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LA ESPAÑOLA INGLESSA 53
ro el mercader de Seuilla, que ya estaría auisado
del de París.
En resolución, la reyna tomó tales seguridades
del mercader, que no dudó de no ser cierta
la partida. Y no contenta con esto, mandó lia- 5
mar a vn patrón de vna ñaue flamenca, que
estaua para partirse otro dia a Francia, a solo
tomar en algún puerto della testimonio, para
poder entrar en España, a titulo de partir de
Francia, y no de Inglaterra, al qual pidió enea- 10
recidamente lleuasse en su ñaue a Ysabela y
a sus padres, y con toda seguridad y buen tra-
.lamiento los pusiesse en vn puerto de España,
.jgl.primero a do llegasse.
El patrón, que desseaua contentar a la reyna, 15
dixo que si haría, y que los pondría en Lisboa,
Cádiz o Seuilla.
Tomados, pues, los recaudos del mercader,
embió la reyna a dezir a Clotaldo no quitasse
a Ysabela todo lo que ella la auia dado, assi 20
de joyas, como de vestidos. Otro dia vino Ysabela
y sus padres a despedirse de la reyna, que
los recibió con mucho amor. Dioles la Reyna
la carta del mercader, y otras muchas dadiuas,
assi de dineros como de otras cosas de regalo, 25
para el viage (1); con tales razones se lo agrade-
ció Ysabela, que de nueuo dexó obligada a la
reyna para hazerle siempre mercedes.
Despidióse de las damas, las quales, como
ya estaua fea, no quisieran que se partiera, 30
"/iendose libres de la embidia que a su hermo-
(1) M.: «y oirás dadiuas de dineros y regalo para el viage».