problema de hijos”
De cuando estudiaba recuerda que existía en España un
distanciamiento claro entre los curas y los alumnos. Por eso
destaca colegios como el Pilar (donde estudió su hermano
Javier) o Los Sagrados Corazones (donde estudió él) como
lugares donde te entendías con el profesor “de una manera
tranquila sin tenerles terror como en la mayoría de los colegios.
Guillermo Fesser, mientras termina su maleta para irse una
temporadita a EEUU, se tomó un café con nosotros en la
redacción de Periodista Digital. Allí hablamos de la educación
de antes y la de ahora, de su viaje a EEUU y de los recuerdos
que la familia Fesser guarda del Pilar donde “había buen rollo”.
Dice Gabriel García Márquez que los niños olvidan en la
escuela lo que sabían al nacer. ¿Olvidaste muchas cosas en
el colegio?
Esta frase tiene una parte de realidad muy importante. Nosotros
somos mamíferos catarrinos, venimos de una cosa parecida
a los monos actuales (algunos incluso no han venido como
Berlusconi, todavía está evolucionando). Luego hay una cosa
que hemos llamado educación que, en general, está bastante
bien pero tiene algo no muy positivo: hace que te olvides de
que eres un mono. Tener contacto con la naturaleza, saber
que eres parte de ella y tener instintos no debe de olvidarse
nunca.
Y, a veces, en el colegio (a eso creo que se refiere García
Márquez) te ponen en un dirección y te vedan las demás
salidas.
Tu hermano Javier es antiguo alumno del Colegio del
Pilar. Es curioso que dos hermanos no estudien en el
mismo colegio.
Nosotros éramos de los Sagrados Corazones, vivíamos en el
Bario de Salamanca (que entonces era un barrio básicamente
de clase media) y ese era el cole que estaba enfrente de casa.
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Pero aquel colegio creció y le dieron un terreno “a tomar por
saco”. A mí, el cambio me pilló con 15 años e iba al cole en
bicicleta o autobús. A Javier le pilló más pequeño. Hora y
media de ida y otro tanto de vuelta se le hizo muy pesado.
Por eso mis padres pensaron en el Colegio del Pilar, que es
un colegio menor, pero estaba cerca.
“Hoy, los padres son más
asilvestrados que los niños”
Sin embargo, no sólo tu hermano, tu compañero Juan
Luis Cano estudió también en un colegio marianista, el
Amorós.
El dice que estudió en el Pilar pero en realidad estudió en el
colegio marianista de Amorós.
A él le gusta decir que estudió en el Pilar por donde realmente
pasó dos veces. En autobús.
De todos modos el está muy orgulloso de haber estudiado en
los marianistas. Le fue muy bien, el rollo es bueno… Toda la
gente que conozco del Pilar de aquella época me dice lo
mismo.
¿Se le ha pegado algo de pilarista?
En mi familia, la mayoría eran del Pilar. Muchos amigos
también. Lo que pasa es que en mi colegio había también
buen rollo.
En España, entonces, había un distanciamiento muy claro
entre los curas que enseñaban y los alumnos que aprendían.
Pero los marianistas eran un buen ejemplo de seres humanos
que estaban a caballo entre el público y los curas. Eso lo hacía
más agradable.