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78 NOVELAS EXEMPLARES
cias de los visónos, las pendencias de los huespedes,
el pedir vagages mas de los necessarios
y, finalmente, la necessidad casi precisa de
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hazer todo aquello que notaua y mal le parecía.
Auiase vestido Tomas de papagayo, renunciando
los hábitos de estudiante, y púsose a
lo de Dios es Christo (*), como se suele dezir.
Los muchos libros que tenia, los reduxo a
vnas horas de nuestra Señora y vn Garcilasso,
10 sin comento (*), que en las dos faldriqueras
lleuaua.
Llegaron mas presto de lo que quisieran a
Cartagena, porque la vida de los aloxamientos
es ancha y varia, y cada dia se topan cosas
15 nueuas y gustosas. Alli se embarcaron en quatro
galeras de Ñapóles, y alli notó también Tomas
Rodaja la estraña vida de aquellas marítimas
casas, adonde lo mas del tiempo maltratan
las chinches, roban los forgados, enfadan los
20 marineros, destruyen los ratones y fatigan las
maretas. Pusiéronle temor las grandes borrascas
y tormentas, especialmente en el golfo de
León, que tuuieron dos: que la vna los echó en
Córcega, y la otra los boluio a Tolón, en Fran-
25 cia. En fin, trasnochados, mojados, y con ojeras,
llegaron a la hermosa y bellissima ciudad
de Genoua, y desembarcándose en su recogido
Mandrache (*), después de auer visitado vna
yglesia, dio el capitán con todas sus camaradas
30 en vna hostería, donde pusieron en oluido todas
las borrascas passadas, con el presente gaudeamus.
Alli conocieron la suauidad del Treuiano,