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164 NOVELAS EXEMPLARES
mismo auia recebido. Prometióles que las trata-
rla y regalarla a todas de manera que no sin-
tiessen su encerramiento, y que los dias de fies-
ta todos, sin faltar ninguno, yrian a oyr missa,
5 pero tan de mañana, que apenas tuuiesse la luz
lugar de verlas.
Prometiéronle las criadas y esclauas de hazer
todo aquello que les mandaua, sin pesadum-
bre, con prompta voluntad y buen animo. Y la
10 nueua esposa, encogiendo los ombros, baxó la
cabega, y dixo que ella no tenia otra voluntad
que la de su esposo y señor, a quien estaua
siempre obediente. Hecha esta preuencion, y
recogido el buen estremeño en su casa, comen-
15 go a gozar como pudo los frutos del matrimonio,
los quales a Leonora, como no tenia expe-
riencia de otros, ni eran gustosos, ni desabridos;
y assi passaua el tiempo con su dueña,
donzellas y esclauas, y ellas, por passarle mejor,
20 dieron en ser golosas, y pocos dias se passauan
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sin hazer mil cosas, a quien la (*) miel y el
agucar hazen sabrosas. Sobrauales para esto en
grande abundancia lo que auian menester, y no
menos sobraua en su amo la voluntad de darse-
lo, pareciendole que con ello las tenia entretenidas
y ocupadas, sin tener lugar donde ponerse
a pensar en su encerramiento. Leonora andana
I a lo ygual con sus criadas, y se entretenía en lo
iinismo que ellas, y aun dio con su simplizidad
30 I en hazer muñecas y en otras niñerías, que mostrauan
la llaneza de su condición y la terneza
de sus años, todo lo qual era de grandissima