La Parroquia Nuestra Señora de la Merced de - Buscando Historia

En el primer plano de este cuadro se observa una explanada que puede ser la Plaza
de la Merced y luego un cercado de postes unidos con algo que puede ser una cadena.
La capilla es de estilo rural del siglo XVIII semejante a otras construidas en el Río
de la Plata. La fachada principal tiene al costado derecho el campanario que está más
alto que el remate de aquella donde está la cruz, constituyendo la parte sobresaliente del
edificio. Esta espadaña tiene tres aberturas en dos filas: una arriba y dos abajo,
apareciendo una campana en cada una de estas últimas. Todo el edificio se presenta
blanqueado con cal, incluso la parte anexa a la izquierda que es la habitación del
sacerdote, destacándose dos cruces en los remates de la fachada y la espadaña.
El lugar que estaría ubicada esta capilla sería frente a la Plaza Merced por la calle
San Nicolás entre Florida y 11 de Septiembre. A un costado de ella sobre Florida estaría
el llamado cementerio parroquial, cuya existencia se encuentra comprobada por
hallazgos realizados en distintos años.
Es una notable imagen la de esta capilla que acrecenta el acervo cultural de
nuestro pueblo.
La misma se encuentra en el Museo Histórico Nacional.
VII) La capilla se convierte en viceparroquia
El 18 de octubre de 1774 asume el comandante Alonso Quesada. Este comandante
despliega una gran actividad en todo sentido: pone freno al cuatrerismo y al
contrabando, prohibe terminantemente el juego que se había convertido en un vicio muy
perjudicial, se decide realizar arreglos al fuerte y a los cuarteles de la tropa y estimula la
presencia de un capellán. Una medida que se resuelve el 21 de noviembre de ese año.
Fecha en la cual quedó constituida la Viceparroquia de Pergamino, dependiente de la
Parroquia de Arrecifes.
Con la complacencia de todo el vecindario el 5 de diciembre de 1774 llegó el
padre Joaquín Escudero. Durante su capellanía se pone fin a todos los detalles de
terminación de la capilla como el blanqueo que se demoró por falta de cal que venía
expresamente de Córdoba. Ante su solicitud el comandante Quesada reclama al
gobernador los adornos para enriquecerla. Le pide entre otras cosas un retablo que se
hallaba en la Catedral, campanas y ornamentos varios. El retablo solicitado llegó a
Pergamino en noviembre de 1777.
Desde ese momento la capilla fue el centro de la población de Pergamino. En su
puerta se colocaba las noticias más importantes con las cuales se informaba a los
vecinos todas las noticias de interés. En su interior se alojaron numerosos niños que
quedaron huérfanos por la fiebre que se inició en enero de 1778 y que finalizó nueve
meses más tarde. También en su interior se alojarán numerosos vecinos que se quedaron
sin techo por culpa de un huracán de piedra y agua en ese año. Fue de tanta intensidad
que la misma capilla quedó dañada, igualmente que el fuerte. Los arreglos de estos
daños se iniciaron en mayo de 1779.
En julio de ese año asume como comandante Francisco Balcarce, quien pondrá
especial atención a los arreglos tanto del fuerte como de la capilla.
A iniciativa de Monseñor Fray Sebastián Malvar y Pinto, Obispo de Buenos Aires se
debe la erección de nuevos curatos en el dilatado territorio bonaerense. Esta es la razón
por la cual la parroquia de Arrecifes quedó dividida entre 1779-1780 en cuatro curatos:
Arrecifes, Pergamino, Baradero y San Pedro.
Será asignada con la jerarquía de Parroquia a la de Pergamino el 12 de diciembre
de 1779, según la Guía Eclesiástica. Al frente de la misma -de manera interina-, quedó