La Parroquia Nuestra Señora de la Merced de - Buscando Historia

El 9 de julio de 1770, el comandante Juan González deja su puesto para continuar
su carrera militar en Chile. Su lugar es ocupado por don Joaquín Estefani de Banfi,
quien se enocontrará ocupado a lo largo de este año en la problemática del contrabando
y de los indios. Pero el problema religioso continúa, es una constante y hace saber al
gobernador Vertiz el 19 de diciembre de 1771 sobre la necesidad de contar con un cura,
es decir, con el auxilio espiritual. Lo reclama de esta manera:
"Que venga a esta capilla un religioso mercedario por ser la iglesia con la
advocación de Nuestra Señora de las Mercedes y estar la capilla vieja más decente que
otras que hay en la campaña, y por lo tocante a la conclusión de la nueva ya hay el
sujeto que se obligue a ello, pero pide (y con razón) que don Juan González de una
noticia de los bienes existentes de la virgen tanto en dinero como en materiales, quienes
son los maestros que deben acabarla, y que plata tienen adelantada para entrar con el
conocimiento que debe tener un todo, el que entrase a perfeccionarla".
El 27 de diciembre el gobernador comunicó que :
"Se envió a ese destino un religioso mercedario que jerza de cura, consultando a
este efecto al Ilustrísimo Obispo de esta Diósesis".
Mientras tanto se continúan lentamente los trabajos para finalizar el templo. Son
numerosos los problemas para llevar adelante esta construcción siendo uno de los
puntos más difíciles de solucionar la falta de cal que se debía traer desde Córdoba.
A principios de abril de 1772 asume como comandante del fuerte Francisco Faijo
y Noguera, quien en un memorial del 18 de julio dirigido a Vértiz, expresa:
"A los efectos del progreso del pueblo pido que se concluya una capilla que se halla en
estado de cubrirse y se adquiera casi toda la madera para poderse ejecutar, porque la
actual está muy deteriorada y no caben en ella de 25 a 30 personas, siendo así que sólo
este pueblo pasa de 35 vecinos cargados de familia. Para que pueda finalizar esta capilla
es conveniente se digne mandar al Teniente de Caballería Juan González entregue una
exacta noticia de los maestros albañiles, carpinteros, de tejas, de ladrillos y peones que
han trabajado en la obra, pues se asegura que están satisfechos hasta su conclusión,
como también el albacea don Diego Trillo que lo es del difunto don Martín Miguez que
dejó en su testamento a beneficio de dicha Capilla algunos bienes a fin de que se vendan
y sirva su producto para sufragar los gastos que se originen en la conclusión de la obra y
se pueda colocar sujeto fidedigno de Capataz de ella, y que todos los gastos que se
hagan, sean como visto bueno mío o el que se hallase de comandante, a fin de que no
haya fraude". (8)
Este mismo comandante impone el cobro de un peaje a los pasajeros que deben
pasar por el pueblo de cuatro reales hasta lograr la suma de 120 pesos que se requerían
para poner fin a los trabajos de la capilla y la construcción de una habitación para el
capellán. Pero el gobernador resolvió de inmediato que este impuesto era odioso y que
la iglesia debía concluirse con la limosna de los feligreses.
El balance de lo gastado hasta ese momento en esta construcción era el siguiente:
"Primeramente se tuvo de haber 150 pesos
que dejó para dicha fábrica el difunto don Martín Miguez.......................................150
Por una limosna que dejó el pasajero Joaquín de Molina.............................................7
A Santiago Gorosito y al carnicero les multé en diez pesos
por haber jugado prendas...........................................................................................10
Por una sepultura de una esclava de Lorenzo Bena de Río Tercero, cobré..................2
A entregado el sacristán Luis del Carmen de limosnas recogidas..............................30
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